El sector público fue un factor contractivo de la base monetaria por $ 5017 millones en lo que va del año, cuando el año pasado ya se habían emitido $ 16.645 millones
El Tesoro no sólo pisó los gastos en el primer bimestre del año, sino que también redujo el nivel de devengamiento de sus erogaciones. Ello derivó en que no sólo evitara el financiamiento por medio de la emisión monetaria del Banco Central (BCRA), sino que llegara a ser una razón para retirar pesos de la economía.
Pese a que aún no se publicaron los datos fiscales oficiales, dos economistas con datos parciales sobre el comportamiento de Hacienda y Finanzas coincidieron en que el Tesoro frenó los pagos de los gastos no esenciales para evitar los discrecionales y facturas que no corresponden y esperar las quejas de los proveedores.
«Se puso un freno en el gasto para luego empezar a resolver lo más urgente. El programa fiscal está basado en eliminar subsidios y bajar impuestos, y la gran baja del déficit es poner freno al gasto discrecional. Se hace poniendo el pie en lo que no es automático, como la coparticipación, salarios y bienes y servicios, para ver dónde aparecen las quejas», aseguró uno de los consultados que prefirió no revelar su identidad.
Pero además del control de la caja, el gobierno disminuyó un 15% el gasto devengado respecto del año pasado. Según datos del sitio del Ciudadano de la secretaría de Hacienda, desde el 1 de enero hasta el 21 de febrero de este año se devengaron $ 96.688,41 millones (6,16% del total), mientras que en el mismo período del año pasado se había devengado $ 113.171,07 millones (9,04% del total).
«Lo asombroso en los primeros 50 días del año es que se sentaron sobre la caja y sobre las autorizaciones de gasto», explicó otro experto. «Están viendo dónde están parados y con mucha desconfianza del personal de línea. Hay miedo de pagar una factura que no corresponde», agregó.
Se estima que en enero no hubo o fue mínimo el déficit primario, lo cual es consistente con que el BCRA no haya emitido pesos para el fisco, no cambiara el comportamiento de los depósitos oficiales y que recién el jueves pasado el Tesoro emitiera un par de títulos para financiarse (con los cuales logró $ 11.900 millones).
Si bien el primer bimestre es un período en el que estacionalmente el fisco requiere poco de la emisión monetaria por parte del BCRA, en lo que va del año hasta el 24 de febrero, el sector público resultó un factor contractivo de la base monetaria en $ 5.017 millones, mientras que en el mismo período del año pasado había implicado una expansión de $ 16.645 millones.
En tanto, tampoco parece haber sido compensado por depósitos del sector público, ya que crecieron 13% en lo que va del año, según datos del BCRA.
Además, el Tesoro tuvo a favor una recaudación tributaria que en enero creció 38,5% interanual, tras haber crecido 31% en promedio en 2015. Fue clave lo recaudado en el impuesto a las ganancias (+57%), debido a la retención que se aplicó a las renta obtenidas en las operaciones de futuro de dólar por un total de $ 7.700 millones y que contribuyó 4 puntos a la recaudación tributaria total, según un informe del Banco Ciudad.
La dominancia fiscal sobre la emisión monetaria es considerada la causa de la inflación para los economistas.
El BCRA se ha propuesto reducir los agregados monetarios para desacelerar la suba del nivel de precios. Junto con las menores necesidades del fisco, ya logró retirar $ 71.379 millones y reducir el ritmo de emisión monetaria al 22%, aunque a costa de elevar fuertemente el stock de Lebac y a un mes de plazo.
Si bien la entidad todavía no emitió pesos para el fisco, no se espera que ése sea el patrón de comportamiento en lo que resta del año, porque el gobierno encaró un programa gradual de reducción del déficit fiscal, de 1,5% del PBI por año, y en el que este año el déficit primario alcanzaría el 4,8% del PBI.
El BCRA podría transferirle unos 250 a 280.000 millones de pesos en concepto de adelantos transitorios y utilidades contables, según privados, pero la entidad tratará de contenerse en unos $ 160.000 millones, sujeto a que el Tesoro logre colocar sus propios títulos de deuda.