El desplome del rublo ruso trazó ayer un escenario negro para las monedas emergentes que ya estaban siendo presionadas por el fortalecimiento del dólar, ante la perspectiva de un incremento de tasas en Estados Unidos y el debilitamiento de la economía global.
El efecto arrastre sobre real fue importante: la divisa se devaluó 1,8% hasta 2,73 unidades por dólar y alcanzó su nivel más bajo desde el 24 de marzo de 2005, después de haber cosechado cinco días de caídas consecutivas.
La moneda brasileña llegó a cotizar en u$s 2,76 durante la jornada de ayer, pero retrocedió ante la mejora que mostró el mercado externo y las señales que dio el Banco Central de Brasil (BCB) sobre la extensión de su programa de venta futura de dólares en 2015 – para fortalecer al real frente a la divisa -, que debería estar vigente hasta fin de año.
La fuerte corrección del real presiona con fuerza la política cambiaria del Banco Central, que solía considerar la devaluación de la divisa como parámetro para mover al tipo de cambio oficial ante la pérdida de competitividad. De hecho, en los últimos tres meses, el real se devaluó 14,86% mientras que el peso apenas se depreció 1,73%.
Esta diferencia se aprecia en la evolución del tipo de cambio real del peso versus la moneda brasileña – se encuentra en 0,94 – que marca su menor nivel desde 2002 y valores similares a los de 1998, según datos de la consultora EconViews.
De acuerdo a un informe de la consultora Ledesma, el tipo de cambio real bilateral con Brasil experimentó un fuerte retroceso del 5% en noviembre respecto del mes anterior, lo que terminó de erosionar el "colchón real" que había dejado la devaluación nominal del peso de enero. Es por esto que el tipo de cambio real bilateral de noviembre se ubicó más de 2% por debajo del registrado durante el mismo mes de 2013.
"Es importante aclarar que la depreciación del real responde a la volatilidad internacional que afecta a Brasil, no obedece a una decisión de política económica interna. Frente a un comercio administrado, no está en la mentalidad de este Gobierno devaluar. Sin embargo, si la Argentina sigue utilizando el tipo de cambio como ancla inflacionaria, lo que está en aumento es la brecha de la competitividad con Brasil", dijo Dante Sica, director de la consultora Abeceb.com.
La moneda brasileña podría alejarse todavía más del peso en términos reales, si es que el tipo de cambio oficial permanece estable, ya que especialistas auguran una mayor corrección de la divisa frente al dólar.
"Creemos que la caída del real es permanente y que el ajuste monetario todavía no está completamente hecho. Podríamos ver un período de consolidación en el corto plazo y posiblemente un retroceso leve, pero anticipamos un real más débil hacia 2015-2016. Ciertamente son malas noticias para la Argentina", indicó Alberto Ramos, director de Goldman Sachs para América Latina, en diálogo con El Cronista.
Por lo pronto, la confirmación oficial de que el Banco Central de Brasil continuará con el programa de intervención cambiaria el año próximo ya está teniendo efectos positivos sobre el real, consignó un informe de Nomura. "Este instrumento, en nuestra opinión, ya ha disminuido en gran medida el posible impacto de una depreciación de la moneda sobre el sector privado", apuntó Tony Volpon, director de Nomura para las Américas.