El índice VIX, que mide la volatilidad de los mercados, se disparó 15% a los 32 puntos debido al estrés financiero provocado por el colapso del Silicon Valley Bank y el desplome del 25% en las acciones del gigante Credit Suisse
La creciente volatilidad en los mercados financieros globales está repercutiendo en las naciones emergentes, ya que los inversionistas están buscando refugio en medio de una nueva crisis en Credit Suisse Group AG.
Una de las referencias para determinar el “miedo inversor” o el grado de “aversión al riesgo” es la evolución del índice VIX o índice de volatilidad, que este miércoles subió en Wall Street un 15% a 32 puntos, su nivel más alto desde un máximo desde octubre del año pasado.
Este indicador marca el grado de aversión al riesgo de parte de los inversores y el 9 de marzo se asentaba en los 19 puntos. Esto deteriora el flujo de fondos que se destina a países emergentes, pues a mayor riesgo, el dinero se concentra en activos más conservadores y malogra los precios de acciones y bonos considerados menos seguros, como en el caso argentino.
La aversión al riesgo en medio de una etapa inflacionaria y el descrédito inversor impulsa un generalizado desarme de carteras, principalmente en economías emergentes a las que se suman otras problemáticas.
En las crisis globales “nunca se sabe por dónde empiezan y hasta dónde llegan. Esta crisis arrancó porque un banco en Estados Unidos vendió una cartera de bonos para hacerse de liquidez”, dijo Javier Timerman, socio de Adcap Grupo Financiero. Y sostuvo que “todo ocurre por la caída muy brusca de la tasa a nivel mundial producto de la pandemia y una suba aceleradísima después. Eso destruye cualquier portafolio y crea mucha incertidumbre”.
El índice VIX fue el primer referente para cuantificar las expectativas del mercado respecto a la volatilidad. Sin embargo, el índice es prospectivo, lo que significa que solo muestra la volatilidad implícita del S&P 500 (SPX) durante los siguientes 30 días.
El VIX se calcula utilizando los precios de las opciones del índice SPX y se expresa como un porcentaje. Si el valor del VIX aumenta, es probable que el S&P 500 caiga, mientras que si el valor del VIX disminuye, es probable que el S&P 500 se mantenga estable.
No se puede conocer la volatilidad actual con antelación, por lo que el VIX funciona mejor junto con el análisis histórico de las líneas de soporte y resistencia.
En ese marco, el índice CBOE Emerging-Market ETF Volatility, el equivalente al VIX para las acciones de los países en desarrollo, se elevó 15,5 puntos porcentuales en la apertura, rumbo a su mayor alza de un día desde enero de 2022.
“La negativa percepción se produce después de la debacle en Credit Suisse que siguió al colapso de algunos bancos regionales estadounidenses, lo que dejó a los inversionistas preocupados por posibles repercusiones. Los rendimientos de la deuda pública se desplomaron a nivel global luego de que muchos operadores desecharan las apuestas de alzas de tasas adicionales y comenzaran a descontar recortes de tasas por parte de la Reserva Federal y otros bancos centrales importantes”, indicó Bloomberg.
“Estamos entrando en un territorio desconocido” en medio de preocupaciones por el sector bancario, temores de recesión y factores técnicos en medio de órdenes para limitar las pérdidas e impactos por el valor en riesgo (value-at-risk, o VAR), dijo Hari Hariharan, director ejecutivo de NWI Management, con sede en Nueva York. “Abróchense los cinturones de seguridad y recen”.
Barings Limited adoptó cautela frente a la deuda de mercados emergentes y dijo que el colapso del banco estadounidense Silicon Valley Bank y la crisis en Credit Suisse conllevan el riesgo de una reacción en cadena en medio de los problemas que enfrentan las empresas para acceder a financiación.
En la Argentina, el índice accionario S&P Merval cayó un pronunciado 4,8%, a 209.824 unidades como cierre provisorio liderado por papeles financieros y energéticos mediante la influencia de los ADR en Nueva York.
Los bonos soberanos en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) cayeron un 1,4% promedio liderados por las emisiones dolarizadas ante una mayor aversión al riesgo global, aunque de manera intradiaria llegaron a marcar un pozo del 2,7 por ciento. Y el riesgo país medido por el banco JP Morgan se disparaba 74 unidades, a 2.397 puntos básicos, el nivel más alto desde finales de noviembre último.
En América Latina, los pesos de Chile, Colombia y México cayeron al menos 1,9% frente al dólar. Las acciones del sector bancario lideraban las pérdidas en la bolsa de valores mexicana, mientras que el índice bursátil referencial de Brasil era arrastrado a la baja por empresas relacionadas con el sector de productos básicos. Los diferenciales soberanos de Bolivia subían, con lo que la deuda del país superaba el umbral para ser considerada en estrés financiero.
“En el segmento de mercados emergentes, esto una vez más expone al mercado a verse afectado por riesgos fuera del control de los encargados de política monetaria locales”, dijo a Bloomberg Robert Hoodless, estratega de divisas de InTouch Capital Markets en Londres. “Por ahora, el mercado sigue estando en el ojo del huracán”.