Apenas 104 firmas, cuando eran 364 en 1972. En la última década, 23 compañías dejaron de cotizar y 12 ingresaron. En su gran mayoría aducen problemas de financiamiento
Ente las empresas que ya no cotizan aparecen Massalin, Zanella, Nobleza Piccardo, Atanor, Renault, Cinzano, el Grupo Estrella, Socotherm Américas y próximamente, si convence a sus accionistas minoritarios, se sumará Ángel Estrada y Cía.
Cabe señalar que algunas de ellas quebraron, otras fueron transnacionalizadas y retiradas del mercado por su nuevo grupo de control pero la gran mayoría sigue existiendo aunque optaron por retirarse de la cotización pública, por retraerse y bajar la exposición de sus números, según informa el diario La Nación.
Los expertos remarcan que cotizar tiene una serie de costos regulatorios muy altos y obliga a la compañía a tener mucha gente dedicada con la Bolsa y con el Mercado de Valores, lo que cobra sentido sólo en la medida en que esa tarea le traiga beneficios, como el acceso a fuentes de financiamiento baratas, condición que muchas veces no se da en la plaza local por ser un mercado de escasa liquidez. Además aseguran que hoy quedan anotadas unas 100 empresas, pero con cotización efectiva hay apenas 85.