Cuando Argentina transita una de las peores corridas cambiarias de su historia, el tándem Kicillof-Capitanich trabaja en una serie de medidas que incluye presión a las casas de cambio y hasta amenazas de prisión
Resulta extraño que se crea desde el Poder Ejecutivo que se podrá frenar una corrida cambiaria si se deja de publicar la cotización de un dólar en el mercado libre. Además hay que destacar que el dólar paralelo, blue o ilegal lo creó el propio Gobierno luego de instrumentar el control a las compras de dólares por parte de la AFIP y prohibir la adquisición de dólares para atesoramiento a partir de noviembre de 2011. Antes de esa medida no había dólar paralelo y en el mercado financiero sólo se operaba con un dólar oficial que cotizaba a 4,40 pesos, mientras el contado con liqui para operaciones con bonos y acciones estaba a 4,80 pesos. La brecha entre ambos era del 9 por ciento, pero ahora llega al 70 %
Entre otras alternativas -por ese motivo el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, apeló hoy al Poder Judicial-en la Casa Rosada estudian por estas horas aplicar el artículo 300 del Código Penal para prohibir la difusión de la cotización de dólar blue, paralelo o ilegal en todos los medios de difusión de la Argentina. "Serán reprimidos con prisión de seis meses a dos años en primer lugar el que hiciere alzar o bajar el precio de las mercaderías, fondos públicos o valores, por medio de noticias falsas, negociaciones fingidas o por reunión o coalición entre los principales tenedores de una mercancía o género, con el fin de no venderla o de no venderla sino a un precio determinado", dice el texto del mismo.
Capitanich ya dejó en claro que "hay medidas en curso" para evitar la cotización libre de la divisa norteamericana. "Las transacciones ilegales buscan depreciar la moneda y vamos a combatirlas con la ley", anticipó.
De esas declaraciones se desprende que habrá una medida inminente. Lo cierto es que desde que llego de su viaje a París para renegociar la deuda con el Club de Paris, el ministro de Economía, Axel Kicillof, se habrían reunido dos veces con el jefe de ministros y el secretario Legal y Técnico Carlos Zanini, quien estaría preparando un proyecto de ley para enviar al Congreso en las próximas horas. Tampoco se debe descartar que la prohibición llegue por medio de una Decreto de Necesidad y Urgencia, que imponga penas de hasta prisión de dos a seis años para aquellos que manipulen el precios de la divisa y apunte a los dueños de medios gráficos, televisivos o de Internet que publiquen el precio de ese dólar, siguiendo las acciones de la Venezuela de Hugo Chávez.
Según pudo conocer Infobae, el Gobierno les habría solicitado a las autoridades de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y el Mercado Abierto Electrónico que sólo difundan para sus operaciones las cotizaciones del dólar bolsa o dólar MEP, que se negocia en el mercado local. En ese sentido es probable que en los próximos días la Anses salga a vender masivamente gran parte de sus títulos dolarizados como el Boden 2015, el Bonar X y el nuevo Boden 2018; tiene más de 2.000 millones de dólares para bajar el valor del dólar bolsa y que éste se ubique muy por debajo de la cotización del paralelo para transformarse en una precio de referencia. Lo concreto es que desde que la Anses comenzó a intervenir en el mercado a fines de noviembre lo único que hizo fue hacer subir ese dólar de 8,40 a casi 11 pesos sin logra su cometido.
Desde el Gobierno sostienen que hay que terminar con los especuladores de turno que creen que la economía argentina se tiene que circunscribir a una transacción de carácter ilegal. Otra de las jugadas fuertes consistiría en ir contra las casas de cambio y buscar cerrar la mayoría de ellas para que no puedan proveer de dólares a las cuevas financieras de la city porteña con el argumento de llevar a prisión a aquellos que vendan dólares ilegales. Una señal se envió con la reciente comunicación "A" 5523 del Banco Central que redobla los controles sobre la caja de las casas de cambio que en algunos casos son cuevas financieras.
Algunos expertos consideran, no obstante, que el "el poder de policía del Central no servirá" para bajar el precio. La comunicación le da atribuciones a los funcionarios de la entidad para fiscalizar las tenencias de las casas de cambio. Muchas de ellas tienen dólares en sus cajas de seguridad que no se podían controlar sin consentimiento de sus titulares, pero esto se modificará a partir de marzo.
Como complemento de la acción del Gobierno es factible que en los próximos días se acuse a quienes especulan con el dólar ilegal con nombre y apellido. Tanto Kicillof como Capitanich han comentado en privado que existe la posibilidad de un probable intento de desestabilización política y económica propulsado por sectores de la oposición y algunos industriales y banqueros. Uno de los que estaría en la mira de los cañones es el presidente de la Unión Industrial Argentina, Héctor Méndez. Capitanich criticó a los industriales que plantearon su inquietud por la cotización del "dólar blue" al advertirles que en vez de "preocuparse por una transacción ilegal, deberían hacerlo por producir más".
Méndez había cuestionado la marcha de la economía al advertir que "los negocios no van bien con los decretos" y rechazar la teoría sobre la supuesta existencia de un "ataque especulativo" que impulsa el valor del dólar paralelo, tal como denunció el jefe de Gabinete. "Los dirigentes de la industria tienen que defender no sólo la industria nacional sino al país", replicó el funcionario
Tanto Kicillof como Capitanich creen que el mercado paralelo es un mercado ilegal, que se trata de transacciones de quienes no tienen sus dólares declarados o no pueden explicar el origen de sus fondos y que las compras están relacionadas con el narcotráfico y el lavado de dinero. Denuncian que existe un diseño urdido por grupos mediáticos concentrados, con una acción deliberada para generar pesimismo y pérdida de confianza y señalan allí como principal culpable a las transacciones que se realizan en el mercado del dólar ilegal.
Para terminar con esas transacciones, creen que la mejor receta es prohibir la difusión del dólar paralelo blue, ilegal o como se lo quiera llamar. Pero será difícil que matando al mensajero el Gobierno pueda lograr su objetivo.