La divisa informal aumentó casi 11% en lo que va de junio y 23% en los últimos tres meses. Algunos analistas consideran que la virtuosa conducta fiscal de la primera parte del año podría virar hacia una mayor expansión monetaria y fiscal
El dólar libre terminó la semana operado en los $174 después de ocho meses, con un incremento de 17 pesos o 10,8% en lo que va de junio. Detrás de este movimiento alcista hay varios factores que apuntalaron a la divisa en el circuito informal.
1) Inflación elevada. La cotización del dólar “blue” venía retrasado respecto del aumento del Índice de Precios al Consumidor del Indec, si se toma en cuenta que el valor del billete recién está superando los niveles del cierre de 2020, y sigue casi 11% debajo de la cotización récord del 23 de octubre pasado, a 195 pesos. El primer semestre del año anota una inflación próxima al 25%, contra un alza acumulada de 4,8% para dólar “blue” en 2021.
“En mayo, la inflación nacional fue de 3,3%. De esta forma, aumentó 48,8% en la comparación interanual y acumuló 21,5% en los primeros cinco meses del año, la mayor para este período desde 2016”, resaltó un informe de Ecolatina.
“Hay que tener presente que este 3,3% todavía luce alto si tenemos en cuenta que ocurre mientras el tipo de cambio se devalúa solo al 1% mensual, las tarifas están prácticamente congeladas, las paritarias salariales se vienen negociando en torno al 30% y la política fiscal y monetaria son contractivas”, subrayó Javier Casabal, estratega senior de renta fija de AdCap.
2) Calendario electoral. Es habitual en la Argentina que ante la proximidad de las elecciones se produzca una mayor dolarización de carteras no solo de empresas y grandes inversores, sino también de pequeños ahorristas, como medida precautoria ante eventuales movimientos cambiarios luego de los comicios. En este caso, es de prever que aportará cierta presión a la demanda informal -un mercado pequeño y volátil- el cobro del medio aguinaldo.
Se destaca que el BCRA mantuvo en el primer semestre del año una estrategia de firme contención de la expansión de la Base Monetaria y su principal componente, el dinero en circulación, que justificó la gradualidad observada en la devaluación del peso.
A la vez, el Tesoro procuró este año obtener financiamiento a través de la colocación de sus propios bonos en lugar de abusar de la emisión espuria de la entidad monetaria. Algunos analistas consideran que esta conducta virtuosa podría virar hacia una mayor expansión monetaria y fiscal al acercarse las elecciones. Por lo tanto, la inyección de más pesos en la calle impulsaría una corrección alcista para el “blue” de aquí a fin de año.
“Si miramos el tipo de cambio implícito en bonos (contado con liquidación), la suba mensual promedio de 5,4% se ubicó por encima de la inflación tras seis meses de apreciación real. Recordemos que a los importadores se les permite afrontar sus pagos en dólares a través de este mercado”, explicó un informe del centro de análisis económico Equilibra.
“Seguimos pensando que a pesar de que la brecha podría subir transitoriamente -por efecto estacional vinculado al pago de aguinaldos o a mayor dolarización de portafolios antes de las elecciones, por ejemplo- el Central no escatimará en esfuerzos para contenerla en torno al 75%”, añadió Equilibra.
“Hay que seguir el día a día. Hasta ahora, los inversores que no iban al dólar, se protegían con activos CER. Pero si la inflación de mayo marcó 3,3% y este guarismo funcionara como ‘techo’, entonces el interés por los bonos CER podría disminuir. Y si bien en un marco de inflación descendiente, el dólar debería aflojar, también es cierto que podría terminar siendo el resguardo de la gente. Es un mercado muy dependiente”, sintetizó Nicolás Chiesa, director de Portfolio Personal Inversiones.
“Sigue la estrategia de pisar al dólar mayorista por parte del BCRA, a modo de desacelerar la inflación y además habitual en una etapa electoral. Más allá de los amagues que comienzan a mostrar los dólares financieros, éstos rápidamente se esfuman ya que las intervenciones continuarían buscando ‘plancharlos’ – y así mantener la brecha estable – ya que los mismos objetivos se encuentran vigentes entre dichas referencias”, recordó el economista Gustavo Ber.
3) Los granos recortan la suba. Las exportaciones de granos (soja, trigo y maíz) y sus derivados industriales (aceites, harinas, residuos) aportan cerca del 40% de las divisas que genera el comercio exterior y por el pago de retenciones, también apuntalan la mejora de la recaudación de la AFIP.
Esta semana, la tonelada de soja volvió a operarse debajo de los USD 500 para los contratos más negociados en Chicago, con entrega en julio. Ahora, en USD 469 para los contratos de referencia, con entrega en septiembre, la oleaginosa transita una baja de un 22% desde sus precios máximos de mayo.
“El Banco Central conserva ‘poder de fuego’ en el mercado cambiario, pero ante un menor exceso de divisas del campo por cuestiones estacionales, será también importante monitorear la evolución del tipo de cambio en la segunda mitad del año”, explicó el agente de liquidación y compensación Neix.
Si bien se sostienen en una zona de precios no vista desde 2014, la baja reciente en la cotización de los granos e industrias derivadas recorta las proyecciones de ingreso de divisas a la economía para lo que queda del año. Y la proyección de menos dólares en la economía induce a un empuje alcista para los dólares paralelos, es decir aquellos que se transan por fuera del control de cambios oficial, como el “blue” y las paridades bursátiles del “contado con liquidación” y el MEP.
Fortaleza del real
No todos son datos desfavorables que atentan contra el equilibrio cambiario. Un sostén importante para la estrategia del Banco Central argentino se relaciona directamente con que el dólar en Brasil llegó a operarse debajo de los 5 reales por unidad, la cotización más baja desde el 10 de junio del año pasado.
En este sentido, una revalorización del real brasileño contribuyó a mejorar la competitividad de la Argentina con un socio comercial protagónico y, a la vez, fue un factor importante para que el BCRA suavizara en los últimos meses la devaluación del peso sin deteriorar la cuenta corriente, a pesar de la elevada inflación.
Delphos Investment sostuvo que “a sólo cinco meses de las elecciones, los dólares paralelos no lograron perforar el rango de 7% / 4% por sobre el dólar solidario y convergen al promedio”, aunque “esta vez el oficialismo cuenta con viento a favor que permitiría transitar este camino de atraso cambiario hasta que el contexto regional se lo permita”.