La Anses desarmó plazos fijos por $ 1.200 millones esta semana y neutralizó el efecto que había buscado Vanoli
La Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) resolvió en los últimos días retirar más de $ 1.000 millones de plazos fijos que mantenía depositados en los bancos privados para llevarlos al Nación. La transacción, anunciada sin previo aviso y de un día para otro, afectó directamente la liquidez de algunas entidades y provocó enseguida un leve repunte en las tasas de interés que pagan por sus grandes depósitos, con lo que neutralizó un efecto que había pretendido lograr Alejandro Vanoli en las últimas semanas con simbólicos recortes en los rendimientos de Lebac (abaratar el dinero y apuntalar la actividad).
La operación respondió, según los funcionarios oficiales, a necesidades transitorias de «caja» que debieron sortear con un movimiento de fondos. Pero tuvo un impacto en el sistema financiero que no fue nada menor, en un contexto cambiario difícil para el Gobierno, que dio lugar para presumir que se debió a una decisión de política monetaria.
La ANSES tiene actualmente $ 14.300 millones en plazos fijos, que representan el 3% de su Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS). De éstos, unos $ 5.600 millones están depositados en los bancos privados; otros $ 1.000 millones, en agentes financieros provinciales; y unos $ 7.700 millones, en bancos públicos. Esta semana, según pudo confirmar este diario tanto de fuentes privadas como de oficiales, retiró de las entidades privadas unos $ 1.200 millones en plazos fijos que decidió trasladar al Banco Nación. El rendimiento que pagan los bancos públicos es, en promedio, tres puntos porcentuales menor que el del resto del sector.
Influida en gran parte por este cambio de manos en la liquidez, la Badlar privada (el retorno que ofrecen los bancos por los depósitos superiores al millón de pesos a 30 días) mostró este martes un repunte de 75 puntos básicos y se ubicó en el 21,18%, un máximo en casi cinco meses. Si bien al día siguiente volvió a retroceder parcialmente, el saltó confirmó una tendencia alcista que empieza a afirmar las tasas de interés promedio del sistema financiero y que parece ir a contramano de la política «heterodoxa» del Central en sus licitaciones de deuda. Un ajuste en el retorno que ofrecen los bancos por sus depósitos genera incentivos para que las empresas y los ahorristas guarden su dinero dentro del sistema y haya menos efectivo como circulante en la economía. Con las modestas bajas de tasas que aplicó a mitad de enero, Vanoli pretendió iniciar un proceso de abaratamiento de la liquidez para dinamizar el crédito y apuntalar la actividad. Pero el repunte del «blue» y la fuerte demanda de dólares que se sintió en el mercado cambiario, tanto en las ventanillas de la City como en la rueda mayorista, lo obligaron a postergar sus pretensiones, con más restricciones y una suba en la tasa de plazos fijos en dólares y de las Lebac en moneda extranjera.
Con todo, la explicación que dan en el Gobierno sobre el retiro de depósitos de la ANSES no tiene que ver con un viraje en el manejo de la política monetaria frente a la creciente presión cambiaria. Según explicaron a este diario, el organismo que debe resguardar el dinero de los jubilados debía recolectar liquidez para afrontar en estos días una suscripción del programa Pro.Cre.Ar, que da créditos hipotecarios a familias. Como sea, el movimiento de pesos tuvo un impacto monetario levemente ortodoxo que podría haber ayudado al BCRA en una primera quincena del mes complicada, y que en los últimos cuatro días lo hizo vender casi u$s 200 M.
Fuente: http://ambito.com/noticia.asp?id=778773