Tras la baja del casi 4,7% del martes, ayer el Merval recuperó 2,8% y cortó una racha de cinco ruedas negativas; incluso la suba se dio con un monto contundente: casi $ 1100 millones en acciones. Si bien en la teoría los rebotes acompañados de volumen son considerados una buena señal, en la City creen que el mercado necesita tener demasiadas certezas antes de que la bolsa vuelva a batir máximos.
Las reformas que envió el Poder Ejecutivo al Congreso, entre las cuales se encuentran el impuesto a la renta financiera, es uno de los temas que más inquieta a los inversores, en especial, a los grandes fondos extranjeros. Mientras tanto, sobran especulaciones sobre las empresas que podrían ser salpicadas durante las causas que que enfrentan ex funcionarios kirchneristas.
Uno de estas compañías es Banco Macro, cuyos papeles subieron 2,9%, poco en relación a la caída de 13% de la víspera. El mayor ascenso fue para Endesa Costanera, el 11%, acción que también había perdido mucho en la rueda previa. En este caso, fue más que un rebote porque la caída había sido de 8,6%. Otras ganadoras fueron Distribuidora Gas Cuyana y Edenor: sumaron 8,9% y 8%, respectivamente.
Gustavo Neffa, socio y director de Research for Traders, sostuvo que ayer «aparecieron compradores», ya que cuando el mercado baja fuerte aparecen las oportunidades, sin embargo advirtió que «esto no significa que vaya a haber cambio de tendencia». En sintonía, recordó que esos mismos compradores son también los primeros que venden. «No me agarraría de este rebote para decir que todo el ciclo de bajas terminó. Empezamos a ver más selectividad», agregó Neffa.
Por su parte, el operador de Mayoral Rubén Pasquali, subrayó que aunque el descenso del martes implicó un monto de más de $ 800 millones una cifra considerada alta dado que días atrás el mercado movía un promedio de $ 400 millones, el repunte de ayer fue acompañado por un monto mayor. «Los libros dicen que una suba con incremento de volumen es una buena señal. De todas maneras, vivimos en Argentina. Más allá de que estábamos esperando una toma de ganancias, noviembre suele ser un mes de bajas y existen muchos motivos para justificar las pérdidas, empezando por las reformas y siguiendo por los problemas del Gobierno para achicar el déficit, todo en un proceso de ebullición con un mercado en máximos. Era lógico que pasara», indicó.
En cuanto a las dudas que surgen sobre la relación del Macro con alguno de los casos de corrupción, en la plaza porteña aclararon que el banco presentó «un muy buen balance» y que «habrá que ver si el mercado puede separar entre las responsabilidades de individuos y de la propia entidad».