Este año, la balanza comercial sería positiva en unos US$8.500 millones, muy por debajo de los US$12.400 millones del año pasado. La compra de energía es la principal responsable de la caída.
El superávit comercial argentino pierde peso específico. Para este año, la previsión de los economistas privados es que rondará los US$8.500 millones. Este monto no sólo lo ubica por debajo del nivel obtenido el año pasado –US$12.400 millones– sino que, además, lo instala en el punto más bajo con relación al PBI desde el 2000 hasta hoy: 1,8%.
El resultado comercial de este año, con las importaciones creciendo 11% en los primeros siete meses, mientras las exportaciones aumentan 5%, será el más bajo desde 2002.
“En los últimos años hay una constante y significativa caída de la relación entre el superávit comercial de la balanza de bienes y el PBI”, señala Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI. El saldo de 2013 será el más bajo del ciclo kirchnerista y el primero en ubicarse por debajo de los US$10.000 millones. Así, el Gobierno se encamina a obtener el resultado más débil justamente en el año en que mayor necesidad de dólares tiene para hacer frente a varias encrucijadas: la expansión del déficit del sector energético, la caída de reservas y la recomposición del mercado cambiario.
El resultado más alto de la década K se consiguió en 2009, con US$16.885 millones, lo que representaba el 5,4% del PBI. Buena parte de aquel año transcurrió con la economía estancada, lo que puso un freno natural a las importaciones. Desde entonces ese coeficiente se fue acotando. La proyección de DNI es que en 2013 el resultado será de US$8.759 millones, 1,8% del producto medido en dólares. Para Econométrica, el saldo será de US$8.500 millones, mientras que ACM postula que estará por debajo de los US$10.000 millones.
Al explicar estos resultados, Elizondo hace referencia a la pérdida de competitividad general de las exportaciones, a la inflación por encima de la devaluación, los problemas de oferta exportable, el crecimiento de importaciones por inconvenientes de producción local, la baja tasa de inversión pública y privada, las regulaciones excesivas que obstaculizan el comercio, expectativas que alientan comportamientos de corto plazo, reducción de financiamiento la comercio exterior, entre otras razones.
Sin embargo, el dato clave sigue siendo el déficit energético, que continúa incrementándose y en los primeros siete meses del año ya superó los US$4.000 millones, 90% más que en el mismo período de 2012. “Este déficit energético explica la totalidad de la caída en el saldo comercial agregado y en los últimos doce meses suma la friolera de US$4.779 millones, previéndose que pueda quebrar la barrera de los US$5.000 millones en todo 2013”, según detalla ACM.
El superávit comercial ascendió a US$5.725 millones entre enero y julio, lo que implica una contracción del 28% con relación a 2012. “Esta caída es casi equivalente al aumento del déficit energético”, señala abeceb.com. “El escaso dinamismo de las exportaciones industriales no permite compensar la caída de las exportaciones de combustibles, por lo que las exportaciones totales están siendo cada vez más dependientes de las ventas de commodities al mundo. El poco dinamismo de la economía brasileña y la pérdida de competitividad regional por aumento de costos tienen una fuerte incidencia, lo que se agrava por la devaluación reciente del real, ya que hasta el momento permitía el sostenimiento de la ventaja cambiaria por parte de la Argentina”, apunta abeceb.com.
A la reducción del saldo comercial se le suma el deterioro de la cuenta corriente cambiaria. En el segundo trimestre de este año, esta cuenta, que en igual período del 2012 había registrado un excedente de US$5.333 millones, tuvo un déficit de US$36 millones. Según ACM, esto estuvo explicado tanto por una menor liquidación de divisas provenientes del intercambio de mercancías como por un deterioro de la cuenta de servicios y, en particular, de la cuenta de Turismo y Pasajes. Este último rubro agrega complicaciones porque crece la cantidad de argentinos que salen del país (9,9%) y cae la porción de extranjeros que ingresan (8,7%).
Los datos del Banco Central muestran que, en el primer semestre de este año, por turismo se fueron del país US$4.576 millones, un monto prácticamente igual a los US$4.667 millones que habían salido a lo largo de todo 2012. A la vez, los extranjeros optan por cambiar sus dólares en el mercado paralelo para lograr una cotización más favorable, lo que impide que esas divisas entren al circuito oficial.
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/superavit-comercial-menor-anos_0_989301366.html