En Chicago, los futuros volvieron a valores de fines de agosto. Este mes, ganó 11,5%. Hubo contagio local, con precios arriba de u$s 290, se vendieron 80.000 toneladas
La soja tuvo volvió a subir ayer en Chicago, por segunda rueda consecutiva, y tocó un máximo para los últimos dos meses de operación: u$s 380 la tonelada. Después la euforia se aplacó y el cierre encontró a los futuros más cercanos en u$s 370,4 por tonelada, levemente por encima de la clausura previa.
Pero el raid alcista de la soja, que comenzó de manera tímida hace un par de semanas y se viene consolidando en las últimas jornadas, hace que en los 28 días transcurridos de octubre, el principal producto de exportación argentino haya recuperado un tercio del valor lo que perdió en lo que va de 2014.
Desde el 1º de octubre último, cuando el contrato noviembre en Chicago tocó u$s 332,2 la tonelada, el menor valor en más de cuatro años, hasta el cierre de ayer la oleaginosa repuntó 11,5%, o 38,4 dólares por tonelada. En tanto, desde el 2 de enero último, primer día hábil de operación hasta ayer, la oleaginosa cedió 20%, o 96 dólares dólares.
Los analistas evidencian detrás del movimiento alcista reposicionamientos de los fondos especulativos (que las últimas semanas tenían las posiciones netas vendidas más grandes de los últimos ocho años), dificultades en la cosecha de Estados Unidos y problemas climáticos en Brasil que tornan más que lentos los avances de la siembra gruesa.
El factor principal del alza aparece detrás de las complicaciones logísticas que afectan a la harina de soja en Estados Unidos. Con altísima demanda externa por parte de China, el subproducto estrella de poroto encuentra complicaciones para llegar a los puertos norteamericanos, por problemas de transporte tanto en camiones como en ferrocarril. Ayer, la harina de soja tocó en Chicago u$s 399 la tonelada corta (0,91 tonelada métrica) muy por encima del promedio móvil de los últimos 200 días. Finalmente, el producto cerró a u$s 380, ante una toma de ganancias por informaciones que daban cuenta de que los problemas logísticos estaban en vías de resolución.
Con todo, desde el pasado 1º de octubre, cuando también llegó al mínimo en cuatro años al cerrar a u$s 295 la tonelada, la harina de soja saltó 35%, o u$s 104 por tonelada.
A las dificultades por embarcar ese producto norteamericano, que incluso llevó a China a cancelar varios embarques y buscar otro proveedor, principalmente en Brasil y la Argentina, se suman las dificultades climáticas que atraviesan varios estados productores sojeros brasileños. Las zonas de Mato Grosso, Paraná, Goias, entre otras, atraviesan un período de sequía de los más complicados en años. Eso redundó en que el principal socio del Mercosur haya sembrado recién 12% del área pensada para la soja, contra más del 30% que es habitual para esta altura del año.
Efecto rebote
Las mejoras externas y las necesidades de la industria local hicieron que las operaciones en Rosario se efectuaran en alza desde temprano. La soja disponible terminó en u$s 292,5 la tonelada, un valor que no se registraba desde fines de agosto y que está 9,4% por encima de lo que se pagaba a principios de octubre. Se calcularon negocios por 80.000 toneladas.
La posición entrega a cosecha (mayo’15), por su parte, quedó en u$s 253,2 la tonelada, casi 10% por encima del mínimo de u$s 231,3 marcado a principios de mes.
El empuje alcista de los valores de la soja local se evidenció también en las ventas que activaron los productores en las últimas jornadas. Según datos oficiales, al 22 de octubre último, la exportación y la industria llevaban compradas 36 millones de toneladas de soja, poco más de 1 millón de toneladas más que en la semana previa.
