El S&P Merval de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) perdió un 0,9%, a 47.679,06 unidades. Sucedió en medio de la creciente segunda ola de COVID-19 y restricciones a la movilidad que amenazan a la recuperación de la economía.
Bajo un escenario de muy acotado volumen, la bolsa porteña sufrió su quinta baja en forma consecutiva, ante la evidente prudencia de los inversores que desconfían en la marcha de la economía local y se preocupan por los alcances de la cruenta segunda ola de coronavirus, que registró este martes el récord de 27.000 casos en las últimas 24 horas.
El S&P Merval de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) perdió un 0,9%, a 47.679,06 unidades, tras ceder un 1,51% en la jornada previa. En el tablero principal, el mayor repunte fue para la eléctrica Transener (+1,10%), en tanto que el peor rendimiento lo tuvo la agrícola Cresud (-4,3%).
La debilidad de los activos domésticos se profundizó a partir de las preocupaciones que despiertan las restricciones sanitarias por la creciente segunda ola y sus efectos económicos. «La falta de ‘drivers’ que estimulen la demanda y el consecuente declive del volumen en las transacciones siguen marcando la suerte de los activos locales que no logran torcer la tendencia bajista», dijo Fernando Staropoli, de Rava Bursátil.
«Frente a la segunda ola de Covid-19, el Gobierno nacional se debate aún sobre qué tipo de cuarentena aplicar y por lo tanto qué tipos de medidas de asistencia debería imponer», evaluaron desde la consultora Delphos Investment. Remarcaron que «el ala política ahora presiona para volver al ruedo con medidas similares, pero Economía busca aplicar un concepto más restrictivo de manera de contener el impacto adverso sobre las cuentas fiscales, y por ende sobre la asistencia monetaria del BCRA».
«El desarrollo de la crisis sanitaria no sólo despierta temores, sino que eleva las chances de requerir de nuevas asistencias económicas que deberán seguir especialmente monetizándose. Ello se combina con negociaciones con el Club de París que buscan refinanciar compromisos, a pesar de la postergación del acuerdo con el FMI», explicó un economista.
Bajo este escenario, el volumen se mantuvo en muy bajos niveles. El monto operado en acciones apenas alcanzó los $443 millones, en las antípodas de lo que acaparan los CEDEARs, que este martes alcanzó su volumen más alto en dos meses: $2.155,9 millones. Así, por cada $100 operados en renta variable $17 van para las acciones locales y $83 para los CEDEAR.
Mientras tanto, el ministro de Economía, Martín Guzmán, se encuentra en Europa -este martes en Berlín y el miércoles en Roma- para buscar apoyo en las negociaciones con el FMI y ver la posibilidad de reprogramar un próximo vencimiento ante el Club de París.
Bonos y riesgo país
En el segmento de renta fija, los principales bonos en dólares cerraron con mayoría de subas, luego de anotar avances de hasta un 3% el lunes con el impulso regional dado tras el triunfo del banquero Guillermo Lasso en la presidencia de Ecuador, proclive a ser más cercano a los mercados financieros.
Los títulos soberanos en dólares bajo ley local promediaron variaciones del 0,1% a lo largo de toda la curva, con rendimientos desde el 16,5% al 22,8%. Los bonos regidos por ley extranjera, en cambio, promediaron bajas del 0,1%, con tasas desde el 15,9% al 20,9%. En lo que va del año, los instrumentos soberanos bajo ley local acumulan caídas del 15,8%, mientras que los de ley extranjera pierden un 14%.
Por su parte, el riesgo país de Argentina elaborado por el banco JP.Morgan subió seis unidades (0,4%), a 1.592 puntos básicos.
Por último, entre los bonos en pesos, los ajustables por CER mostraron una performance positiva, donde los más cortos promediaron subas del 0,1%, cotizando con rendimientos en términos reales del -3,1% al 4,5%. En tanto, los más largos permanecieron neutros, con rendimientos por encima de la inflación que van desde el 2,6% al 10,8%.
A su vez, los títulos Dólar Linked anotaron alzas del 1,1% y 1%, para el T2V1 y TV22 respectivamente, rindiendo 7.4% y 4%, indicaron desde Portfolio Personal.