El ministro Sergio Massa anunció una devolución por anticipado de $10.000 millones. El acuerdo con el FMI permite tener Adelantos Transitorios por hasta el 1% del PBI.
Más allá del gesto de devolver por anticipado al Banco Central $10.000 millones, el ministro de Economía, Sergio Massa, tendrá que resolver qué va a hacer con el stock de deuda que el Tesoro mantiene con la entidad que preside Miguel Pesce. Se trata de un equivalente a u$s6.914 millones.
Está claro que el flamante titular del Palacio de Hacienda ya prometió no tomar nuevos anticipos transitorios del BCRA para resolver los problemas de financiamiento del sector público. Pero no está definido si tendrá que renovar lo que está vigente.
La Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) tiene un informe detallado de los vencimientos de los Adelantos Transitorios. En principio, el primer compromiso es en octubre con un equivalente de u$s2.005 millones. La segunda fecha clave es en noviembre con otros u$s862 millones y el cierre en diciembre, por u$s4.047 millones.
El acuerdo firmado con el FMI establecía un máximo de Adelantos Transitorios del BCRA al Tesoro equivalentes al 1% del PBI para 2022, una meta que hasta ahora se venía cumpliendo, pero ya casi al límite. Massa puede renovar ese stock o ir reduciéndolo, pero ya no tiene margen para incrementarlo.
En lo que va del año, el Banco Central le transfirió al Tesoro nacional unos $950.000 millones en concepto de Adelantos Transitorios, aunque el Tesoro le devolvió $322.449 millones con parte de los Derechos Especiales de Giro (DEG) que le otorgó el FMI.
El pasado fin de semana, Massa anunció que le estaría devolviendo esta semana a la entidad monetaria unos $10.000 millones por anticipado. Se trata más que nada de un gesto del nuevo ministro para marcar la dirección que pretende darle a las finanzas del sector pùblico.
Canje de deuda
Junto con ello, este martes Massa lanzará un canje de deuda por el cual tratará de postergar vencimientos por el equivalente a u$s15.000 millones en los próximos tres meses.
Ante la fuerte desconfianza que persistía entre los bancos y los fondos comunes, que son los principales inversores en títulos en pesos del Gobierno, el Tesoro tuvo que disponer un bono con lo que en la jerga se denomina «endulzante», es decir, algo más que la tasa de interés. Así se emitirá un Bono Dual que ajusta sus rendimientos por la inflación (CER) o por la evolución del dólar oficial (dólar linked), lo que haya subido más en el momento del pago.
En la última licitación de letras, el Tesoro convalidó tasas anuales efectivas de 90% y para el caso de las letras atadas al dólar, se pagó 2,5 puntos más que la tasa normal.
De ese modo, los bancos, fondos comunes de inversión e inversores que entren a la operación de manera voluntaria ahora quedarán cubiertos hasta septiembre del año próximo contra una escapada de la inflación o ante una potencial devaluación del tipo de cambio oficial.