La puja entre inversores individuales y fondos de inversión catapultó la acción de la tienda física de videojuegos un 2.700% en enero
La batalla entre inversores de pequeña escala y fondos de cobertura que sacude a las bolsas estadounidenses y europeas se debate intensamente en foros de internet y ha costado miles de millones de dólares a las instituciones financieras.
En Nueva York, las acciones de GameStop, la cadena de videojuegos en el corazón de la pelea a brazo partido entre fondos de Wall Street y los inversores minoristas de Main Street, llegaron a operarse a USD 500 por la mañana, para alcanzar un beneficio de hasta 2.700% solo en enero.
Todo comienza con operaciones de “corto” efectuadas por traders de fondos que “alquilan” acciones e inmediatamente las venden, a la espera de que estos títulos se desplomen en el corto plazo. Luego, las recompran a precio vil y devuelven el activo a su tenedor original, mientras que se quedan con la ganancia por la brecha de precios.
En al caso de GameStop, la apuesta salió mal: foristas de Reddit que comparten información financiera se pusieron de acuerdo en salir a comprar las acciones de la tienda de videojuegos, comprometidas por operaciones de “corto”, y ante el ascenso repentino, los fondos de inversión debieron salir a recomprar los títulos para minimizar su pérdida, dinámica que espiralizó la suba en cuestión de días.
Animado por un ejército de inversores individuales que discuten en redes sociales y que operan a través de sociedades de Bolsa online y aplicaciones como Robinhood.com, el dramático salto en los precios de papeles como GameStop, BlackBerry y AMC Corporation dio paso a más pedidos de regulación en los EEUU.
¿Por qué no ocurren estas maniobras especulativas con las acciones argentinas, que acumulan pérdidas de 80% en dólares desde 2018 y con un poco de liquidez podrían suscitar un rally alcista?
Leandro Ziccarelli, jefe de Research de ICB Argentina, explicó a Infobae que “en el mercado local es imposible principalmente porque no se permite ‘shortear’ papeles. O sea, la primera operación que puede dar lugar a estas situaciones no está permitida, que es esa especie de ‘alquiler’ de acciones que hacen algunos fondos en el exterior. En nuestro mercado para operar en contra de un papel tenés que usar opciones o futuros, que solo algunas acciones tienen, y que si bien son una cobertura, se pueden usar para especular también”.
“Acá las movidas de ese tipo, con foros empujando y demás, son siempre con papeles del panel general de la Bolsa de Buenos Aires, pero la estrategia es comprar, darles ‘manija’ (en redes sociales) y vender más caro después. La manipulación es distinta”, reflexionó Ziccarelli.
El estrangulamiento de posiciones cortas o “short squeeze”, en que los operadores tienen que abandonar su postura a pérdida, hace que las apuestas en contra para hacer bajar a una acción terminen por elevarlas más. Esto también desató un declive de 2% en el referencial S&P 500 el miércoles, ya que los fondos tuvieron que vender otros papeles para cubrir pérdidas.
En estas horas, los foros de Reddit se multiplicaban con discusiones sobre el mercado de acciones, mientras que el número de usuarios del grupo WallStreetBets para operadores superara los cuatro millones.
Gustavo Neffa, director de Research for Traders, señaló que un fenómeno como el de GameSpot no puede darse en la plaza local “básicamente porque Argentina no tiene un mercado para ‘shortear’. El 90% del volumen se hace en EEUU bajo la forma de ADR. Para ‘shortear’ tenés que alquilar los títulos, es decir, el broker tiene que salir a conseguir esos títulos y el volumen de las acciones argentinas es tan bajo que no se ‘shortea’, no es una operatoria que sea fácil. Puedo pedirle a mi broker que me ‘shortee’ Amazon y en un segundo lo hace. Con Banco Macro o IRSA no lo va a poder hacer, porque no tiene las acciones o le va a ser difícil conseguirlas en alquiler”.
Neffa agregó a Infobae que “es por eso que la cantidad de ‘shorteados’ en Argentina es muy baja, a pesar de la caída de precios que, lamentablemente, es toda genuina. Con las acciones de GameSpot y otras se había tenido mucha presión de los vendedores por el lado del descubierto”.
El antecedente argentino de 2017
Hace tres años y medio, las fuertes oscilaciones de precios de algunas acciones del panel general de la Bolsa porteña llevaron a la Comisión Nacional de Valores (CNV) a iniciar una investigación con el objetivo de garantizar “la transparencia en la formación de precios”.
Entre julio y diciembre de 2017, algunos títulos de volumen marginal en el mercado registraron puntuales oscilaciones de precios de 100 por ciento en pocos días, para luego caer abruptamente, lo que dio motivo de sospecha sobre maniobras especulativas. Los casos más notorios fueron los de las acciones de la desarrolladora inmobiliaria TGLT, Petrolera del Cono Sur (PSUR) y Central Térmica Güemes (CTGM).
En diciembre de aquel año, el ente de control que conduce Adrián Cosentino estableció un régimen de subastas para concentrar la negociación de especies de baja liquidez en períodos de tiempo predeterminados, y así evitar la volatilidad de precios y facilitar la interacción entre operadores.
José Ignacio Bano, gerente de Research y Business Intelligence en InvertirOnline, recordó que “en 2017 se puso en vigencia un sistema de negociación por subastas, porque hubo un momento en que algunos papeles se volvieron ‘locos’, que antes no operaban nada y que de un día para el otro empezaron a operar mucho volumen, y se armó esta misma ‘bola’ que con esta empresa de videojuegos en EEUU. Había inversores minoristas que decían ‘no sé qué es este papel, pero está subiendo el 100 por ciento y quiero comprar’. Fue un súper recorrido al alza que se agotó a los pocos días y después se inclinó a la caída”.
“En respuesta a esto, ByMA estableció lo que hora se conoce como operatoria por subasta. Hay una lista de papeles poco líquidos. En lugar de operar en toda la rueda –que es lo que hace que vaya subiendo y subiendo y se arme la ‘bola’–, opera un par de veces por día. Hay una subasta de acciones, una única operación grande con todas las puntas de compra y las de venta, y una segunda subasta más tarde, en la que no puede haber una diferencia de precios mayor del 10% para arriba o para abajo respecto de la previa. Esta fue la respuesta para evitar esas ‘burbujas’”, describió Bano a Infobae.
“En un mercado chico como el de la Argentina, podría volver a pasar, pero las compañías más chicas operan así por subastas y de ese modo están un poco más controladas”, acotó.