Este año, para una familia asalariada, comienza el 21 de junio y puede llegar hasta el 24 de julio, según el nivel de ingreso del hogar
El Día de la Independencia Tributaria es un indicador comúnmente utilizado a nivel mundial para ilustrar el nivel de carga tributaria que existe en un país, y considera la cantidad de días hipotéticos que debe destinar un individuo para el pago de los diferentes impuestos al Estado.
El valor se calcula aplicando proporcionalmente un indicador de carga tributaria sobre el año calendario, asumiendo que desde el 1 de enero se comienza a trabajar «para el Estado» y obteniendo la fecha a partir de la cual un ciudadano termina de pagar impuestos y comienza a percibir ingresos para sí mismo.
El trabajo del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, a cargo de los economistas Nadin Argañaraz, Andrés Mir y Sofía Devalle, se actualiza todos los años, desde 2011, sobre la base de considerar únicamente los porcentajes de carga tributaria formal que se establecen en la normativa para cada contribuyente personal; a diferencia de otros métodos internacionales toma en cuenta los recursos recaudados efectivamente en relación al PBI, esto es la denominada presión tributaria.
Según los resultados obtenidos por la consultora mediterránea, «un trabajador asalariado formal en Argentina debería trabajar en 2017 entre unos 174 y 206 días para cumplir con las obligaciones tributarias de los tres niveles de gobierno. En consecuencia, el Día de la independencia tributaria se ubica en Argentina, para 2017, entre el 21 de junio y el 24 de julio, en función de cuáles sean sus ingresos».
De acuerdo con ese método de cálculo del Iaraf «en 2017 y por segundo año consecutivo se observa una reducción en la cantidad de días necesarios para pagar impuestos para los tres estratos de ingresos más elevados, de hasta 28 días menos que los verificados respecto al máximo nivel del 2015, reducción que obedece a la actualización de los mínimos no imponibles y los tramos de las escalas del Impuesto a las Ganancias, que afecta a los empleados en relación de dependencia y los correspondientes al Impuesto sobre los Bienes Personales».
Esa reducción de la presión tributaria efectiva para un trabajador se observa para los tres estratos de mayores ingresos, que son los que pagan el Impuesto a las Ganancias. Para el estrato inferior, que no afronta este tributo ni tampoco el de Bienes Personales, la carga tributaria ha permanecido prácticamente sin cambios en los últimos años, con lo cual se ha achicado la brecha entre la carga tributaria de los mayores y menores niveles de ingresos.
En consecuencia, concluyen los economistas del Iaraf, «se infiere la necesidad de continuar avanzando en una reforma tributaria que alcance a los impuestos indirectos que afectan al consumo (como por ejemplo el IVA o el Impuesto a los Ingresos Brutos Provincial) y a los Impuestos al trabajo. De lo contrario, es de esperar que el nivel de carga tributaria que recae sobre los niveles inferiores de ingresos permanezca invariable en el tiempo».
Las autoridades nacionales, encabezadas por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, anticiparon que propondrán al Congreso de la Nación un proyecto de Reforma Tributaria, destinada a aliviar la carga sobre las personas físicas y reducir los denominados impuestos al trabajo, para fomentar el aumento de la inversión.