Serán 1000 para proteger a los sectores sensibles. Por otro lado habrá 18.000 licencias automáticas que garantizarán la entrada de insumos sin barreras de ingreso
El ministro de Producción, Francisco Cabrera, anunció que a fin de año terminará el régimen de Declaraciones Juradas de Anticipo de Importación (DJAI) y será reemplazado por licencias automáticas y no automáticas.
Expuso la novedad al exponer en la 21 Conferencia Industrial Argentina, ante 1500 empresarios y ejecutivos, que la recibieron con suma cautela.
Cabrera llegó al auditorio de Parque Norte acompañado por todo su equipo, al que más tarde tomó jura en el Ministerio. Habló ante los empresarios con la moderación de Luis Betnaza, vicepresidente de la UIA y ejecutivo de Techint. Y recibió varios aplausos, aunque la falta de certidumbres sobre el nuevo sistema de administración de importaciones cayó como balde de agua fría en el auditorio.
«A fin de año se acaban las DJAI», dijo Cabrera, y arrancó un tibio aplauso del auditorio. «Iremos a un Sistema Integral de Monitoreo, con licencias automáticas y no automáticas», continuó. Esta vez no hubo aplausos. Los industriales son ambivalentes con las DJAI. Por un lado, se quejan porque el sistema traba el ingreso de insumos vitales para la producción. Pero por otro, temen que la caída de esa barrera provoque una avalancha de productos importados contra los que no pueden competir.
Cabrera anticipó que el nuevo sistema contará con 18.000 licencias automáticas, con lo que se garantizará que los insumos no tendrán barreras de ingreso. Y habrá 1000 licencias no automáticas, una traba que, según la Organización Mundial de Comercio (OMC), no puede demorar el ingreso de la importación más de dos meses. El kirchnerismo extendió este tipo de medidas hasta la masificación del sistema de DJAI, en 2013, y las mantuvo por hasta seis meses o más para bloquear el ingreso de mercancías.
Según una fuente oficial, el sistema será ?dinámico? y esas 1000 posiciones con licencias no automáticas «se irán modificando» y consensuando con los sectores económicos. Estos mecanismos se complementarán con otros, como barreras fitosanitarias, mecanismos de denominación de origen y de reciprocidad, tal como le habían prometido los equipos técnicos del macrismo a los sectores «sensibles» en plena campaña. Por ahora, los funcionarios no brindaron más precisiones sobre el sistema, todavía en preparación.
A comienzos de año, la OMC ratificó un fallo que obliga a la Argentina a desarmar su sistema de DJAI. El país ganó tiempo hasta fin de año y se especulaba con que la nueva administración iba a pedir más tiempo para desarmar el complejo modelo de autorizaciones para importar.
Según dos fuentes de la UIA consultadas, el nuevo sistema de monitoreo no implicará una apertura indiscriminada de la importación. De acuerdo a lo que transmitieron los funcionarios a los industriales, el monitoreo será «administración del comercio», pero con la promesa de no trabar el ingreso de insumos. José Urtubey, vocal de la UIA, destacó que Cabrera «se refirió a administración de comercio y dijo que no va a haber apertura indiscriminada, sino que se va a cuidar el trabajo argentino». Un industrial con varias batallas y crisis en el lomo se preguntó: «¿Cómo definirán qué es insumo y qué producto terminado? La autoparte es un insumo de la industria automotriz y también un producto que se fabrica acá», argumentó.
Para eso, el Gobierno necesitará dólares. «Cuando Argentina tenga crédito, las condiciones serán otras y vamos a defender la industria nacional. Esto tardará una semana», prometió Cabrera, en momentos en que el Ministerio de Hacienda cerraba un crédito con bancos internacionales y el aporte de cerealeras para fortalecer las reservas y levantar el cepo, con una devaluación que llevará el valor de la divisa a entre $ 14 y $ 15.
«El comercio administrado fue un tema de la campaña del miedo. Vamos a ser muy cuidadosos con el empleo de los argentinos», prometió Cabrera. «No vamos a hacer algo que perjudique a ningún sector, a ninguna industria ni a ningún empleo», continuó. El ministro se llevó a su cartera a dos ahora ex directores de la UIA. Uno de ellos, Martín Etchegoyen, es el secretario de Industria.
El titular de la CGT oficial, Antonio Caló encendió una luz de alarma. «La eliminación de las DJAI pueden generar desempleo; hay que tener cuidado», sostuvo.
El ministro también prometió «apoyar y viabilizar» inversiones que, entienden, los industriales demoraron en los últimos años por las restricciones cambiarias y de importación.
Y, al percibir la preocupación que el nuevo sistema de administración de comercio causó en su auditorio, se despidió con una buena noticia para los industriales: la Secretaría de Comercio, ahora comandada por Miguel Braun, dejará de requerir información clave de cada negocio, como hacía Augusto Costa: «Vamos a derogar hoy mismo el régimen informativo abusivo de márgenes, precios y rentabilidad», dijo, y, ahora sí, se llevó una nueva suelta de aplausos. Para el final quedó el tumulto de empresarios y ejecutivos que, tarjeta en mano, se abalanzó sobre el nuevo y sonriente ministro.