El MAV también busca que los inversores se animen al segmento de pequeñas y medianas empresas.
El l Mercado Argentino de Valores (MAV) quiere acercar a las pymes al mundo bursátil y salió en una fuerte campaña de difusión de los instrumentos disponibles para los sectores productivos pero también está trabajando para que la Comisión Nacional de Valores (CNV) desarrolle nuevas herramientas, facilite requisitos y amplíe el abanico de oportunidades. Al mismo tiempo, el MAV se enfocó en la búsqueda de inversores e intenta seducirlos para que se animen a financiar a las pequeñas y medianas empresas.
Fernando Luciani, gerente del MAV, destacó que «hoy las pymes se financian con dinero propio y eso no es sustentable en el largo plazo». En ese sentido, explicó que «sólo usan cheques de pago diferido» para hacerlo y se preguntó «por qué las pymes no utilizan instrumentos más complejos».
Luciani consideró que en la Argentina existe «la necesidad de empezar a crear una categoría de inversores jerarquizados que estén dispuestos a comprar el riesgo de empresas pyme» y presentó esta propuesta durante su paso por Expo EFI, un encuentro que reunió a los máximos referentes del mercado de capitales de todo el país.
«Las pymes en Argentina no tienen ninguna herramienta genuina de financiación. Hoy se financian con capital propio o con alguna herramienta que el sector público cree. El esfuerzo para financiar una empresa pyme hoy está en cabeza del Estado y eso va desde las obligaciones que tienen los fondos comunes de inversión de comprar cheques y pagarés en Bolsa hasta la línea de inversión productiva del Banco Central. Son esfuerzos del sector público con tasas subsidiadas. Creemos que hoy estamos en una posición y con el deber de empezar a construir una línea de inversores privados que apalanque eso», dijo el gerente del MAV, el mercado enfocado en las pymes con sede en Rosario y proyección nacional.
— ¿Cómo se puede armar un nuevo esquema para que los inversionistas financien a las pymes?
—Primero el Estado tiene que empezar a tener un rol intervencionista de menor grado. Si el Banco Central presta plata al 17 por ciento ni vos ni yo vamos a comprar otro producto. Hay que empezar a equilibrar. Venimos de unos 15 años en donde todo era más intervención y el inversor privado fue más bien desplazado. No es peyorativo esto, sino que si no hubiese habido ese impulso del sector público hoy no estaríamos pensando en esto. Hay que ordenar las variables y tratar de que el financiamiento de las pymes vía estímulos sea de menor relevancia respecto al sector privado, pero para eso también hay que ordenar las tasas. Si miras la curva de riesgo tenés riesgo soberano como el menos riesgoso. A partir de ahí podés tener una empresa de primera línea, luego seguramente hay una pyme que tiene más riesgo. Para que alguien naturalmente la financie va a pedir una tasa mayor. ¿Cuál es el punto de equilibrio? No tiene ni que ser 40 por ciento ni tampoco cero, las dos cosas pasaron hace cuatro o cinco meses cuando hubo empresa que en septiembre se financiaron al 0 por ciento y otras al 40 por ciento en noviembre y diciembre. Eso pasa en Argentina solamente por distorsiones normativas. Hay que recrear una categoría de inversores privados que empiecen a poner plata en esos productos.
— ¿Qué se necesita para seducir al inversor?
—Se necesita una apertura del inversor y del regulador. Hay que empezar a ordenar la curva de tasas y desde la normativa pública tener una apertura a riesgos diferenciales. Hay que ir a un esquema flexible. Hay que pasar de la idea del inversor obligado al inversor jerarquizado que pueda elegir entre diferentes riesgos acorde a su perfil. Eso tiene que ver mucho con el tema de la normativa y hay que trabajar en eso. Hoy la CNV le pide a las empresas pyme una serie de requisitos que son casi equivalentes a los que se pide a una empresa senior. El costo que la pyme tiene que asumir es muy alto y eso hay que modificarlo. Necesitás que tengan una tasa competitiva y que haya privados que compren. Hay que tratar de bajar el costo regulatorio y que el inversor pueda saber qué está comprando.
— En un año convulsionado para la economía, ¿qué espacio existe para que las pymes puedan tomar financiamiento y los inversores destinar fondos para este segmento?
—Desde el punto de vista de las demandas de las pymes, bajando el costo regulatorio y haciendo un proceso de acceso al financiamiento simple va haber montones. Cualquier empresario sabe que financiándose con capital propio tiene un techo bajo, es necesario incorporar mecanismos de financiamiento de terceros. Va haber mucha demanda, incluso porque el contexto lo pide. Se empiezan a tener mayores costos producto de que aumentan los servicios públicos, una cosa razonable pero que impacta en el balance. En una época en donde tenías la noción de servicios públicos gratis, una estrategia de financiamiento muy cuidada era menos importante, ahora cuando se empieza a ordenar eso y te ajustan y tu costo de producción aumenta, y tu posibilidad de aumentar tu producto es limitada, tiene mayor relevancia una estrategia de financiamiento. Hoy es un momento justo y hay que advertirle a la pyme eso. Cuando los márgenes comienzan a ser más finitos tener una adecuada planificación financiera es muchísimo más relevante, es vital porque ya no sobra plata. Hay que ver cómo se hace eso y puede ser financiándose en el mercado de deuda, que es lo más tradicional, con cheques o pagares o con productos más estructurados como obligaciones negociables, acciones pymes. Si modificamos un poquito el esquema de acceso al mercado vamos a ver que hay un corrimiento a ese tipo de productos. Desde el punto de vista de la demanda de los inversores, si hay algo que sobra en la Argentina es dinero líquido. Hay cientos y cientos de toneladas de soja en los campos sin vender, está el blanqueo con mil millones de dólares que se incorporan a las cuentas argentinas. El otro tema es que hay que hacer revisiones de la cuestión impositiva, hoy el inversor privado que invierte en este tipo de producto se lo castiga por ejemplo respecto del plazo fijo. Una persona física que quiere invertir en una pyme, que es el proceso más virtuoso que pueda existir, está gravado impositivamente con IVA, ganancias y demás.
— ¿Cómo puede dar el salto una pyme?
—No podemos pedirle a una pyme que comience a negociar sus acciones con oferta pública en un panel mañana, por eso estamos desarrollando el modelo de financiamiento a partir de la colocación privada de acciones, algo que está regulado en la SEC por ejemplo en Estados Unidos. Una empresa vende sus acciones en un esquema registrado por los mercados pero sin oferta pública y ese es el primer paso. La experiencia líder que tuvimos es Castor Oil. La empresa tenía un excelente proyecto de inversión de innovación y desarrollo para mejorar la semilla de ricino para industrializarla y hacer aceite y generamos una primera ronda de inversión y la empresa pudo levantar una cantidad importante de dólares. Esto hay que replicarlo, se trata de inversores de riesgo que les gusta el proyecto, entienden el riesgo y están dispuestos a invertir de una forma regulada. Entendemos que a Castor Oil hay que ayudarla hoy para que mañana este listada en un panel pyme. Sino pasa como le ocurre a muchas empresas que nunca pueden dar el salto o a las que le va excelente, crecen, termina listando en Nueva York y nunca le permitió a los argentinos ser parte de esa empresa.