Los operadores, no obstante, destacaron que la avidez de divisas está controlada ya que los compradores no están dispuestos a pagar cotizaciones desproporcionadas
“La demanda de dólares aumentó; es un hecho”, dijo un operador de dólares alternativos de una de las grandes mesas de dinero. “Pero también es un hecho que los compradores, que superan a los vendedores, no están dispuestos a pagar sumas desproporcionadas. Hay demanda controlada. No es una avidez desmedida y tiene que ver con que se ven venir más medidas restrictivas para la actividad de varios sectores”, agregó.
Por eso, intervino otra vez el Banco Central. No fueron apariciones desmesuradas como las de antes, “pero se hizo sentir con elegancia”, como dijo a Infobae con ironía otro operador, a través de la venta en dólares de Bonos AL30D y AL30C.
La suba de la divisa no alteró el humor de los tenedores de Boncer, los títulos que ajustan por la inflación y que llevan acumuladas ganancias en dólares por 21% en lo que va del año y si se mide el carry trade -operar en pesos para después tomar las ganancias en dólares- desde octubre, los inversores llevan acumuladas ganancias en divisas por 30%. El poder de los bonos en pesos, supera al de los bonos en divisas. Todos los Boncer subieron de manera notable. En particular el que vence en 2024, que aumentó 2,35%. El que vence en 2023 subió 1,23%.
El monto de negocios en el dólar Bolsa o MEP creció 20% a USD 28,1 millones y en la plaza oficial, que tiene un cepo que impide que los compradores se queden con un saldo a favor de más de USD 100 mil nominales en bonos, que equivale a USD 37 mil en billetes, subió 11 centavos a $ 143,77 debido a las ventas del Central. En la plaza libre, donde el bono que se utiliza es el GD30D, el dólar cerró en $ 143,86, el mismo valor del día anterior.
El contado con liquidación tuvo más movimiento. En el mercado oficial aumentó 43 centavos a $ 148,94 pero en el mercado contado de las mesas de dinero subió $ 1,70 a $ 150,40.
El dólar “blue” o libre, que ya está totalmente aplastado por falta de movimiento, perdió 1 centavo y cotiza a $ 139.
En la plaza mayorista, continuó firme el anclaje. El dólar subió tan solo 5 centavos a $ 92,34 con lo que se confirma que a lo largo de abril la suba del dólar rondará $ 1,60 y cerrará en $ 94, o sea la devaluación será inferior a 2%. Las liquidaciones de los exportadores siguieron por debajo de los USD 200 millones, pero el Banco Central pudo comprar USD 85 millones y elevar sus reservas en USD 40 millones a 39.748 millones.
Los bonos de la deuda emitidos en dólares con ley extranjera cedieron a pesar de que la tasa de los Bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años bajó a 1,65%. De esta manera, el riesgo país volvió a romper el techo de los 1.600 puntos al aumentar 11 centavos (+0,7%) a 1.609 puntos básicos. Los títulos estuvieron a contramano de los bonos de la región.
Las intervenciones del Banco Central en el mercado de dólares alternativos los empujó hacia la baja, porque es la manera que tiene de controlar el precio del dólar.
La Bolsa tuvo una rueda con un mediano monto de negocios por $ 846 millones. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, no pudo sostener las leves alzas con las que abrió y terminó 0,40% abajo. Con el correr de las horas, al trascender las restricciones por la pandemia, el ambiente se puso más pesado. Los papeles que más sintieron el mal humor de los inversores fueron Transportadora Gas del Sur (-3,54%), BBVA (-2,24%) y Banco Macro (-2,23%). Las subas más destacadas fueron las de Loma Negra (+2,24%), Grupo Valores (+1,84%) y Telecom (+1,77%).
Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron otra rueda de elevado volumen de negocios al operar $ 2.051 millones. Los certificados argentinos soportaron una rueda negativa donde los papeles que más perdieron fueron los de Despegar (-4,85%), Central Puerto (-4,76%) e IRSA (-3,67%).
Para hoy se espera que las medidas de restricción anunciadas por el Presidente Alberto Fernández incidan negativamente en los mercados. De hecho, sectores que venían en recuperación como los shoppings, a pesar de que solo permitían la entrada de 30% de su capacidad, gastronómicos y hasta delivery, porque después de medianoche habrá un cuasi toque de queda, serán los más afectados y arrastrarán al resto de las actividades, la hotelería incluida. Por supuesto, los inversores operarán pensando que el Gobierno elevará subsidios lo que aumentará el gasto público y podría haber emisión para soportar esta etapa que se podría trasladar a precios y al valor del dólar. Todas son suposiciones. La verdad la dirá hoy el mercado.