Hay gran actividad de remesas a casas matrices. A su vez, va aumentando la demanda de importadores, ahora ya sin límite mensual. Presión de Brasil
«Giro de utilidades». Estas tres palabras explican por qué el dólar aumentó 15 centavos para cerrar en $ 14,70, mientras en casas de cambio de La Plata ya se lo vio en $ 15.
Hay meses que son claves y es cuando las empresas presentan o están pronto a presentar balances. Cada trimestre el directorio o las asambleas deciden si repartir o no utilidades, y eso genera siempre una demanda de dólares, sea mediante giros al exterior con el contado con liquidación, o mediante el MULC.
El volumen operado ayer, de u$s 362 millones diarios, representa u$s 100 millones más que antes del cepo. El problema es el siguiente: muchas operaciones de comercio exterior se tantean antes de salir a mercado. A veces las mesas de los bancos se hablan entre sí para saber si habrá oferta para una importante demanda.
En la City manda un tono comprador: en estos meses no hay oferta agroexportadora, con lo cual el bille debería tender hacia el alza, pero nadie lo ve arriba de los $ 17 a fin de año. Toda la suba la pronostican para este mes y el próximo, ya que en abril y mayo comienza la liquidación de la soja. «Lo que tenía el campo para liquidación inmediata se terminó la semana pasada. Ahora tenés lo que tienen guardado cerealeras, que va a ir en cuenta gotas, pero el problema es que Brasil sigue devaluando», explican los brokers.
«Que en el MULC el grueso del volumen pase por mercado abierto no implica que el grueso de las operaciones no tengan cierto pacto telefónico previo. Por eso no vas a ver una orden de compra de u$s 10 millones de dólares: se la fragmenta y dispersa durante un par de horas, con consentimiento de otros players», revelan los mesadineristas.
Pero cuando hay que girar utilidades, los bancos no pactan las operaciones, no es como el comex, sino que se trata de salir a buscar al precio de mercado sin conversación previa. Eso genera una demanda financiera que paga un costo distinto, porque no es rutinaria y a veces no es de un cliente a quien se le cobra comisión mensual como un importador. Eso hace que los bancos no le den tanta prioridad de ?compra barata? e infla el precio. De hecho ayer, desde temprano, los operadores no vieron ni una sola oferta seria en pantalla. Cero liquidación de exportadores y lo que hay es a muy a cuentagotas.
Claro que, en el sector, observan un precio del billete que va siendo mucho más sincero desde los últimos 60 días. «Antes no valía más por ventas muy fuertes de compromiso, pero esas ya se acabaron. Los pocos que venden lo hacen en una mínima expresión por pesos que si o si precisan», detalla el dueño de una de las sociedades de bolsa top de la City.
Además, con el mismo volumen de hace un mes, el dólar sube de a 10 o 15 centavos, o sea la oferta es más reacia a largar el billete, y la demanda paga sin preguntar, porque no es comex, sino financiera.
Lo mismo pasa en bonos, donde hay empresas financieras, brokers agrarios, bancos de inversión y aseguradoras haciendo giros al exterior durante febrero, y no pasan por MULC, sino que usan CCL por cuestiones fiscales. Todo eso empuja la cotización hacia arriba.
El blue, por su parte, no tiene a la demanda de comercio exterior informal en la plaza, ya que hay problemas para traer mercadería del exterior. El ahorrista no está en la plaza blue, y como hasta hace unos días el blue pagaba mejor el dólar que los bancos (que tienen un spread de 5% para minoristas), la gente seguía vendiendo billetes en el informal y entrando en pesos al sistema. Ahora la punta compradora del blue convergió con la oficial y el paralelo perdió presión vendedora. Pero el blue necesita del comex informal para tener la brecha del 10%; sin el comex, el blue no existe.
Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambio, apuesta que el dólar se acercará a $ 15 en forma gradual en los próximos días, ya que esa es la expectativa que se instaló en el sector: «La sensación consensuada en el ambiente es que el Gobierno lo dejará en $ 15 e irá subiendo de a poquito. La inercia es muy compradora y está buscando un nuevo nivel, que en principio se esperaba para diciembre pasado y recién se estará alcanzando ahora».
Además, juega el rol de la auto profecía cumplida: mientras el billete va subiendo, las empresas se anticipan a comprar, en especial los importadores, que ya no tienen más el límite de u$s 4,5 millones mensuales. En tanto, los exportadores, que ven que sube todos los días, demoran en vender.
José Nogueira, de ABC Mercado de Cambios, sostiene que el problema es que el mercado argentino tiene un volumen muy chico, de menos de u$s 400 millones diarios, contra u$s 5.000 millones del mercado de Colombia, u$s 12.000 millones del mercado chileno y hasta u$s 17.000 millones del de Brasil.