Los bonos en dólares se hundieron 4% y los títulos en pesos atados a inflación también cayeron pese a la intervención oficial. Las acciones argentinas bajaron hasta 9% en Wall Street y los dólares negociados a través de la Bolsa treparon 4,5%, con un “contado con liqui” que rozó los $220.
Los bonos públicos y las acciones de Argentina profundizaron las bajas este jueves, en un proceso de intenso desarme de posiciones, ante la fuerte presión inflacionaria que pone en riesgo algunas amortizaciones de la deuda CER, pese a que el Fondo Monetario Internacional (FMI) avaló la política macroeconómica tras una reciente revisión de un acuerdo crediticio.
La tensión financiera se trasladó a todos los segmentos del mercado. Los bonos en dólares reestructurados tocaron nuevos precios mínimos en 17 meses, el riesgo país se disparó sobre los 2.000 puntos por primera vez desde el canje de deuda, el S&P Merval en dólares pasó a negativo en 2022 y los dólares negociados en la Bolsa treparon a su precios más altos en cuatro meses.
Los títulos Globales en dólares, con ley extranjera, renuevan sus precios mínimos desde que salieron al mercado secundario en septiembre de 2020. En la sesión restaron un 4,2% en promedio, mientras que la baja se amplió a un 44% desde que salieron a cotización.
En ese sentido, el riesgo país de JP Morgan, que mide el diferencial de tasas de los bonos del Tesoro de los EEUU con similares emisiones emergentes escalaba a las 19 horas unos 82 enteros para la Argentina, a 2.051 puntos básicos, un máximo intradiario desde la reestructuración soberana, que pulverizó el récord anterior de los 1.991 puntos el pasado 8 de marzo.
Los objetivos trimestrales comprometidos por el Gobierno con el Fondo serán revisados para reflejar el impacto de la guerra en Ucrania, dijo el portavoz del organismo, Gerry Rice, aunque las metas anuales del programa no cambiarán.
“Se profundizan las bajas de los títulos ajustados por CER -atados a inflación-. Todos los bonos con duration con vencimientos a partir del 2023 ya cotizan por encima del 10% sobre CER, en una curva que se aplanó”, explicó en un informe la consultora Delphos Investment.
“El trade de moda colapsó en cuestión de días al acelerarse el desarme de enormes posiciones apalancadas en un mercado que parece no tener la profundidad necesaria para absorber toda la emisión primaria de los últimos meses. Las ventas forzadas se sintieron con crudeza y terminaron ‘rompiendo’ al mercado”, agregó Delphos.
Los agentes financieros coinciden en que la marcada aversión al riesgo global y la dudas económicas más políticas en el plano local son impedimentos sólidos que juegan en contra del mercado de capitales. Un analista comentó a Reuters que “el Gobierno deberá reconocer que encontró un límite al financiamiento del mercado, debiendo por ende buscar mayor asistencia del Banco Central en el futuro”.
El declive de las cotizaciones de los bonos en pesos apenas pudo ser atenuada por la intervención de entes oficiales, tal como consignó Infobae. Tampoco tranquilizaron a los agentes del mercado las declaraciones del ministro de Economía, Martín Guzmán, quien dejó entrever que los inversores buscan “testear” cómo reacciona el Gobierno ante esa situación y desafió: “Nosotros también testeamos a ver cuánto están dispuestos a perder algunos”.
Los títulos atados al CER bajaron hasta 4,1%, encabezados por el TX28. El TX24 cedió 3,9%; el TX26, un 3,2%, y el TX23, un 1,5 por ciento. Estos bonos indexados por inflación acumulan una pérdida de hasta 20% en lo que va de junio.
En la plaza persiste el temor a las dificultades que conllevará cubrir los vencimientos de deuda en pesos hasta 2024, lo que hace que los potenciales compradores de estos instrumentos se mantengan al margen.
Invecq Consultara Económica indicó que “solo a través de títulos atados a la inflación y de muy corto plazo es que el mercado está dispuesto a prestarle pesos al Tesoro. De lo contrario, los inversores perciben el riesgo que implica tomar deuda de un Gobierno debilitado, sin plan económico y con desequilibrios macroeconómicos que se perciben insostenibles”.
“En el mes de junio vencerán otros $600.000 millones, y hasta fin de año serán $3.600.000 millones, de los cuales casi el 75% está atado a la inflación. Ante cada una de estas nuevas licitaciones, será de vital importancia que el Ministerio de Economía obtenga fondos al menos un 25% por encima de los vencimientos para evitar acudir a la asistencia monetaria del Banco Central”, apuntó Invecq.
Sobre los bonos en dólares pesa la escasa acumulación de reservas en el Banco Central, pues los dólares disponibles tendrán un acreedor privilegiado, el FMI, mientras que los bonistas privados quedarán sujetos a la expectativa de una mejora sustancial en el ingreso de divisas para que se garantice el futuro cumplimiento de sus títulos.
Por eso preocupó que el Banco Central se alzó con un saldo a favor de apenas USD 3 millones por su intervención cambiaria, en un mercado mayorista que lució un discreto monto operado, de USD 190,6 millones en el segmento de contado.
“Hoy fue otro día de alta demanda de divisas para el pago de energía, con un saldo de tres millones a favor del BCRA”, confió a Infobae una fuente del mercado.
Si bien la cotización de los productos del agro, puntal de las exportaciones argentinas, alcanzaron este jueves niveles máximos históricos nominales, con una tonelada de soja a USD 652 en el mercado de Chicago, la demanda de divisas de importadores, pago de deuda y también servicios -por fletes y consumos en el exterior- erosiona la capacidad compradora de la autoridad monetaria para reforzar reservas.
El Gobierno de Argentina y el FMI alcanzaron un acuerdo en la primera revisión del programa vigente, por lo que se espera la aprobación del directorio para que el país reciba un desembolso por 4.030 millones de dólares.
En cuanto a las acciones, e índice líder S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires perdió un 1,2%, a 88.869 puntos al cierre, después de haber experimentado una retracción del 1,1% el miércoles. Los principales indicadores de las bolsas de Nueva York retrocedieron hasta 2,8%, otra vez por las pronunciadas caídas de las acciones tecnológicas.
El panel líder de la Bolsa porteña pasó en 2022 a pérdidas de 1,6% medido en dólar “contado con liquidación” implícito en los precios de los ADR argentinos negociados en Wall Street. Y en pesos acortó la ganancia en lo que va del año a un 7% en pesos, frente a una galopante inflación del 30 por ciento.
En Nueva York, las acciones y ADR argentinos se desplomaron hasta 9,3%, encabezados por Mercado Libre. Despegar se hundió un 8,3%; Grupo Financiero Galicia, un 8%; Cresud, un 7,3%, Banco Macro, 7,2%, e YPF, un 5,5 por ciento.
“La pausa en el apetito por las acciones podría verse acentuada por las preocupaciones que despierta el aún largo y sinuoso camino que resta hasta los comicios presidenciales, el cual estará repleto de desafíos económicos y también tensiones políticas que podrían complicar aún más la gestión del Gobierno. Entre ellos se destacan las metas del FMI, los desequilibrios ‘macro’, el roll-over en las licitaciones de deuda en pesos y hasta eventuales renovadas tensiones cambiarias en el segundo semestre, todo ello bajo un calendario electoral avanzando que suele potenciar el clima de cautela de los inversores”, puntualizó el economista Gustavo Ber.
La automotriz General Motors Internacional comenzará a producir en su planta de la provincia argentina de Santa Fe el modelo Tracker de Chevrolet a partir de julio, con una inversión de USD 350 millones, se informó oficialmente.
Los dólares bursátiles saltaron 4,5%
Donde se advirtió una tendencia alcista muy pronunciada, debido al colapso de precios de los bonos públicos en pesos, fue en los dólares negociados a través de activos bursátiles. El “contado con liquidación” avanzó más de nueve pesos o 4,5% a los $219,68 con el bono Global 30 (GD30C), y el dólar MEP llegó a los $217,46 con el Bonar 30 (AL30D), ambos en niveles máximos en los últimos cuatro meses.
En tanto, el dólar libre cerró ofrecido este jueves a $208 en el reducido mercado informal. La divisa “blue” es operada al mismo nivel que su valor que en el cierre del año 2021, aún con un proceso inflacionario desatado.
El dólar mayorista ganó 16 centavos a $121,62, lo que deja a la brecha cambiaria con el informal en el 71%, en una plaza regulada por el BCRA desde la misma apertura y con lo complejo que se le hace reforzar sus reservas como versa en el compromiso con el FMI.