“Un mal año desde el punto de vista económico trae aparejado un buen año desde el punto de vista del franchising”, reconoce Carlos Canudas, uno de los consultores especializados en el sector que incorpora cada vez más opciones.
¿El motivo?
Figurar como una alternativa para invertir los pesos. “Antes de que se licúe una indemnización, por ejemplo, muchos ven a la franquicia como una solución”, explica Marcelo Salas Martínez, actual presidente de la Asociación Argentina y Marcas y Franquicias (AAMF) y director de la cadena de cafeterías que lleva su apellido. “Estamos en una economía un poco retenida. El efecto se va a sentir hasta julio y agosto, y, en ese contexto es posible que muchos vayan a buscar el autoempleo al sistema de franquicias”, completa.
Ese fenómeno ya se puede ver en los resultados de 2015. Pese a que gastronomía e indumentaria siguen siendo las líderes, el rubro de servicios tomó impulso porque sus costos sonen promedio menores y el negocio puede ser gerenciado por pocos empleados. “Muchos son formatos en los que el fee arranca desde $ 80.000/$ 90.000 y la inversión total asciende a $ 500.000”, destaca la consultora Gabriela Sapio.
Aunque los especialistas coinciden en que la economía se estabilizará a partir del segundo semestre, Mario Comi, gerente General de Francorp, aclara que los franquiciados quieren estar preparados para cuando llegue el repunte. “En enero y febrero el nivel de consultas fue muy superior y hubo 12 cierres, el doble del ritmo en los meses previos”, resalta y agrega: “Claramente hay un cambio de expectativas”.