Hay pérdidas por carga impositiva con costos muy variables
Las empresas insistirán con la necesidad de indexar sus balances ante las pérdidas que sufrieron con la devaluación y el efecto inflacionario, combinado con una «drástica» baja en la producción por caída de las ventas. La cúpula de la UIA le transmitirá, entre otros, el planteo al ministro de Producción, Dante Sica, para obtener un beneficio de corto mediano plazo ante los incrementos impositivos que enfrentaron hasta la actualidad. Según un analista del sector privado, la suba de precios de este año llegará al 32%.
El conflicto ante la ausencia de ajustar por inflación los balances no es novedoso, ya que en varias entidades había reclamado la aplicación de esa herramienta ante los gobiernos de Cristina Fernández y Néstor Kirchner aunque en la actualidad existe una preocupación en aumento por el derrumbe del mercado interno, el golpe a los costos de los insumos productos de la suba del dólar y un aumento generalizado de precios que se hizo «imposible de afrontar para pymes e incluso para grandes empresas», según señalaron fuentes del sector privado consultadas por BAE Negocios.
Sucede que el acumulado inflacionario en la era Cambiemos se perfila récord si es que el pronóstico del economista y asesor de empresas Mariano Kestelboim, acierta sus pronósticos de crecimiento de precios para el 2018, fijado en un 32%. El especialista fue quien desde inicios del año había augurado una escalada inflacionaria cercana al 30%, a diferencia de otras consultoras de mayor visibilidad, dato que lo ubicó como faro de perspectivas «más ajustadas a la realidad», como señaló un ejecutivo de una gran empresa.
Las certezas en los pronósticos es lo que en la actualidad valoran las mujeres y los hombres de negocios. Porque si bien dieron pasos anticipados ante escenarios que habían advertido por el ritmo productivo y de las ventas, la falta de respaldo estadístico los dejó en otras oportunidades como «voces interesadas que buscaban beneficios del Estados», según se quejaron.
«Con inflación de 32% proyectada para todo este año, lo acumulado desde diciembre de 2015 sería del 141%», afirmó Kestelboim, consultado por este diario. Por este motivo, el economista convalidó el pedido de ajuste de los balances «están sobrecargando impositivamente a las empresas cuando la presión tributaria en la Argentina ya es muy alta».
«Las empresas están teniendo ganancias que en realidad no tienen, porque comercializan productos que al final del período tuvieron más valor que cuando los compraron, pero eso es efecto de la inflación y no valor agregado o ganancia por parte de la empresa», explicó.
Además, detalló que los mayores costos impositivos dejaron a pymes al borde del cierre porque «debieron absorber esos gastos sin posibilidad de remarcar sus productos, y si bien dijo que las grandes empresas tienen «más capacidad para trasladar a precios, lo que provoca desigualdad», la baja del consumo no permitió esas correcciones en su 100%.
Y si bien el reclamo de indexación es histórico, las comparaciones permiten mostrar la urgencia actual. Mientras que en la era kirchnerista la inflación promedio fue del 25%, con un pico excepcional del 38% en 2014, durante el macrismo la suba de precios es del 33,7%, según detallo el profesor de Economía en la Universidad MSU Denver, Nicolás Cachanosky, en su cuenta de Twitter.