La mirada del mercado apuntando a lo que pueda hacer el próximo Gobierno. Dólar, bonos, acciones.
¿Qué hacer con los ahorros en esta crucial etapa de transición entre un gobierno que se va y otro que llega?. Cómo capitalizar financieramente el cambio de expectativas que, para los mercados, supone el post-kirchnerismo, y el escenario de continuidad o cambio, o una mezcla de ambos?.
A pesar de que el Gobierno de Cristina llega exhausto, con bajas reservas en el Banco Central, altas expectativas de devaluación, estancamiento económico, alta inflación y una parte de la deuda en default, los especialistas del mercado señalan que las oportunidades de hacer buenos negocios siguen vivas, tal vez, en parte, fruto de la pésima gestión de Kicillof.
Clarín consultó a cuatro especialistas, que básicamente, coinciden en que los favoritos para esta etapa son los bonos de la deuda emitidos en dólares; las acciones exportadoras o de mercados hasta hoy regulados (bancos, servicios públicos) y las coberturas de tipo de cambio.
A continuación, las opiniones
Alejandro Henke, director de Proficio Investment, señaló que «para aquellos inversores dispuestos a asumir cierto riesgo en renta variable, las alzas más importantes pueden buscarse en sectores regulados que, en un futuro Gobierno, se beneficien de un sinceramiento de tarifas (energéticas, concesionarios viales, etc.) o de menos limitaciones en su operatoria (bancos).
Dentro de las opciones más conservadoras -títulos públicos- la preferencia es por bonos en dólares Ley Argentina. Dentro de este conjunto, apunta al Bonar 17, que rinde 9,7%; el Bonar 24 (TIR del 10, 3%) y el Discount 2033 (10 %).
Otro bono interesante, dice Henke, es el de YPF que vence en 2025 y rinde 10%. «Por ser compañía estatal tiene implícito el riesgo Argentina, pero además cuenta con todo el potencial de una empresa petrolera que, de verificarse una suba gradual del barril de crudo en los próximos años, puede incluso mejorar el riesgo país. Al tener una duration más larga el consecuente impacto en precio puede ser más alto».
«En síntesis -dice Henke- para un inversor promedio y no sujeto a regulación (caso de los fondos comunes de inversión, compañías de seguros, etc.) recomendamos un portafolio con 20% de YPF 2025; 40% de AA17 y 40% de AY24.
El ejecutivo de Proficio subrayó que «la reciente modificación de los criterios de valuación de bonos en dólares para los FCI seguramente mantendrá los precios de estos activos algo por debajo de su nivel anterior hasta tanto los fondos terminan de desarmar sus posiciones. Este escenario transitorio podría revertirse más rápido de verificarse (no vemos motivos para que así no suceda) el pago normal del RO15».
En la consultora Maxinver, que dirige Edurado Blasco, el analista Mariano Peretti armó este portafolio: 35% en bonos en dólares; 35% en bonos dólar link (operaciones en pesos al tipo de cambio oficial) y 30% en bonos en pesos. Para los bonos en dólares, dicen que prefieren el Bonar 24, y los bonos Discount y Par emitidos bajo ley argentina. «El principal atractivo de estos bonos es que, en promedio, rinden un 9% en dólares, tasa que, dada la relación riesgo/beneficio, es muy atractiva y casi única a nivel mundial». Un potencial nuevo Gobierno, con afán de poner las cuentas en orden y solucionar el frente judicial externo, «nos permitiría captar apreciaciones de capital». Estiman que con políticas acertadas y de relativo éxito, el rendimiento de estos bonos debería acercarse a un 6/7% anual, lo que se traduciría en una suba promedio del 15% del valor de estos bonos; además se seguirían cobrando importantes montos anuales por sus altos cupones.
Con respecto a los bonos dólar link señalan que «la idea detrás de la compra de estos bonos es invertir en el dólar oficial, el cual se estima que debería depreciarse con un piso del 30% para el próximo año. A su vez, dada la dinámica misma de los planes propuestos, es que el tipo de cambio se siga depreciando a un ritmo similar a la inflación para no generar más atraso». Enumeran los bonos emitidos por la ciudad de Buenos Aires y la provincia de Chubut.
Finalmente, bonos en pesos: «La ventaja de los bonos en pesos, es que actualmente devengan una tasa notablemente mayor a la de los plazos fijos, (en promedio 4% más) y con escasa volatilidad ya que suelen devengar la tasa de interés. Esto nos permite captar importantes rendimientos en pesos (en promedio 28%). «En éste segmento recomendamos invertir en bonos tales como Lebac entre 200 y 252 días (28% TIR promedio), Bonac (AY16 o AL16 – cuyo cupón se ajusta por la tasa que pagan las Lebac de 252 días y rinden 27,5% a la fecha actual), o incluso un vencimiento posterior a 2016, como el AMX9 (marzo 2019) que paga un cupón ajustado por la tasa BADLAR (plazo fijo mayorista) + 2,5% y rinde 28% también,
El corredor de bolsa Juan Manuel Palacio puso primero en la lista el dólar billete, «ya sea en su modalidad «ahorro», vía Mep o aprovechando al boden 2015 que está en sus últimos días de cotización y paga 103,5 dólares el próximo 3 de octubre.
«Después tenemos a los títulos públicos en dólares (Bonar 17 y Bonar24) que aún con volatilidad pueden ser una inversión interesante, seguramente potenciada en caso de solucionarse el tema hold outs durante el primer semestre del 2016. «De concretarse dicho acuerdo, sin dudas habría que sumar al portfolio al Discount en dólares».
Por otro lado, para aprovechar una posible reducción de la brecha o unificación cambiaria, Palacio también recomienda los bonos denominados dollar linked, que a su juicio «son los instrumentos de moda». Se pagan en pesos pero tomando en cuenta la cotización del dólar oficial. Por eso es que el gobierno está emitiendo nuevas series para financiarse, aprovechando el apetito inversor.
Finalmente, «asumiendo algo más de riesgo tenemos la alternativa de las acciones, siendo el sector energético uno de los pilares al que también se pueden sumar papeles con vinculaciones con la exportación».
La gente de Inversor Global propone una cartera con un 25% de bonos en dólares, y de estos bonos priorizan el Bonar 24 -paga un cupón del 8,75% anual, la mitad en noviembre y la mitad en mayo de cada año- porque «permite al inversor «comprar» dólares a menos de $ 9. Esta relación surge de dividir el precio en pesos de las láminas por el flujo en billetes norteamericanos que paga el AY24 hasta 2024″.
Por el lado de las acciones, recomiendan colocar en papeles de empresas con perfil exportador hasta un 25% de la cartera. Lo justifican así: «Las empresas que venden sus productos al exterior se verían muy beneficiadas ante un eventual deslizamiento cambiario. Reducirían sus costos en dólares, se volverían más competitivas, logrando mayores ingresos y rentabilidad. Esa mejora se trasladaría a la cotización de las acciones». Dentro de este grupo, apuestan a Tenaris.»Tiene una ventaja estratégica: es la empresa líder en producción de tubos de acero sin costura para la industria petrolera». Advierten que esta dependencia del crudo hizo que la cotización de TS se hundiera al igual que el precio del barril. «En los últimos 12 meses, la acción perdió un 52% de valor. Pero el petróleo parece haber encontrado en torno a US$ 40 —el nivel más bajo en 6 años— un piso fuerte. Una suave salida de ese umbral levantaría la acción de Tenaris».
También señalan acciones de bancos. «Los bancos fueron uno de los sectores más ganadores de la última década. Orientados al crédito al consumo —préstamos personales y tarjetas de crédito—, estas empresas aprovecharon el boom de demanda interna. Pero este sector podría tomar mayor impulso si Argentina se vuelve un país «normal» a los ojos de los inversores extranjeros.
Un arreglo con los holdouts es condición sine qua non para ello. Los bancos se beneficiarían de un ingreso de capitales. De este conjunto, señalan a los papeles de Grupo Galicia.
Y reservan una porción para acciones del sector energético. «Las valuaciones de las empresas de este sector están muy atrasadas respecto de sus pares regionales. Una de las causas es que sus ingresos están fuertemente condicionados debido al congelamiento de tarifas que rige desde hace más de 12 años. «En este marco, encontramos a Pampa Energía, con muy buenos fundamentos. Es el holding energético más grande de argentina. Tiene participación en los segmentos de generación, transmisión y distribución de energía. También está presente en el sector de petróleo y gas. Por lo tanto, al estar bien diversificada e integrada en energía, Pampa tiene una gran exposición a la corrección de tarifas en todos sus frentes.