Se redujo a un ritmo de 24% pero los ingresos crecieron al 14% y complican metas anuales
El Gobierno logró desacelerar el ritmo de aumento del gasto público en mayo respecto al primer cuatrimestre del año, pero aun así el déficit total se disparó 84%, como consecuencia de una suba de apenas 15% en los ingresos.
De acuerdo a datos del ministerio de Hacienda difundidos ayer, el resultado primario fue negativo en $27.239 millones, lo que implicó una suba del 127% interanual, en tanto el rojo financiero fue de $44.045 millones, $20 mil millones más grande que en mayo de 2016.
En el acumulado de los primeros cinco meses el déficit primario fue de $87.246 millones, un 27% más que en igual lapso del año pasado, mientras que el financiero subió 55% hasta los $163.694 millones.
La diferencia de crecimiento entre los gastos y los ingresos fue de 9 puntos -la misma que en los meses anteriores cuando se descontaba el efecto del blanqueo-, ya que los primeros ascendieron 24% y los segundos sólo 15%. Y es que la recaudación subió apenas 14% por menores ingresos provenientes de las exportaciones.
Sin embargo, la cartera conducida por Nicolás Dujovne festejó que la suba de marzo estuvo 12 puntos por debajo que el incremento del primer cuatrimestre.
Mediante un comunicado, el funcionario destacó que “el déficit primario acumulado a mayo fue de 0,9% del PBI, menos de la mitad de la meta del 2,0% del PBI establecida para el primer semestre”.
En diálogo con BAE Negocios, el economista de la consultora Ledesma Gabriel Caamaño Gómez advirtió que en junio el estado debe hacer frente al pago de los aguinaldos, lo cual llevará al resultado al borde de la meta. “En junio del año pasado se registró el 40% del déficit del primer semestre”, explicó.
Algo similar sucederá durante el último trimestre, cuando por cuestiones estacionales el déficit suele incrementarse. “El Gobierno tendrá que llegar muy holgado para cumplir la meta anual de 4,2% del PBI”, evaluó Caamaño.
En cuanto al gasto corriente, las subas fueron encabezadas por las transferencias corrientes a provincias con un 64%, seguido de los gastos de funcionamiento (37%) y prestaciones sociales (35%). Por otro lado, los subsidios se redujeron 15% interanual como consecuencia del recorte en ese área y los aumentos en las tarifas de servicios públicos.
La marcha de la obra pública
Por su parte, los gastos de capital subieron 16% y se desaceleraron respecto al primer cuatrimestre. De todas formas, entre enero y mayo esa partida escaló 38%, producto de la apuesta del Gobierno a la obra pública para ganar las elecciones legislativas.
Fuentes del Ejecutivo señalaron a BAE Negocios que la cartera de Transporte e Interior son las que llevan la delantera en la ejecución de sus gastos de capital, con cerca del 50% de lo presupuestado. Por ejemplo, en mayo el ministerio de Dietrich aumentó esa partida en un 58% y acumula una suba del 64% en el año.
En vivienda y agua potable y alcantarillado, que dependen de Rogelio Frigerio, el alza de los primeros cinco meses fue de 127% y 65%, respectivamente.
Por el contrario, Educación y Energía vienen rezagadas con una ejecución inferior al 25% en cada caso, pese a que el ministerio conducido por Esteban Bullrich aumentó 197% los gastos de capital en mayo y 140% en el año. Distinto es el caso de la cartera de Juan José Aranguren, donde los gastos de capital bajaron 12% en mayo y 40% en lo que va del año.