A pocos días de iniciarse la siembra de trigo 2015/2016, el Ejecutivo no evalúa en principio una ayuda financiera que impulse el desarrollo de dicho cultivo frente a los altos costos que significa encarar la campaña.
Según un trabajo de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), “hay muy poca actividad de sembradoras, inclusive en campos propios, a la vez que hay morosidad en la toma de decisiones, evitándose inversiones, negociándose arrendamientos bajo un clima incierto y mínima comercialización de la gruesa”. Todo esto hace estimar una merma “en la intención de siembra del 25%” respecto del ciclo pasado.
Frente a esta situación, la Federación Agraria Argentina (FAA), en la voz de su presidente Omar Príncipe sostuvo que “se necesita un sistema de financiamiento para insumos y una garantía comercial para las cooperativas”.
Según el federado hay muchos chacareros que todavía tienen trigo del año pasado sin vender. Por eso planteó también una “segmentación” que abarque a más productores por lo que propuso que el mismo llegue “hasta los 3.000 toneladas de producción”.
Sin embargo, fuentes de Economía descartaron que por ahora se esté trabajando en un mecanismo de ayuda. Vale recordar que hoy está en vigencia el Programa de Estímulo al Pequeño Productor de Granos creado a partir del fondo de estímulo por 2.500 millones de pesos que beneficia a 46.121 pequeños ruralistas de hasta 700 toneladas de soja, maíz, trigo y girasol.
Por otro lado se retrasa la apertura del nuevo cupo para exportar trigo de la campaña próxima. Según los números de la cartera agropecuaria hay a la fecha un acumulado de 2 millones de toneladas del ciclo pasado sin autorizar. Lo negativo es que los precios están lejos de lo que realmente debe pagar el mercado.