Los recursos para solventar compromisos en dólares no son los más urgentes. Antes, hay un déficit que para cancelarlo Hacienda debe ir al mercado
En medio de un mercado cambiario que sigue sufriendo de una elevada presión de demanda, el board del Fondo Monetario Internacional (FMI) deberá a tratar en las próximas semanas el nuevo acuerdo anunciado la semana pasada que amplía de u$s 50.000 millones a u$s 57.100 millones al stand-by convenido en junio. Después de que finalmente sea aprobado, para mediados de octubre podrían ingresar al Tesoro la primera tanda de los u$s 13.400 que disponibles hasta fin de año. Según informó el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, en octubre (Hacienda) recibirá un desembolso del FMI entre u$s 8000 y u$s 9000 millones», que se utilizarían para «apoyo presupuestario». El monto que reste se transferirá en diciembre.
Los dólares frescos de las próximas semanas irían, en primera instancia, a cubrir el déficit primario, y en segundo término los vencimientos de capital e intereses de la deuda. En octubre sólo vencen u$s 1700 millones en Letes, mientras que en octubre se deberán pagar u$s 4800 millones (u$s 3300 millones de Bonar 18 y u$s 1500 millones de Letes) La gran diferencia entre ambos tipos de erogaciones es que las necesidades de gasto son en pesos, mientras que el pago de deuda está, en mayor medida, denominado en moneda extranjera, por lo cual para la primer transacción el Fisco debe salir a vender dólares a la plaza.
Esa necesidad es la que concita la atención de los mercados. «Hacienda es un jugador más, aunque actuará de manera coordinada», dijo Sandleris a Clarín, con respecto a la función de ese Ministerio como oferente de divisas. Y agregó: «El monto exacto que venderá dependerá de los gastos en pesos y dólares. La mayor parte son en pesos».
Según lo indica el programa financiero de este año que explicó Hacienda la semana pasada, el grueso de los egresos en pesos provienen del déficit primario. En este sentido, la proyección oficial es que, entre octubre y noviembre, harán falta u$s 5700 millones para terminar de cerrar la cuenta primaria. Es decir, para pagar sueldos, subsidios económicos, gasto social y obra pública, todas partidas a cancelar en pesos.
Para Gabriel Gómez Caamaño, director de Ledesma, gran parte del gasto corriente es en pesos y esto volverá a Hacienda un oferente de peso en el mercado cambiario. «Es muy poco el componente en dólares del gasto primario y en el último trimestre, por un tema estacional de sueldos y obra pública, se acumula gran parte de las necesidades del Tesoro en pesos», explicó el economista.
La consecuencia, entonces, será una mayor oferta de dólares que el Tesoro derramará en el mercado de cambios, posiblemente a través del Banco Nación. No obstante, esta inyección de divisas será aminorada, en parte, por depósitos en pesos que tiene Hacienda, de venta de dólares de los últimos meses.
Renovación
Otro de los componentes gruesos que el Tesoro tiene atado al peso, y repercutirá en el mercado de divisas, es la renovación de Letras del Tesoro (Letes). Hacienda cuenta, entre sus supuestos, con renovar el 100% de este monto, por lo cual la necesidad de pesos dependerá del cumplimiento de esta meta. Ante esta dinámica de pagos, fuentes de Hacienda señalaron la semana pasada que la finalidad «no es intervenir en el mercado cambiario, sino cubrir necesidades en pesos del Tesoro».
La segunda cuestión es que, en principio, la oferta de divisas se hará en el momento que sea necesario, sin importar si el dólar se encuentra dentro o fuera de la zona de intervención fijada entre bandas de $34 y $44.
En este aspecto, queda aún confirmar si, tal como lo anunció la secretaría de Finanzas la semana pasada, la venta de divisas del Tesoro se realizará bajo un esquema de subastas y si para ello Hacienda definirá, o no, un cronograma de ventas.
Para 2019, si se alcanza el objetivo de «déficit cero», el programa financiero estipuló necesidades en pesos equivalente a u$s 6000 por intereses y vencimientos de deuda pública, sumado a los u$s 600 millones que se requerirán para pagar el Plan Gas, un programa subsidiado por el Estado para fomentar la producción. En la contrapartida, Hacienda prevé el ingreso de los u$s 22.800 millones del acuerdo y un sobrante de caja de 2018 por u$s 5400 millones, entre las principales fuentes de financiamiento.
Se suma a la lista de necesidades en pesos para 2019 un total de vencimiento de Letes, en manos privadas, por u$s 6900 millones, que el Gobierno planea renovar en un 60% según los proyectado en el programa financiero.
En tanto, la impaciencia por los desembolsos tendrá que supeditarse a la agenda del Fondo Monetario, que inicia hoy reuniones en Indonesia y podrían demorar el tratamiento del nuevo acuerdo con la Argentina.