Cuando ya no alcanza con exportar para que Moreno apruebe y libere las compras en el exterior, empresarios vuelven a los estudios de abogados, pese a que temen represalias
El endurecimiento del cepo importador ante la falta de dólares de los últimos meses reavivó el interés de muchas empresas de recurrir a la Justicia para intentar, como último recurso, liberar la mercadería que no puede ingresar al país por las largas demoras en la aprobación de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI).
Aunque muchos abogados recomiendan agotar todas las instancias previas, para muchas firmas netamente importadoras –cuyo negocio depende de manera exclusiva de eso– la instancia del amparo se vuelve la única salida. Fue un instrumento muy utilizado durante la vigencia de las licencias no automáticas. Luego las empresas lo abandonaron para darle lugar al Gobierno a poner en práctica el nuevo régimen de las DJAI. Pero pasado un año y medio de la aplicación del esquema, y con declaraciones demoradas desde hace seis meses, las empresas retomaron la iniciativa y están consultando a abogados especializados en derecho aduanero cada vez con mayor frecuencia.
“Las firmas están yendo a ver a estudios jurídicos para ver qué instrumentos hay porque ya no basta con presentar el plan para compensar las importaciones con exportaciones. Aunque vendas al exterior, la DJAI te puede salir o no”, manifestó un economista que asesora a empresas en materia de comercio exterior.
Consultados varios estudios jurídicos, coincidieron en afirmar que creció el número de consultas, aunque la recomendación generalizada es evitar la vía judicial para no sufrir luego las represalias oficiales. La abogada Virginia Mulki, del estudio Mulki Nader & Asociados especializado en derecho aduanero, afirmó que “las consultas por amparos se incrementaron a partir de junio” y en muchos casos incluye a “personas mayores, dueños de empresas quienes lograron un éxito comercial con el sacrificio de una vida entera”. Pero agregó que la recomendación del estudio fue que, salvo que se organizara alguna presentación masiva o una suerte de lluvia de amparos, podría revertirse la situación. Muchos desisten de avanzar judicialmente por temor a perder su negocio.
Su colega Héctor Amarelle consignó que “las medidas cautelares están empezando a aparecer nuevamente”, pero “la gente agota otras instancias previas”. Además, “el Estado usa todos los mecanismos para presionar a que no lo hagan” y “generalmente avanzan pocos, por miedo”. Aunque no lo recomienda, el abogado afirmó que lleva casos de amparos contra el cepo y que tiene clientes con problemas gravísimos que hoy deben comprarle mercadería a terceros para poder mantener su negocio, con la suba de precios que eso implica.
Desde la Cámara de Importadores (CIRA), admitieron que “hubo un alza de consultas” al respecto, pero que como entidad “no se mete en situaciones de litigio individuales”, aunque “respeta las decisiones de cada empresa”, afirmó su gerente de Relaciones Institucionales, Miguel Ponce, quien reiteró que el escenario de aprobación de DJAI atraviesa el momento de mayor dureza.
Además del temor a represalias, algunas empresas desisten de recurrir a la Justicia por conocimiento de que muchos jueces son “amigos” del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, lo que es sinónimo de que no les van a salir las cautelares. Aunque otros advierten que cambió el escenario político y se entusiasman con una mayor afluencia de decisiones judiciales en contra del Gobierno. “Antes de las DJAI, tuve 1000 cautelares yo solo y todas salieron favorables al importador”, precisó un despachante de aduana consultado.
A su vez, el abogado Ignacio Martínez Tanoira, del estudio Quinteros, Martínez Tanoira & Olivera, dijo que el objetivo ahora no sólo es lograr que el juez ordene a la Aduana a liberar la mercadería sin DJAI sino que también inste al Banco Central a autorizar el giro de divisas al exterior. De todos modos, tampoco recomienda la opción judicial.