El economista estadounidense Steve Hanke elabora un índice propio tomando los mercados del dólar paralelo en varios países, incluyendo Argentina, para determinar el real aumento de precios. En lista están además Venezuela, Egipto, Siria y Corea del Norte.
El hombre que en 1989 conoció al ex presidente Carlos Menem y, algunos años después, le propuso crear una caja de conversión para paliar la inflación que vivía la Argentina (la tan mentada Convertibilidad que Domingo Cavallo ejecutó) está de regreso. El economista estadounidense Steve Hanke, de la Johns Hopkins University y Cato Institute, elabora un índice que mide la "real" inflación que esconden los países con tipos de cambio paralelos.
En esa lista está, por supuesto, la Argentina. En la última actualización a fines del año pasado, Hanke estimó que la inflación implícita del país orilla el 50%. El economista elabora su "Troubled Currencies Project" o algo así como "proyecto de monedas en problemas" que recoge datos del tipo de cambio en el mercado paralelo para estas monedas y estima las tasas de inflación implícitas de cada país.
Para el caso argentino, Hanke dice que hay una inflación "escondida" del 48% anual cuando el Gobierno sólo admite algo más del 10%. Los datos que toma son el tipo de cambio del mercado paralelo y la tasa de inflación en EEUU.
De todas formas, el caso de la Argentina no es el peor de la muestra. También existen mercados paralelos del dólar en países como Venezuela que escondería una inflación del 261% según el trabajo de Hanke cuando oficialmente el gobierno de Nicolás Maduro admite un 54%. Siria, Corea del Norte y Egipto completan la lista con tipos de cambio paralelos que esconden tasas de inflación mayores a las oficialmente publicadas.
"Para los académicos, el término 'moneda en problemas' podría ser un término técnico. Pero para las personas que se enfrentan a esa divisa, saben reconocerla cuando lo ven. Hoy en día, este es el caso para millones de personas en todo el mundo, sobre todo en Irán, Corea del Norte, Argentina, Venezuela, Egipto y Siria", escribió Hanke en Business Insider.
"Una moneda con problemas es una en la que los usuarios han perdido la confianza. Cuando los usuarios ya no creen que una moneda mantendrá su poder adquisitivo, tratan de cambiarla por una moneda extranjera estable (o materias primas). A medida que la demanda de la 'moneda con problemas' se evapora, su valor frente a las monedas extranjeras estables se colapsa, y los precios de los bienes y servicios que se venden en la moneda con problemas se disparan", explica.
"Mientras se desarrolla este proceso, las expectativas sobre la capacidad de la moneda para mantener su poder adquisitivo se deterioran, y un ciclo fatal sobreviene", alerta el ideólogo de la Convertibilidad.