La inflación de septiembre fue del 1,9% y la meta del Banco Central para este año fue incumplida en sólo 9 meses. Analistas y operadores consideran que esto va a retrasar la baja de la tasa de referencia, en 26,25 desde abril.
El Banco Central (BCRA) ya había adelantado que el dato sería malo y los índices de alta frecuencia lo confirmaban, pero la publicación del Índice de Precios al Consumidor de septiembre confirmó con su 1,9% de avance que la meta de inflación de este año, de entre el 12% y el 17%, fue incumplida en sólo 9 meses. Más aún, el dato de inflación núcleo que excluye precios regulados y estacionales-que más atención se lleva porque es el que mejor muestra los resultados de la política monetaria también aceleró a 1,6% en el mes frente al 1,4% de agosto. Con la confirmación del dato analistas y operadores empezaron a recalcular sus proyecciones para el momento en que esperan que empiece a bajar la tasa de referencia, en 26,25% desde abril.
«Seguramente recalculemos», dijo a El Cronista Miguel Zielonka de Econviews, que esperaba la primera baja de tasas para noviembre. «Es probable que se postergue todo el proceso un par de meses», agregó.
En el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que elabora cada mes el BCRA los encuestados modificaron al alza sus expectativas de tasa de política monetaria, el centro del corredor de pases a 7 días que se mantiene en 26,25%, para el mes de octubre. Así, el consenso de los analistas retrasó a noviembre la expectativa del primer recorte a esa tasa y elevaron la expectativa para el cierre de año a 25,50% (75 puntos básicos por encima del relevamiento previo).
Ayer, operadores daban por muerta la baja de tasas de noviembre.
«La curva de Lebac actual muestra una reducción muy gradual de las tasas de interés hasta febrero, donde la forward (la tasa que resulta de tomar letras cortas y renovarlas todos los meses) a 35 días se encuentra en 25,75% momento en el cual se podrían empezar a observar los resultados de esta política de tasas reales fuertemente positivas», dijo Belisario Álvarez de Toledo de Consultatio Asset Management.
«Una parte del mercado había puesto fichas a una baja de la tasa de política monetaria este año y con ello a una baja de las tasas cortas de Lebac», dijeron en la mesa de un banco. «Ahora lo que queda claro es que no vamos a ver una baja de la tasa de pases este año y, en cuanto a las Lebac, no necesariamente veamos subas pero aumenta el riesgo de que las haya para quienes se fueron a letras más largas», agregaron.
Ayer analizaban en mesas que si bien el dato de 1,9% asusta, el BCRA ya se había asustado de antemano. En agosto, por caso, la entidad conducida por Federico Sturzenegger elevó 190 puntos básicos la tasa de las Lebac a 230 y 260 días, las más largas, hasta dejarlas en 27,35%. Ese apretón monetario, dado el lag de no menos de 6 meses que se le atribuye a las decisiones de tasa, llegaría justo para las alzas de tarifas de principios del año que viene.
El temor a que Sturzenegger suba las tasas cortas, sin embargo, existía ayer entre muchos de los que optaron por cambiar sus Lebac a 35 días por Lebac a junio del año próximo.
«Para acercarse al 1% mensual que necesitan tener de inflación para acercarse al 10% objetivo del año 2018, deberían subir las tasas de Lebac del tramo corto», escribió ayer Soledad Tortarolo de Allaria Ledesma.
«Habrá que ver si con base en este dato el ente monetario redobla la apuesta y sube las tasas de interés para dar una señal al mercado», coincidía en preguntarse ayer un informe de la consultora ACM.
Por lo pronto, en el mercado secundario de Lebac no se vieron movimientos de fichas por parte de la mesa de operaciones del BCRA. Según fuentes del mercado, la entidad se mostró activa como cada día, con la mayor parte de las ventas concentradas en el papel a junio, sin cambios de tasa.