En términos de dólar, el Merval registró una ganancia aproximada de 298%, pasando de 320 puntos en 2012 a los 1272 puntos de hoy.
Se cumplen en 2017 cinco años del inicio del bull-market que llevó al Merval desde niveles cercanos a los 2100 puntos hasta los niveles actuales de 20.000 puntos, lo que implica una suba del 850% en pesos. En términos de dólar, el Merval registró una ganancia aproximada de 298%, pasando de 320 puntos en 2012 a los 1272 puntos de hoy.
Por aquel entonces, el mercado de deuda para Argentina estaba cerrado, con el costo de endeudamiento por encima del 14% anual (el EMBI valía por encima de los 1350 puntos). En aquel momento estaba en plena vigencia el cepo cambiario, vivíamos en default dado el conflicto pendiente con los holdouts, había caída de reservas y se iniciaba una recesión que se prolongaría por los próximos cuatro años.
Pero desde allí comenzó un fuerte mercado alcista o bull-market que se potenció luego con la derrota electoral legislativa que sufrió el FPV de la mano de Sergio Masa a mediados de 2013 y se vio alimentado por la creciente expectativa de un cambio en la política que implicara un nuevo rumbo económico.
La gran suba de las acciones en estos últimos años, potenciada luego por la euforia de las Lebacs en 2016, hizo que se amplíe la cantidad de participantes en el mercado local y que más cantidad de agentes se animen a invertir en bolsa, si bien es cierto que no es significativo el incremento del volumen aunque se nota una leve tendencia al alza.
El hecho de que el inversor menos informado haya llegado a la bolsa es entendido como una señal de alerta, sumado a que se nota una cierta euforia en el mercado y en los participantes tanto a nivel local como internacional. En concreto, el humor en el mercado cambió y se perciben señales de agotamiento de la tendencia del Merval y de muchas acciones. El mercado apostó mucho a un cambio y actualmente existe en el ámbito bursátil una importante saturación en la fase de acumulación de expectativas. ¿Qué muestra el Merval de cara a las próximas semanas?
Las debilidades sobre el cierre de la semana pasada llevó a que el Merval dejase una señal bajista en términos semanales, una señal que se ha visto en cada uno de los ajustes importantes que transitó el índice local desde el inicio del bull-market en 2012. A su vez, la secuencia alcista se muestra completa y por tales motivos es que se elevan las banderas de alerta, con chances de que el índice inicie un proceso de ajuste pudiendo regresar a soportes que lo lleven de regreso a niveles inferiores, recortando parte de todo el avance iniciado en noviembre pasado y rumbo a 17.500-17.200 puntos, e incluso los mínimos de 16.500-16.000 puntos, punto a la media de 200 días, a la parte baja del canal, a la onda 4 de menor grado y al 38.2% de Fibonacci de todo el avance iniciado en noviembre pasado e importante soporte de mediano plazo para el Merval y desde donde las subas deberán ser reanudadas hacia zonas superiores.
Ahora bien, con caídas directas debajo de los 16.000 puntos, un escenario de ajuste de mayor importancia tomará un protagonismo adicional llevando al Merval en busca de regresar a la zona de 13.500-13.000 puntos.
Para postergar el ajuste en cuestión, se requiere ver subas por encima de los 20.235 puntos, anulando dichas señales bajistas semanales y recién ante tal suceso técnico podremos pasar a sugerir nuevas subas en las próximas semanas rumbo a los 21.500-22.000 puntos, extendiendo la última onda de mediano plazo y buscando objetivos superiores, para que desde allí se inicie luego un proceso de ajuste de mediano plazo.
De todos modos, hasta tanto no se dé una anulación de las señales bajistas, deberemos mantener cierta cautela. Por momentos el mercado toma características verticales generando que el índice y las acciones locales se saturen y queden sobre-compradas. Pero contemplando que los movimientos de los activos financieros se dan de forma serruchada y solapada, es natural pensar que se podrán dar ajustes que logren recortar parte de todo el último tramo de avance. El ajuste será entendido como descensos transitorios y como una oportunidad de compra y posicionamiento de mediano plazo.
No consideramos que estemos de frente a un escenario de techo de largo plazo pese a toda las subas que registraron las acciones en los últimos años.