Analistas comenzaron a especular con esta posibilidad, cuyo riesgo ya es del 50%. Pero el mercado sigue apostando por un acuerdo negociado con los holdouts
A juzgar por los últimos titulares de la prensa local, el Gobierno podría estar preparándose para entrar en default la semana que viene”, advirtió el último informe de Bulltick. Un análisis que para algunos especialistas de Wall Street ya es un hecho, puesto que falta una semana para que el país entre en cesación de pagos y por ahora no hay señales claras de una negociación con los holdouts.
“Definitivamente. Yo diría con gran convicción de que un default es lo que va a suceder”, sostuvo Siobhan Morden, directora para América Latina de Jefferies, en declaraciones a este diario.
Desde Bulltick remarcaron tener la sensación de que la frase famosa “hay vida después de un default” puede estar infiltrándose en el liderazgo de la Argentina. “Claramente, que se concrete un acuerdo en este momento es probablemente la mejor solución posible para todas las partes involucradas. Sin embargo, debemos reconocer que los riesgos personales que podrían estar presentes para los funcionarios argentinos que se comprometan pagar a los holdouts en este momento es grande, si la clausula RUFO se vuelve operativa”, evaluó Bulltick.
Según Alberto Bernal, jefe de estrategia y socio de Bulltick, ahora todo depende de los holdouts. Si estos actúan en forma lógica, deberían pedirle al juez Thomas Griesa que extienda el stay (medida cautelar) hasta enero de 2015 para que la Argentina pueda pagar sin riesgos legales, ya que para ese entonces estará vencida la clausula RUFO, que permite a los acreedores que entraron al canje reclamar si se le paga más a otro acreedor. “¿Ahora, que pasa si hay default? Pues sube más el blue, se disminuye el consumo, se pone más grave la recesión. ¿Sería esto igual al 2001? De ninguna manera, los bancos están super sanos y super líquidos”, apuntó Bernal.
En su informe, el analista aclara que el mercado sigue apostando a que se llegue a una solución negociada, ya que de lo contrario sería imposible explicar el comportamiento que tienen los precios de los bonos con ley Nueva York. Los Discounts subieron 1,2% ayer, incluso después de que se hicera público que la reunión entre las partes en la oficina de Pollack se había cancelado. Sin embargo, desde Jefferies consideran que el precio de estos títulos está desestimando el riesgo de default, que según el banco es del 50% y está en aumento.
De acuerdo a Morden, que los inversores decidan vender o comprar luego de producirse el default dependerá de la convicción que éstos tengan de que el evento de incumplimiento sea temporario. Así, el valor de recupero de los títulos estará en función del riesgo de acuerdo que presente la Argentina, es decir, si va a ser capaz de subsanar de forma rápida y efectiva el default y pagar a los holdouts. “Muchos tenedores de bonos (hedge funds y fondos de alta rentabilidad) mantendrán la confianza de que el default sólo será un revés temporal.
Probablemente defenderán sus posiciones largas y comprarán en la debilidad basada en la suposición de que la Argentina saldrá del default tan pronto como la cláusula RUFO expire en diciembre”, analizó Morden.