Por los últimos pagos de deuda, los activos internacionales brutos cedieron en la semana a USD 37.000 millones, un mínimo desde 2016. Ya no hay dólares líquidos si se descuenta el saldo de depósitos privados
Uno de los fundamentos principales alcanzar un pronto acuerdo con el Fondo Monetario Internacional es la necesidad de divisas para reforzar el activo del Banco Central. En ese aspecto, el 2022 comenzó complicado para la entidad, que profundiza la tendencia vendedora por cuarto mes consecutivo y con reservas en mínimos de cinco años.
El “combo” de ventas de contado para equilibrar la demanda en el mercado de cambios más pagos de deuda a cuenta del Tesoro impactaron de lleno en las reservas. Tras desplomarse unos USD 2.000 millones en diciembre, los activos internacionales terminaron con saldo negativo de otros USD 1.900 millones en enero y, ya se acercan a los USD 37.000 millones por primera vez desde diciembre de 2016.
En este aspecto cobra relevancia el nivel de reservas netas del Banco Central, es decir aquellos activos que no tiene una contrapartida en el pasivo o, dicho de otra manera, los dólares que cuenta el BCRA que no procedan de préstamos, depósitos privados u originados en una deuda.
Un informe de la consultora GERES (Grupo de Estudios de la Realidad Económica), según el último balance del Central (actualizado al 31 de enero) las reservas netas de la entidad se ubicaron en USD 1.552 millones, principalmente por las tenencias de oro (USD 3.564 millones), ya sin remanente de Derechos Especiales de Giro (DEG) activos, utilizados en el desembolso del viernes 28 de enero.
Descontado el oro, las reservas líquidas se estima fueron negativas en USD 2.012 millones.
Esteban Domecq, economista y director de la consultora Invecq, explicó que “la clave para sostener la recuperación económica requiere indefectiblemente sortear dos obstáculos: tema Fondo Monetario Internacional y el problema cambiario. Si hay acuerdo, ese nuevo programa va a marcar nuevo momento de la economía argentina. Argentina no tiene los dólares necesarios para pagar el perfil de vencimientos del stand by firmado en 2018, por el cual este año caen USD 17.700 millones de capital y el año que viene, USD 18.000 millones”.
“¿Por qué no tiene los dólares? Porque a pesar de la balanza comercial superavitaria, en la zona de USD 15.000 millones el año pasado y de casi USD 12.000 millones en el 2020, el esquema cambiario está impidiendo que el Banco Central pueda acumular reservas. De hecho, está vendiendo. En dos años acumulamos un balance comercial del orden de los USD 28.000 millones y a su vez las reservas netas cayeron casi USD 11.000 millones. O sea que por algunos canales se filtraron casi USD 40.000 millones y hoy el BCRA llega con reservas netas en torno de cero para enfrentar los vencimientos del 2022 y 2023″, afirmó Domecq, en un encuentro organizado por GMA Capital.
En ese sentido, la presión sobre las reservas se acentuó en las últimas jornadas debido a los abultados vencimientos de deuda, que recaen casi en totalidad sobre las “espaldas” de la entidad.
Un fuerte impacto para los activos líquidos se produjo el jueves 27 de enero (-355 millones) y el viernes 28 (-USD 896 millones), en este último caso, cuando el Gobierno abonó un vencimiento con el FMI de USD 731 millones y otros USD 90 millones con otros organismos multilaterales.
La última semana, el Gobierno realizó otro pago al FMI por unos USD 360 millones, que se vio reflejado recién en los activos del Central este viernes 4 de febrero.
El economista Carlos Melconian afirmó que ”Lo más relevante de corto (plazo) es que el Banco Central deje de vender dólares. Hay que ver si se revierte esta cuestión de que la demanda de dólares es superior a la oferta con reservas negativas. Hay que seguir leyendo que el Banco Central tiene USD 38.000 millones, esa es una medición burocrática del nivel de reservas irrelevante que no le interesa a nadie. Más allá de las estacionalidades históricas de Argentina, donde hay meses que entran más dólares, meses que menos, de haber pasado el período ‘flaco’, desde septiembre a diciembre, se ha producido un salto en la demanda de dólares oficiales, aún con ‘súper cepo’, sea del que compra los USD 200 o de las empresas privadas, siempre en el raquitismo”.
Esteban Domeq precisó que “el tema medular y del que tenemos muy poca información viene por el frente cambiario en la negociación con el FMI. Por ahora tenemos solo una meta para este año que anunció el ministro (Martín Guzmán) de acumulación de USD 5.000 millones de reservas. Tenemos un problema cambiario paradójicamente con liquidación de dólares absolutamente récord del sector agroexportador, porque esa lluvia de dólares en el mundo llegó a la Argentina vía precios de las materias primas que exporta la Argentina. El agro liquidó USD 32.800 millones el año pasado, cuando el promedio en los últimos 15 años había sido USD 23.000 millones, un 40% más. Estamos hablando de USD 10.000 millones más, que el esquema cambiario implicó que esos dólares se filtren por algunos canales”.
“El BCRA no pierde dólares solo por la intervención en el mercado de cambios. También pierde dólares pagando capital y, sobre todo, intereses; pierde dólares interviniendo la brecha cambiaria, y las reservas internacionales netas que al principio de la gestión estaban en USD 11.300 millones según criterios del FMI, ya teniendo en cuenta el pago que se hizo al Fondo el viernes 28, hoy las reservas netas están en USD 272 millones. Y si no tenemos en cuenta los DEG y el oro, son USD 4.300 millones negativas. Y esto ya es una situación mucho más crítica en materia de reservas que la que teníamos a fines de 2020. Y a estas netas le tenemos que sacar lo que se le pagó al Fondo y que se debitó el viernes (4 de febrero) unos USD 360 millones adicionales”, detalló Domecq.