Compartimos con Uds. una entrevista a Luis Secco realizada por Portfolio Personal (ambos participantes de Expo Inversiones Rosario 2017), muy esclarecedora del momento actual.
“Lamentablemente, la incertidumbre macroeconómica y los últimos acontecimientos políticos generan dudas. Y en un contexto internacional también incierto y con un apetito menor por el riesgo, el inversor está hoy menos proclive a tomar posiciones en Argentina”, afirma el economista. En este marco, señala a la chance de que el país ingrese al ‘club de los emergentes’ como “un hito fundamental”, aunque resalta que esta posibilidad continúa siendo un interrogante.
Mejor timming, imposible. En nuestra entrevista del mes de mayo, el economista Luis Secco comparte su mirada sobre la coyuntura local y analiza los últimos acontecimientos que hicieron temblar al mercado. A continuación, opina sobre la escalada del dólar, su impacto en la inflación, la política monetaria y más.
A su entender ¿cuáles cree que son los desafíos económicos que debería priorizar el gobierno?
Mauricio Macri asumió la presidencia del país con dos grandes desafíos por delante. Uno político, construir y asegurar la gobernabilidad; y otro económico, estabilizar la macroeconomía. La gobernabilidad es una condición necesaria para poder hacer cosas y la estabilidad macro es una condición necesaria para poder crecer y reducir la pobreza de manera sustentable.
A poco de andar quedó claro que podía asegurar cierto grado de gobernabilidad (se aprobaron leyes claves en los primeros meses de gestión) y luego la terminaría reafirmando con el triunfo en las elecciones de medio término de octubre pasado. Recién en las últimas semanas, producto del debate en torno a los aumentos de las tarifas públicas, surgieron algunas dudas sobre la capacidad de llevar adelante sus políticas lo que ha generado un aumento importante de la incertidumbre.
Esta incertidumbre política, se suma a una macro que no afloja, producto de una inflación que no cede Y en buena medida este hecho explica el por qué ahora sí el Gobierno enfrenta algunas dificultades políticas. El aumento de tarifas no se habría convertido en tarifazo de no ser por una inflación que sigue arriba del 20% anual (incluso aquella que no tiene en cuenta los precios regulados).
Por lo tanto, el desafío prioritario a enfrentar es el de la desinflación y no debería quedar duda alguna que toda la Administración Macri comparte esa prioridad.
¿Cómo evalúa a la política monetaria actual?
La política monetaria hoy no es la misma que había antes de que se anunciara el recálculo de las metas de inflación el 28 de diciembre pasado. Hasta ese entonces el BCRA llevaba adelante una anti inflacionaria basada en metas con tipo de cambio flotante y contaba con espacio para manejar las expectativas del mercado.
Luego del anuncio del cambio de metas y de la baja de tasas de interés que fue implementada luego de ese anuncio (se dijo entonces que al subir la meta de inflación para el año había espacio para bajar las tasas de interés), el BCRA asumió el compromiso de intervenir en el mercado cambiario para “evitar movimientos disruptivos en la cotización del dólar”. Lo que significó un cambio sustancial de la política monetaria/cambiaria. Los tiempos del tipo de cambio flotante (sin intervención) habían quedado atrás.
Después de las masivas intervenciones de las últimas dos semanas (unos USD5,000 Millones desde la última semana de abril) y del aumento de la tasas de interés de política monetaria, cabe preguntarse si de ahora en más el BCRA volverá a controlar las expectativas y si, dicho aumento de las tasas de interés, es un primer paso en la dirección correcta de una política monetaria más contractiva. Porque la política monetaria actual no es todo lo restrictiva que debería ser para lograr una desinflación más contundente.
La persistencia de la inflación ha sido uno de los temas más relevantes en lo económico en las últimas semanas. ¿Cuál es su visión al respecto? ¿Le preocupa? ¿Cuáles son sus proyecciones para este año?
Si, claro. Me preocupa y mucho. Como dije antes, bajar la inflación es el principal desafío y debería ser la prioridad número uno del gobierno. Abril y Mayo serán meses que traerán un número alto de inflación, con registros probablemente por encima de 2.0% mensual. Para el resto de 2018, hay incrementos de tarifas programados (transporte, gas y energía eléctrica en octubre y noviembre) que harían que el cuarto trimestre vuelva a exhibir un registro “caliente” en materia inflacionaria. Durante todo el año no se lograría quebrar la barrera de 23.0% de incremento interanual, ubicando la inflación de 2018 entre 8 y 10 puntos porcentuales por encima de la meta del 15%.
¿Qué cifras estima para la actividad económica? ¿Cómo afecta la sequía al crecimiento del país?
El PBI ha venido creciendo a un ritmo del 3% anual desde la segunda mitad de 2016. Dicho crecimiento se ha caracterizado por una notable dispersión sectorial. Con la construcción bien por encima del promedio y la mayoría de los sectores, en particular el industrial, por debajo de dicho promedio.
La mayoría de las previsiones sobre crecimiento del PBI hablaban de un 2018 muy similar al de 2017 (alrededor de 3% con alta dispersión sectorial), pero es de esperar que la mayor incertidumbre macro y política afecte algunas decisiones reales (consumo e inversión), reduciendo el crecimiento previsto para el año.A través del artículo anterior, podemos recomendarle los vestidos más recientes. Compre vestidos en una variedad de longitudes, colores y estilos para cada ocasión de sus marcas favoritas.
Asimismo, la sequía es otro motivo clave por el cual hay que esperar un nivel de actividad menor al de 2017. Si bien los precios de los commodities agrícolas se han comportado favorablemente, lo que permite que los efectos sobre la balanza comercial y cambiaria se reduzcan considerablemente, no sucede lo mismo en materia de actividad económica. El efecto precio positivo sólo puede ser capturado por quien tiene grano. Pero estos productores no demandan y consumen e invierten por lo que no lo hacen los que no tienen grano. A las pérdidas directas por la menor producción, hay que sumar las consecuencias negativas que pesan sobre toda la cadena de valor del sector. En este sentido, no se puede perder de vista que, según estimaciones realizadas por la Universidad Nacional de La Plata, alrededor del 30% del empleo privado está relacionado con dicha cadena de valor.
- ¿Vaso medio lleno o medio vacío para el inversor? ¿Cómo ve al mercado?
¿El vaso medio lleno o medio vacío comparado con qué? Si uno piensa en términos de cómo estaba el vaso antes, durante el gobierno de Cristina Fernández, y como está ahora, el vaso está más lleno. Si se lo copara con las expectativas que se tenían del gobierno y de su capacidad para normalizar la economía argentina, el vaso luce medio vacío. Pero es probable que esas expectativas se hayan ubicado muy arriba.
El mercado se ha venido acostumbrando al gradualismo y a la idea de una transición larga. Asimismo, se ve algún esfuerzo en materia de consolidación fiscal que complace a los operadores que participan en los mercados de deuda soberana.
Lamentablemente, la incertidumbre macroeconómica y los últimos acontecimientos políticos generan dudas, y en un contexto internacional también incierto y con un apetito menor por el riesgo, el inversor está hoy menos proclive a tomar posiciones en Argentina. Un hito fundamental será la inclusión o no del país en el club de países emergentes. Se espera para el mes que viene una decisión sobre si Argentina formará parte del índice MSCI, algo que se le negó el año pasado y por lo que aún sigue siendo un mercado de frontera. El argumento por el cual no pudo cambiar su status fue que no se habían despejado las dudas sobre la sustentabilidad del cambio. Después del triunfo electoral de medio término se descontaba que este año sí se aceptaría su inclusión en el índice. Pero ahora hay algunas dudas dada la situación económica y política actual.
¿Cuáles son sus proyecciones para el tipo de cambio?
El Banco Central, después de los últimos aumentos de las tasas de interés de política monetaria, parece haber reganado espacio para poner en práctica una política monetaria más restrictiva. De no mediar nuevas interferencias políticas en ese accionar, es de esperar que el peso se deprecie muy moderadamente de ahora en más. Es probable incluso que se deprecie por debajo del ritmo inflacionario. Lo que implicaría una apreciación real adicional. La experiencia indica que la apreciación real de la moneda no es sustentable en el mediano plazo. Como tampoco las intervenciones en el mercado cambiario pueden durar indefinidamente. Pueden servir para calmar las aguas durante algún tiempo, pero es una especulación muy riesgosa. Sobre todo porque la apreciación real hoy tiene lugar en conjunto con un creciente déficit de la cuenta corriente del Balance de Pagos (que es el dual del otro déficit, el fiscal). Y cada vez que se han dado en forma conjunta en el pasado, se han generado expectativas de transitoriedad de la política económica toda vez que una corrección macro comienza a percibirse como inexorable.
Fuente: https://www.portfoliopersonal.com/Research/Noticia/7075