Los analistas siguen temiendo que el ritmo de inflación no permita mantener la política de crawling peg que Economía anunció al devaluar el peso en diciembre
Los informes de las principales consultoras locales e internacionales, coinciden en que el primer semestre de la Argentina tendrá una fuerte recesión con caída del consumo e importaciones y que el tema cambiario es el gran dilema del Gobierno. Si quiere acumular las reservas que prometió al FMI debe acelerar la devaluación mensual o acudir a un salto del tipo de cambio. El problema es que, si abandona el actual esquema de devaluación de 2% mensual, tendrá que soportar más inflación y caída de los salarios.
El mercado también opinó el viernes poniendo fin a la caída de los dólares financieros y marcando un piso. Por de pronto, ven lejos el levantamiento del cepo. El ministro de Economía, Luis Caputo, bajó los decibeles de entusiasmo cuando dijo que esto podría suceder “antes de fin de año”, mientras los inversores apostaban a que sería en junio o julio.
La divisa comenzó ofrecida, pero cuando el MEP llegó a $1.035 y el contado con liquidación a $1.075, aparecieron los compradores y los dólares financieros cerraron con alzas de alrededor de 2%.
El MEP se vio favorecido porque el cepo se le abrió y ahora permite a las empresas comprarlo, aunque hayan liquidado sus exportaciones con el dólar soja.
Lo que permaneció inalterable, es la elección de invertir en bonos de la deuda, aunque las preferencias se desplazaron a los Bonares y Globales que vencen en 2035 y 2038 con legislación local y extranjera, que subieron más de 1 por ciento. Estos bonos tienen una paridad algo inferior a 40% contra 45% de los que vencen en 2030. Esta circunstancia hizo que el riesgo país baje 24 unidades (-1,4%) a 1.686 puntos básicos, el más bajo desde Javier Milei asumió la presidencia de la Nación. Nicolás Cappella, trader de Invertir en Bolsa, atribuyó esta mayor demanda de bonos soberanos a que hay más certezas de que el país podrá cumplir con los vencimientos de deuda de julio.
El mayor volumen
El informe de la consultora F2 de Andrés Reschini destaca que el Mercado Libre de cambios MLC “tuvo el mayor volumen semanal de liquidaciones desde la semana del 28 de agosto pasado con USD 2.023 millones operados que le permitió al Banco Central atender la creciente demanda de importadores y terminar con un saldo comprador de USD 754 millones. Esto le permitió atender la demanda creciente de los importadores y mantener la brecha cambiaria en 30 por ciento”.
Sobre los mercados futuros que con sus precios expresan lo que piensan de la política cambiaria, F2 señaló que “coronan una semana con acumulados apenas positivos para la parte media/corta luego de tres ruedas consecutivas al alza. La curva terminó desplazada hacia arriba desde febrero hasta agosto a pesar de que el ministro de Economía aseguró que no habrá devaluación. El mercado, además, comenzó a intensificar la demanda de instrumentos dollar linked (atados a la devaluación) en las últimas ruedas y esto se notó tanto en futuros como en soberanos que incrementaron volumen y cotizaciones. El emblemático TV24, por caso, terminó la semana acumulando ganancias por un 3 por ciento”.
Complicaciones fiscales
Para EconViews “la cuestión cambiaria es la más desafiante. En parte porque la apreciación que estamos viendo tiene complicaciones fiscales. En enero los números de retenciones e impuesto país brillaron entre los ingresos, pero con un peso más fuerte esos ingresos dolarizados pierden peso. Nuestra preocupación es que la Argentina necesita un peso débil. Se puede discutir cuán débil y los tiempos. No nos preocupa el tipo de cambio real de febrero.
Nos empieza preocupar el de abril si la política sigue igual. Se entiende que el Gobierno piensa que no hay que cambiar nada cuando es una máquina de comprar dólares. Nuestra preocupación es prospectiva y sobre todo sabiendo que la demanda de dólares aún está reprimida. Recordemos que la unificación cambiaria no sólo es algo que pidió el Fondo, sino que es parte de la estrategia de normalización”.
La consultora 1816 cree que “es probable que en los próximos meses el Ejecutivo pruebe las aguas relajando distintas restricciones y normativas cambiarias como hizo con el dólar MEP. Una hoja de ruta posible podría comenzar por el límite de compra diario de CCL de USD 200 millones y la obligación de bancarizar divisas cuando se realizan operaciones de MEP y CCL para luego reducir el porcentaje de operaciones liquidadas vía contadas (actualmente en 20 por ciento)”.
Para la consultora Aurum “nos parece cuanto menos temerario seguir manteniendo la estrategia de un crawl muy bajo que va a crear un creciente riesgo de nuevos desequilibrios. Visiblemente, el impacto de la devaluación de agosto de 2019 tanto en la inflación minorista como en la mayorista no es comparable con el brusco impacto del reacomodamiento de precios luego de la devaluación de diciembre de Caputo. Como conclusión, el atraso cambiario podría generar una necesidad de un nuevo salto discreto del tipo de cambio que podría obligar a un nuevo y significativo reajuste de precios relativos”.
Morgan Stanley, el banco de inversión norteamericano, señala que “hay una fuerte defensa del tipo de cambio, mientras soporta un recurrente cuestionamiento a la sustentabilidad de la devaluación de 2% mensual. Las autoridades envían el mensaje de que el ritmo de devaluación provee un ancla nominal que complementa al ancla fiscal, necesarias en una economía bimonetaria”.
La entidad señala que “creemos que las compras de dólares para incrementar reservas tienen lugar en un entorno donde se mantienen controles de capitales y se administran los pagos de importaciones. Cuanto más fuerte sea el peso, más difícil será levantar esos controles. Será clave observar la dinámica de la inflación especialmente en medio de los ajustes de precios regulados que aumentará los costos de las empresas”.
Fernando Marull y Asociados (FyMA) trabajaron sobre una hipótesis. “Haciendo una simulación, y teniendo en cuenta la inflación proyectada por el mercado y asumiendo que, si sigue el crawling peg del 2% mensual, entonces el tipo de cambio de junio ya a llegaría a menos de $630, perdiendo toda la competitividad lograda en la devaluación. Pero el mercado (según ROFEX) espera una aceleración del crawling peg, donde entre marzo y junio aumentarían el dólar a un ritmo del 5% mensual, y en julio al 7%. Así, en este escenario de Rofex e inflación del REM, el dólar igual llegaría a $677 en julio”.
La consultora espera que “el Banco Central acelere el crawling. Lo ideal sería antes de la cosecha de abril, para incentivar las ventas, pero que no supere la tasa de interés del 8.3%. Hoy luce poco probable”.
Lo cierto es que este tema se da en una semana tensa por la licitación de títulos del Tesoro que ofrece un menú amplio con bonos CER y linked dollar y por la del BOPREAL 3, el bono que emitió el Banco Central para pagar la deuda con los importadores. “Los USD 700 millones que quedaron afuera de la licitación del BOPREAL 2 se pueden orientar a este título aunque hoy por hoy los importadores se inclinan por el CCL ya que no hay casi diferencia en el tipo de cambio a que cotiza el título con el billete” pronosticó el trader Nicolás Cappella.