El productor está vendiendo más de soja que 2014. Pero también aumentó las operaciones “a fijar”, es decir que esperan precio para cancelar el negocio. Este asciende al momento en 11 millones de toneladas, un 83% más que el ciclo anterior. Dicho volumen representa ingreso de divisas por 4.000 millones de dólares.
Los datos fueron confirmados por la Dirección de Mercado de la cartera agropecuaria donde se puede percatar que hay casi 5 millones de toneladas de porotos más que esperan precio. El año pasado en esta misma fecha era de 6,18 millones.
“El productor vende por necesidad, lo cierto es que nunca vende a la suba, vende a la baja”, señaló el director de Agripac, Pablo Adreani.
La foto de hoy muestra un mercado más bajista que alcista. Los casi 60 millones de toneladas a cosechar a partir de los buenos rendimientos, sumado a los 94 millones de Brasil, es una presión para los valores. Más aún con el buen avance de la siembra en los EE.UU.
Por lo pronto hay puts noviembre para los que decidan no vender al mismo precio de hoy (u$s220).
Para el director de Kimei Cereales, Javier Buján “no se debe descartar una soja entre los 210 o 215 dólares más allá del tipo de cambio al cual no le veo grandes cambios”.
El productor pareciera “estar esperando los $2.000 para salir a vender. Con los actuales valores muchos pierden”, dijo la analista de mercado, Lorena D‘Angelo.
La semana pasada 2,17 millones de toneladas pasaron a la exportación, un volumen superior a los 1,6 millones de los últimos días de abril.
En definitiva el chacarero sigue esperando mientras opta por otros mecanismos para hacer frente a los gastos de la campaña. Lo cierto también es que la capacidad de pago de las cerealeras hoy está por debajo de la fas teórico -menos retenciones- que al viernes era de 225 dólares, paga 218, según relevo el último informe semanal de la Bolsa de Comercio de Rosario. Pero como se dijo antes, el productor decide la fecha de cuando cancelar la operación. Un riesgo que por ahora apunta más a la baja que a la suba.