La mitad compró hasta US$ 10.000; entre los que se desprendieron de los billetes, 50% liquidó más de US$ 2 millones
Las decisiones de inversión que toman empresas y personas de gran patrimonio y los ahorristas comunes se disociaron con fuerza en abril.
Mientras los primeros aprovecharon el alza de tasas de interés y las expectativas de una mayor estabilidad cambiaria (las proyecciones para el dólar a fines de año cayeron de $ 18 a $ 17,60) para intentar sacar provecho de ellas pasándose de dólares a pesos, los segundos mantuvieron al «verde» como su opción de ahorro privilegiada a punto tal que sus compras pasaron a explicar casi la mitad de la demanda total de moneda extranjera en el mercado local.
Las huellas de unos y otros quedaron impresas en el balance cambiario de abril, difundido anoche por el Banco Central (BCRA).
Allí se observa que mientras la cantidad de compradores de moneda extranjera cayó por cuarto mes consecutivo (operaron 760.000 clientes entre personas físicas y jurídicas, el menor nivel desde noviembre) la participación de las compras más pequeñas (aquellas por hasta US$ 10.000) creció del 42 al 47% del total demandado, marcando un récord.
Por el contrario, la desdolarización fue moneda corriente entre los inversores más sofisticados y las empresas, que volvieron a volcar al mercado más de US$ 1200 millones por segundo mes consecutivo (se vendieron exactamente US$ 1222 millones).
Lo más llamativo fue que, durante abril, «el 50% de las ventas de billetes se centralizó en clientes por encima de US$ 2 millones», puntualizó en su informe el BCRA.
Otra prueba de fuego
El dato deja a la vista uno de los componentes que engrosó la demanda del Letras del BCRA durante el mes, al verse obligado el ente monetario a elevar en más de dos puntos las tasas que paga para tratar de retirar pesos de circulación y restarle combustible monetario a una inflación nuevamente desbordada.
Esto lo lleva hoy a enfrentar un vencimiento de deuda récord que supera los $ 450.600 millones, cifra que equivale a alrededor del 60 por ciento de la base monetaria y prácticamente a resignarse a pagar un costo mayor en intereses, de manera de no correr el riesgo de liberar más circulante en un momento en que la inflación viene de tocar un pico del 2,6% en abril y, según los consultores que la auscultan, se muestra difícil de doblegar aún en mayo.
La elevación de tasas también volvió a incentivar en abril el ingreso de capitales financieros del exterior al punto que la llegada de divisas «golondrina» superó los US$ 1200 millones. Esto indica que crecieron casi 70% en el mes los ingresos del exterior vinculados con este tipo de apuestas.
Por el contrario, la entrada de fondos relacionados con inversiones extranjeras directas en la economía real se volvió a derrumbar, al totalizar apenas 190 millones de dólares, cuando venía de trepar hasta los US$ 370 millones en marzo.
El dato muestra de manera palmaria que la plaza local se ha convertido en un polo atractivo para las inversiones especulativas o de «cartera», pero no logra atraer a las inversiones productivas.