La autoridad monetaria pidió a bancos y fintech los datos antes del 30 de abril y en el mercado se especula con que podría ser el paso previo a la aplicación de regulaciones o la creación de un registro de operadores
El Banco Central avanzó en su plan para pedir información a bancos y fintech sobre las operaciones realizadas con Bitcoin y otras criptomonedas, algo que muchos actores del sistema financiero comienzan a ver como el paso previo a alguna normativa para controlar esa operatoria o, por lo menos, tener registrados a aquellos que la realizan. Desde el BCRA se explicó que el origen del pedido está en las consultas recibidas por parte de bancos sobre las condiciones legales para operar. Y aclaran que los datos solicitados no son sobre los compradores de criptomonedas sino sobre las empresas que las venden.
La semana pasada, el precio del Bitcoin se desplomó por debajo de los USD 50.000 luego de versiones sobre que el Gobierno de EEUU podría fijar un impuesto a la riqueza. La criptomoneda casi tocó los USD 47.000 poco más de una semana después de haber rozado los USD 65.000, su récord histórico. Ayer sábado cotizaba en torno a los 51.000 dólares.
El requerimiento del BCRA llegó a través de una nota enviada a las cuatro entidades que agrupan a los bancos, ABA (extranjeros), Adeba (nacionales), Abappra (públicos y privados) y ABE (especializados). También llegó a la Cámara Argentina de Fintech, a la que pertenecen muchas de las principales empresas que operan con criptomonedas en el país.
La nota que llegó a esas instituciones pide todos los datos “tendientes a permitir la identificación de aquellos clientes de los que se tenga conocimiento que administran, gestionan, controlan y/o procesan movimientos de activos y/o pagos a través de plataformas de gestión electrónica por cuenta y orden de personas humanas y jurídicas residentes en el país o en el exterior, empleando criptoactivos”.
Para no dejar ninguna actividad fuera del control, el BCRA agregó que se debe incluir también “a quienes brindan servicios de resguardo de los criptoactivos” o a quienes “hayan constituido granjas de minado de criptoactivos y/o hayan implementado plataformas de inversión y/o financiamiento basadas en ellos”.
Este último punto, el de las inversiones, toma relevancia dentro del heterogéneo mundo fintech, donde no todo son billeteras digitales o crédito online. Hay muchas aplicaciones dedicadas a las inversiones, que permiten entrar y sacar dólares del país a través de las stablecoins, las criptomonedas atadas a una moneda convencional, en particular al dólar, como DAI o USDT. Muchos sospechan que ahí está el verdadero interés del Banco Central.
En el mundo cripto, como es esperable, rechazan el afán del Central y esperan controles. “Todas nuestras transacciones se hacen a través del sistema financiero, siempre empiezan con dinero en blanco, depositado en una cuenta bancaria. La más popular es el Bitcoin, pero otras cripto como DAI o USDT permiten saciar el interés de mucha gente de dolarizar sus ahorros sin afectar las reservas. Para el Banco Central, las criptomonedas son una externalidad positiva. Esto es win-win, gana el gobierno y ganamos nosotros”, se sincera un alto directivo de una de las principales operadoras de criptomonedas del país, quien igualmente admite que la ola de compradores de criptomonedas obedece, en gran medida, a la intención de dolarizar y esquivar los controles de cambio.
Los datos que pidió el BCRA
El pedido incluye a aquellos que hayan hecho operaciones desde el 1 de abril de 2020 y debe ser presentado ante el BCRA hasta el 30 de abril. De cada operador deberá informarse el nombre o razón social, el CUIT, sus datos de contacto (domicilio, teléfono, email) y también los “tipos de productos y/o servicios que los clientes tienen contratados con la institución informante”.
En la Argentina, según diversas fuentes del mercado, ya se abrieron 2 millones de cuentas para operar con Bitcoin y otras criptomonedas. Cabe destacar que eso no implica que haya esa cifra de clientes activos. Abrir una cuenta es gratis y lleva pocos minutos, con lo que es común que un cliente las abra en distintas plataformas para experimentar, ver qué monedas ofrecen y saber cuán amigable es su funcionamiento, en especial para los principiantes en este mercado.
El requerimiento vino a reemplazar a un primer pedido que, tal como había adelantado Infobae el pasado 2 de abril, el BCRA hizo llegar a los mismos destinatarios, con una fecha límite del 7 de abril que, al parecer, pocos cumplieron. En ese primer pedido, el BCRA apuntaba a la información sobre todo aquel que tenga Bitcoin, ya que pidió a los bancos “identificar a los clientes que posean cuentas para tenencia de criptoactivos”. Ahora, en cambio, dejó en claro que solo requerirá información de cualquier empresa que preste cualquier servicio vinculado al mundo cripto, pero no a simples tenedores de Bitcoin.
En ese momento, fuentes del BCRA habían explicado que el origen del pedido de información es que muchos bancos y hasta operadores de fintech consultaron a la autoridad monetaria sobre las condiciones legales para operar. Agregaron que algunas operadoras pidieron ser inscriptas como proveedor de servicios de pago (PSP). Y que por ese motivo, el Central estaba “estudiando si es necesaria alguna regulación”, destacando que “es una práctica habitual pedir información a los bancos sobre temas de interés antes de avanzar” en nuevas normativas.
Una vez vencido ese plazo y ante la confusión y las escasas respuestas, el BCRA llevó a cabo una reunión informativa virtual con las entidades de la que finalmente surgió este segundo pedido, fundamentado según la nota en “la irrupción de la prestación de servicios financieros basados en criptoactivos, la velocidad con que éstos se despliegan, y atendiendo al hecho de que no existe a nivel nacional un registro que permita identificar a aquellos actores considerados relevantes para la prestación al público de dichos servicios”. Por ese motivo, el BCRA pidió “colaboración” a las cámaras para poder avanzar “en la comprensión del universo bajo estudio”.
Tanta dificultad existe para la comprensión de este mercado que en las entidades no pasó inadvertida una perla de la carta: el Central se vio obligado a explicar qué es un criptoactivo. “A fines de precisar el requerimiento, y en tanto aún no se ha arribado a un consenso sobre la definición de criptoactivo en los distintos foros internacionales y ámbitos locales, con el fin de hacer operativa esta solicitud, deberá entenderse como tal a toda representación digital o virtual de valor, basada en tecnologías de encriptación, que puede ser digitalmente negociada o transferida, siendo susceptible de ser utilizada como instrumento de pago o con propósitos de inversión”, detalló el BCRA.