El Gobierno no pagó un remanente de bonos defaulteados que debía cancelar ahora y algunos acreedores irían a la Justicia de Nueva York por la letra chica de la negociación de 2020
Comienza la peor semana de enero, pero no será la peor del trimestre. De aquí en más, la zozobra será creciente porque el mercado descartó un acuerdo con el FMI este año.
De hecho, que el riesgo país haya alcanzado el récord post default de 1.919 puntos básicos, batiendo la marca anterior de principios de noviembre pasado de 1.914 puntos, indica que los inversores no quieren saber nada de tener en sus carteras bonos de la deuda argentina. Para ellos, la Argentina está en default, aunque no lo haya declarado.
Lo que más preocupa es que haya incumplido con el pago del remanente de bonos que defaulteó en el pasado y debía cancelar ahora. Son un porcentaje exiguo, pero el Gobierno no responde los mails de los acreedores que amenazan con hacer cumplir en tribunales neoyorquinos la letra chica de aquella negociación que se firmó en agosto de 2020.
Por eso no extrañó que la baja de precios del viernes haya llevado a los bonos argentinos con ley extranjera a rendir hasta 29% y a cotizar a la mitad del valor que tenían en agosto 2020, a la salida del default.
Dipinto di blu
El dólar reflejó en sus precios esta situación. El blue cerrò a $ 219 el viernes y después del cierre cedió a $ 217, pero en las provincias se pagaba más de $ 225. El dólar libre tiene motivos para seguir creciendo en la plaza marginal. Las nuevas exigencias de la Unidad de Información Financiera (UIF) de presentar una declaración jurada para la compra de dólares, ha incorporado una nueva camada de clientes a esta plaza que volvió a superar en precio al dólar MEP que el viernes subió $ 2 cerrò a $ 214,25. El contado con liquidación tuvo un salto de 3 a 223,80 pesos.
Todos operan mirando del viernes cuando habrá que pagarle USD 710 millones al FMI. No dudan que el pago se hará porque quedan en las reservas USD 600 millones de los DEG que el FMI dio hace poco tiempo para aliviar las consecuencias de la pandemia. Pero la deuda no da respiro y el 1 de febrero, es decir el martes de la semana que viene el organismo reclamará USD 368 millones y el 21 de marzo, USD 2.280 millones. Marzo es el principio del abismo si no hay arreglo. A esto hay que sumarle USD 70 millones que la semana próxima habrá que cancelar con China.
Las reservas se van agotando y el Banco Central echa mano a los recursos que le presta el Banco de Basilea, el banco central de los bancos centrales. Esos recursos tienen una baja tasa de interés porque tienen como garantía el oro argentino.
El panorama podría ser más aliviado dentro de su gravedad. Pero el mundo comenzó a descomponerse. Wall Street se derrumbó, aunque los futuros de anoche auguraban una suba para hoy de las bolsas neoyorquinas, del oro y del petróleo.
Wall Street comenzó una fuerte corrección de sus acciones y varias burbujas, tras los anuncios de la Reserva Federal de subir las tasas, están desinflándose.
Apuestas
Las apuestas no solo son al dólar y sus distintas formas. Los bonos en pesos que ajustan por el precio oficial del dólar (linked dollar) tuvieron alzas de 0,73% para los que vencen este año y de 1,37% para los del año próximo.
Los títulos que ajustan por la inflación, el otro castigo de no haber negociado con el FMI, operaron con aumentos generalizados. Los Boncer 2023 subieron 0,23% y los 2023, 0,58 por ciento.
Con este panorama la pregunta es ¿Quién ve un límite para la suba del dólar? El Gobierno no parece imponérselo. Según el analista financiero Christian Buteler, los números monetarios de enero son peores que los de diciembre. La Base Monetaria más los pasivos remunerados (deuda de bonos en pesos y Leliq) aumentaron $ 508.156 millones y alcanzan a $ 8,4 billones.
Por eso no extrañó que los dólares financieros hayan subido hasta 7% en la semana que terminó.