La nueva ley impulsa más incentivos fiscales para los inversores
A pocas horas de la sanción de la nueva Ley de Economía del Conocimiento (EDC), las empresas del sector ya hacen proyecciones sobre el impacto que tendrá en el mediano y largo plazo.
Referentes de la industria de la EDC -integrada por actividades productivas que se caracterizan por el uso intensivo de tecnología y requiere capital humano altamente calificado- aseguran que buscarán crear 215.000 puestos de trabajo y alcanzar u$s15.000 millones de exportación en el 2030.
Argentina es uno de los diez países con mayor potencial en este rubro y alcanzó en 2018 ventas al exterior por u$s6.000 millones. Actualmente, realiza el 0,4% de las exportaciones mundiales. A su vez, este sector aumenta la productividad de otras industrias como construcción, textil, manufacturas, alimentos, automotriz, comercio y agroindustria.
La decisión del Congreso de sancionar una nueva ley de economía del conocimiento es un paso estratégico para desarrollar este sector, que es hoy uno de los más dinámicos de la economía argentina y un polo de generación de empleos de alta calidad para nuestros jóvenes profesionales», señaló Santiago Mignone, socio principal de PwC Argentina.
La EDC impacta en todos los sectores económicos: mejora procesos, aumenta la eficiencia, baja costos y genera innovación para diversos sectores de la economía. Entre las actividades que incluye se encuentran software, biotecnología, las industrias aeroespacial y satelital, audiovisual, servicios geológicos y de prospección y relacionados con electrónica y comunicaciones, centros de exportación de servicios profesionales, investigación y desarrollo, nanotecnología y nanociencia y la fabricación de bienes 4.0, entre los que se encuentran la inteligencia artificial, robótica, Internet de las cosas, realidad aumentada y virtual y simulación.
Las claves de la ley
La industria ocupa hoy un gran número de empleos formales, de los cuales un porcentaje se dedica al mercado externo. La Ley propone crear nuevos puestos de trabajo formales, además de multiplicar las exportaciones en 2030. Esto sería un gran paso para impulsar la creación de empleo calificado y el surgimiento de empresas con oportunidades de desarrollo en todo el país. Además, también potenciaría la innovación propia del sector, así como la competitividad de aquellos más tradicionales.
La norma incluye la promoción de incentivos como Mínimo no Imponible para los aportes y contribuciones sociales de la nómina; reducción de la alícuota del Impuesto a las Ganancias y descargo en el impuesto a las ganancias local de los tributos equivalentes pagados en el país de destino. Además, en materia de estabilidad fiscal, no se podrá cobrar a las empresas más impuestos ni aumentar los porcentajes de los vigentes a partir la implementación de la normativa.
Ya son más de treinta los polos y clusters de servicios en todo el país, pero el diferencial de talento y creatividad necesita medidas concretas de impulso y estabilidad. La Ley promueve la aplicación de mejoras continuas, inversiones en innovación y desarrollo, así como de capacitación constante.
Muchos países están aplicando políticas orientadas al desarrollo de estas actividades mediante distintos tipos de incentivos ya que son las que más crecen a escala global y muestran el mayor potencial para las próximas décadas.