La UIA y la Cámara de Comercio piden reacción del Gobierno para contener reclamos salariales por encima del 40% por efecto del impuesto. Denuncian distorsión de paritarias
La decisión de los gremios de trasladar la presión por la rebaja del impuesto a las Ganancias al escenario de la negociación colectiva, con reclamos de aumento salarial que superan el 40%, profundizó la preocupación de los principales sectores empresarios, que advirtieron con trasladar a los precios cualquier compensación a sus trabajadores por la mayor carga del impuesto. Tanto desde las entidades industriales como de servicios exigieron una urgente respuesta del Ejecutivo al planteo sindical por la reducción de Ganancias al sostener que, de lo contrario, se generará «una enorme distorsión» en las paritarias que repercutirá sobre el futuro de la economía.
Las advertencias empresarias se multiplicaron en los últimos días después que importantes gremios industriales, de servicios y del transporte anticiparon demandas salariales por encima del 40% de manera de cubrirse frente a los descuentos del tributo. «Piden más para compensar lo que el Gobierno les saca. Así estamos frente a una paritaria con un hecho nuevo y una distorsión muy grande, porque de alguna manera se está privatizando el impuesto» para que lo paguen las empresas, criticó el secretario de la UIA, José de Mendiguren.
El industrial y diputado nacional por el Frente Renovador consideró en diálogo con El Cronista que si las empresas se hacen cargo de compensar a su personal «lo más probable» es que luego trasladen esos mayores costos a los precios. «Y esto es complicado porque pega justo en un momento que no es el de mayor crecimiento de la economía», alertó.
En la misma línea, José Urtubey, vicepresidente 2º de la entidad fabril, calificó de «absurdo» que las empresas deban hacerse cargo de los descuentos por el impuesto y admitió que ese mayor costo para las compañías podría trasladarse a los precios de sus productos.
«¿Cómo no lo van a trasladar (a los precios). Si no lo hacen se funden, van a perder?», afirmó, a su vez, el titular de la Cámara de Comercio (CAC), Carlos de la Vega, en referencia a la posibilidad de que las empresas compensen a sus trabajadores por los descuentos del tributo. De la Vega confió a este diario que solicitó una audiencia al Ministerio de Trabajo para plantear la inquietud del sector por el impacto en la negociación colectiva de la falta de cambios en el polémico impuesto, pero dijo que aún no recibió respuestas.
El empresario explicó que si bien la mayoría de los empleados de comercio no están alcanzados por el tributo, advirtió que los reclamos salariales de los gremios más afectados por el impuesto generan «un efecto arrastre» sobre el resto, que «terminan pidiendo más para no quedar descolocados». «Si los bancarios o transportistas piden más de 40%, te imaginás como queda el que saca 25% por más que no lo alcance Ganancias. Queda descolocado», enfatizó.
El propio titular de la UIA, Héctor Méndez, azuzó la polémica el fin de semana cuando amenazó con «sacar corriendo» a los gremios que planteen reclamos salariales superiores al 40%, advertencia que le valió una dura réplica de parte de funcionarios de la administración kirchnerista como de diversos sindicalistas.
No obstante, luego consideró que los aumentos deben arrancar en un 20%, Méndez también se quejó de la «caprichosa» actitud del Gobierno de postergar cambios en el impuesto. «Estamos sujetos a una presión impositiva jamás conocida, monumental, similares a los de países de alto desarrollo, con contrapartida de servicios de bajo desarrollo. En países de alto desarrollo, como contrapartida de sus impuestos, el pueblo recibe de todo, todo lo que hace falta», afirmó el directivo fabril.