Los bonos de la deuda subieron menos que el dólar y el indicador subió 26 unidades y quedó en 1.623 puntos básicos. El punto más alto se había registrado en los primeros días de setiembre pasado, cuando había llegado a los 2.151 puntos
El Banco Central cambió la estrategia su nivel de intervención en el reducido mercado oficial sigue en aumento. Comenzó a pagar más por el dólar MEP en dólares de lo que lo vendía contra pesos. Continuó con este plan hasta el final de la rueda para que ambos dólares financieros finalizaran la rueda sin cambios.
De esta manera, el dólar MEP con USD 37,3 millones negociados subió 29 centavos a $ 165,71 y el contado con liquidación que operó USD 57,4 millones quedó sin cambios en $ 166,16. En otras palabras, no hubo brecha entre el dólar que se negocia en el mercado local y el que se coloca en cuentas del exterior. Los que giran hasta USD 15.000, agradecidos porque el precio está casi al mismo nivel que el dólar solidario.
Pero nada de esto fue gratis. La intervención del Central con el AL30C, el dólar cable, se duplicó respecto al viernes y tuvo que echar mano a USD 17 millones nominales que equivalen a USD 6 millones en efectivo que salieron de las reservas de la entidad. El salto es importante, el lunes de la semana pasada, primer día del “supercepo”, la intervención habías sido de USD 500.000 dólares. Ahora se sextuplicó la cifra.
En el mercado del GD30, el dólar MEP cerró en $ 167,80 y el contado con liquidación en $ 173. Pero en el Senebi, donde las manos grandes negocian directamente con los agentes de Bolsa, el dólar tuvo valores distintos. El MEP se operó a $ 169 y el contado con liquidación a $ 178,50. En una semana, este dólar aumentó $ 7 (+4%). De todas maneras, el informe de Buenos Aires Valores (BAVSA) destaca como se achicó el mercado porque antes de las nuevas regulaciones el AL30C operaba más de USD 45 millones nominales promedio.
El “blue” en una semana subió $ 3 a $ 180, el valor al que cerró ayer al aumentar $ 1. En otras palabras, los dólares financieros vienen creciendo a un ritmo mayor al del dólar libre. El sector privado se está cubriendo con la divisa en sus distintas formas.
Y la diferencia está en que el precio entre el MEP y el contado con liquidación que se negocian con el AL30, que es el que controla el Banco Central, la diferencia de precio es de menos de $ 1 y en el Senebi esa brecha alcanza a $ 9. Se utilizan las Letras del Tesoro de Descuento en sus versiones D (dólar) y C (cable) para operar y se negocian más de USD 5 millones diarios, cuando antes de las regulaciones este bono no superaba el millón de dólares, como lo señala el informe de BAVSA que analiza los cambios después del endurecimiento del cepo. Una de las consecuencias es que el dólar operado con el GD30 ya no es referencia y se ha creado un mercado que es menos transparente. Por eso BAVSA recomienda guiarse por los precios “implícitos en acciones y el de Ledes en contado con liquidación”. Actualmente se utiliza la Ledes que vence el 31 de julio.
La diferencia entre el Senebi y los otros mercados, es que no tiene límites de montos para operar. En cambio, con el GD30 y el AL30 ningún inversor puede superar la semana con un saldo a favor superior a USD 50 nominales que equivalen a USD 15 mil.
En la plaza mayorista, el dólar subió 9 centavos a $ 96,31, porque contabilizan en el ritmo devaluatorio al sábado y domingo. El Banco Central, de todas maneras, pudo comprar USD 60 millones, pero las intervenciones en el mercado cambiario y la baja del oro y otras monedas, hicieron que la suba se limitara a USD 13 millones a 42.945 millones.
Los bonos de la deuda con ley local y extranjera tuvieron bajas sensibles porque dejaron de ingresar dólares a Brasil, donde el dólar subió a 5,256 reales y la Bolsa de San Pablo perdió 0,87%. Los bonos locales subieron menos que el dólar y, por lo tanto, el riesgo país creció 26 unidades a 1.623 puntos básicos. No solo perforó el techo de los 1.600 puntos, sino que se ubicó en el nivel más alto desde que el país salió del default en los primeros días de setiembre pasado cuando había llegado a los 2.151 puntos.
La Bolsa no estuvo al margen del derrumbe de Wall Street y el Nasdaq, donde los inversores huyeron del riesgo ante la rápida propagación del cepa Delta del Covid. El Dow Jones perdió 2,09%, el S&P 500, 1,98% y el Nasdaq, 1,06%.
En Buenos Aires con negocios por tan solo $ 773 millones, el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, perdió 1,51%. Los que más padecieron el movimiento fueron Cresud (-6,58%), Comercial del Plata (-3,78%) y Ternium (-3,06%) afectada por la baja del petróleo.
Los ADR’s, certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York, operaron $ 1.695 millones, un volumen que está acorde con el pesimismo que se vivió en el mercado. En un panel que no estuvo totalmente en rojo porque Globant subió 0,07%, las mayores caídas correspondieron a Cresud (-7,13%), IRSA (-4,18%) y Corporación América (-4,32%).
Hoy los inversores estarán atentos a lo que suceda en la licitación de bonos por $ 100.000 millones. El ánimo no es el mejor y eso lo manifiestan en la brecha cada vez más grande que hay entre el dólar que se negocia en el Senebi y el que controla el Banco Central.