El Gobierno analiza emitir un decreto para vender las acciones de empresas que están en manos de la Anses para afrontar las deudas que mantiene con los jubilados que ganaron o mantienen litigios por reajuste de haberes. El titular del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), manejado por el ex Goldman Sachs Luis Blaquier, ya negocia con directivos de las compañías en donde tiene presencia el organismo previsional para que recompren esos activos, aunque tampoco descarta llevar adelante una oferta pública inicial (OPI) en el exterior para obtener dólares contantes y sonantes.
El director ejecutivo de la Anses, Emilio Basavilbaso, recordó ayer que “el volumen de juicios es muy grande; hay 50.000 con sentencia firme y los vamos a pagar este año, mientras otros 300.000 juicios están dando vueltas”. En ese sentido, advirtió que “estamos pensando si tiene sentido que la Anses tenga acciones en tantas empresas o si hace más el sentido que ese dinero se utilice para planes sociales o para dar alguna contención”.
La medida podría ser implementada mediante un decreto de necesidad y urgencia (DNU) “habida cuenta de que el FGS del Régimen Previsional Público de Reparto fue creado, precisamente, a través del decreto 897, de julio de 2007”, consignó ayer la agencia estatal Télam. La otra vía jurídica consiste en un proyecto de ley que anule una norma sancionada el año pasado, por la que se impide la venta de estas acciones a menos que el Gobierno cuente con dos tercios en ambas Cámaras.
Además de las inversiones en proyectos productivos y de infraestructura (como el Pro.Cre.Ar), plazos fijos y bonos, la Anses detenta acciones de más de medio centenar de empresas por unos $90.000 M, aproximadamente el 13% de los $700.000 millones con los que está conformado el FGS.
La primera de las alternativas que analiza Blaquier es que las empresas recompren directamente los porcentajes que están en manos de la Anses, que llegan hasta 31% en el caso del Banco Macro. En ese sentido, el funcionario ya mantuvo contactos con directivos de Siderar, Molinos, el Banco Galicia y el BBVA, que le dieron el visto bueno a la iniciativa.
A las compañías les serviría porque de esta manera pueden volcar parte de su liquidez en activos y, de paso, sacarse de encima la molesta presencia del Estado en los directorios.
La otra alternativa que barajan Blaquier y su equipo es vender las acciones en el exterior para hacerse de dólares mediante una oferta pública inicial (general o restringida) en el mercado internacional, que para los mercados sería un proceso más transparente, porque permitiría participar a todos los inversores que quieran.
El problema es que si la venta se realiza de esta manera, las empresas corren el riesgo de que se desplome el precio de sus acciones por el considerable volumen que posee el organismo previsional. El FGS tiene invertidos 15.573 millones en el Banco Macro, 12.907 millones en Telecom Argentina, 9.680 millones en el Grupo Financiero Galicia, 9.161 millones en Siderar y 4.465 millones en el BBVA Banco Francés.