Diversos sectores reclamaron cambios al esquema de los derechos de exportación y actualizar el monto que se destina para afrontar situaciones climáticas adversas
De cara al tratamiento del proyecto de presupuesto para el año año próximo, el sector agropecuario pidió que haya un tratamiento de la problemática de las retenciones y sobre el monto que se destina para hacer frente a las contingencias climáticas adversas. Fue a través del pronunciamiento de una de las entidades de la Mesa de Enlace y de los productores autoconvocados.
Desde el sector productivo están reclamando cambios en el actual esquema de retenciones y que además no se le otorgue al Gobierno la facultad de aumentar las mismas. Y además, se renovó el pedido de actualizar el fondo que se destina a la actual Ley de Emergencia y Desastre Agropecuario, para hacer frente a las situaciones climáticas desfavorables. Sobre las mencionadas problemáticas se escucharon las voces de integrantes de la Federación Agraria Argentina y de la Asociación Argentina de Productores Autoconvocados.
En ese sentido, la Federación Agraria pidió a los legisladores la actualización del fondo de la Ley de Emergencia que fue creado en 2010 y que actualmente es de 500 millones de pesos. El presidente de la entidad, Carlos Achetoni, recordó que cuando se dispuso dicho monto, el el dólar estaba a $3,80 y con el correr del tiempo fue quedando desfasado y no se previó ningún esquema de actualización. A todo esto se suma la inflación de los últimos años, las subas del dólar y las condiciones climáticas adversas que proliferaron en todo este tiempo. “Esa cifra resulta directamente irrisoria, puesto que no sirve para afrontar casi ninguno de los problemas que debería”, comentó el dirigente.
Además, los pequeños y medianos productores hablaron mediante un comunicado de la necesidad de que se modifique el actual esquema de retenciones. Por un lado, se reconoce un avance con lo relacionado al pago de las compensaciones a los productores de escala más chica, la demora en esos cobros derivó en que se haya desactualizado absolutamente la relación entre lo que le retuvieron al productor hace dos años y lo que compensa ahora el Estado.
Y por el otro lado, se elevó la propuesta para que una especie de mínimo no imponible, para que las primeras toneladas de producciones como la soja, trigo, maíz, etc. no paguen retenciones. “Eso impactaría fuertemente de abajo para arriba, beneficiando a los productores más chicos, fortaleciendo el federalismo y el desarrollo productivo en las distintas escalas”, agregó Achetoni
Además, el presidente de la Federación Agraria se esperanzó con la posibilidad de que la “nueva conformación del Congreso de la Nación abra la oportunidad de que se pueda legislar pensando no sólo en las necesidades de un gobierno o un partido, sino en beneficio de todos los argentinos”.
Más opiniones
Sobre el tema de las retenciones, se emitió un comunicado desde la Asociación Argentina de Productores Autoconvocados, cuyos integrantes se declararon en alerta y no descartaron movilizarse para expresar el rechazo a la prórroga de las facultades delegadas. “Apoyamos a los Legisladores que han comprendido en el riesgo que nos pondrían si votasen los artículos en la Ley de Presupuesto que habilitan al Poder Ejecutivo Nacional a crear nuevos impuestos, a aumentar los ya más de 100 existentes y especialmente las retenciones. Defender la República es precisamente esto: que cada uno de los tres Poderes ejerzan sus funciones, y de manera independientes”, expresaron.
Por último, el actual presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, sostuvo desde su cuenta de twitter que el contexto actual de la Argentina “sigue siendo de exagerada presión tributaria, alta inflación y déficit fiscal, con lo cual las previsiones del Presupuesto no parecen convalidadas por las expectativas del mercado. La inestabilidad macroeconómica lleva a que las cifras rápidamente pierdan referencia”. Y además señaló: “Aprobar el Presupuesto sería convalidar la situación de pobreza y desempleo que padece Argentina, en forma desordenada y desatinada seguimos entre la falta de inversión y desarrollo. El presupuesto ha dejado se ser la referencia para la economía: sus cifras no representan la realidad.