El BCRA subió fuerte las tasas de Lebac de largo plazo para endurecer las condiciones monetarias. Sin embargo, al inyectar dinero vía pases y ablandar los encajes bancarios, en realidad el sistema bancario está más líquido. El factor político pesa.
La suba de tasas de Lebac en el mercado secundario de letras todavía no convence a los especialistas, que ven cada vez más lejos a la meta de inflación de este año, pero también a la del año que viene. Análisis de la política monetaria de agosto señalan que la liberación de encajes, la baja tasa de pases y la resistencia a subir los rendimientos de las letras más cortas impiden una mirada optimista respecto de la inflación.
La inflación del Indec marcó un avance de 1,7% en julio, luego del 1,2% y 1,3% de junio y mayo, respectivamente. Para agosto la mediana de expectativas está en 1,4% y el dato oficial se conocerá esta semana. La meta para este año es de no más del 17%, mientras que la de 2018 es del 10% (con dos puntos de margen hacia arriba y hacia abajo).
El mes pasado, el Banco Central (BCRA) subió hasta 190 puntos básicos los rendimientos de las Lebac. Las subas más importantes se dieron en los plazos largos, como mayo, donde la tasa llegó a 27,35% anual. Pero el endurecimiento de la política monetaria en agosto no convenció a todos.
Desde marzo de 2017, a pesar de los intentos del BCRA de intensificar el sesgo contractivo de la política monetaria, el cambio en la composición del portfolio de las entidades financieras contrarrestó los efectos esperados por la autoridad monetaria, explica el último informe semanal de la consultora Elypsis.
La hipótesis de la consultora de Eduardo Levy Yeyati es que al priorizar las tasas de Lebac y dejar olvidada a las tasas de pases pasivos, la política monetaria no es tan contractiva. Además, la liberación de encajes en marzo pasado dejó más líquido al sistema bancario, con lo que el torniquete monetario es bastante leve.
Si bien el stock de Lebac en entidades financieras aumentó a 3,8% del PIB en agosto, frente al 2,7% de marzo (1,1 punto porcentual), el stock de pases disminuyó a 0,5%, frente a 2,1% (-1,5 punto porcentual), agrega Elypsis.
Quizás Sturzenegger y los suyos encontraron la forma de subir la tasa sin afectar, al mismo tiempo, el brote verde que muestra el crédito al sector privado (crece 40% interanual) en tiempos electorales.
El factor político reaparece en el análisis de Economía & Regiones, dirigida por diego Giacomini. La consultora habla de un proceso de desinflación abortado en el que la suba de tasas de largo plazo es vista por la negativa: falta de celo en las tasas cotas. El BCRA enfrenta una restricción política (elecciones dentro de menos de 2 meses), poniendo mucha duda que las tasas de corto plazo (Lebac y Pases) suban, dice su último informe.
La política monetaria continúa mostrando un sesgo expansivo (à) Puntualmente, la cantidad de dinero viene aumentando a un mayor ritmo de lo que crece su demanda, generándose un sobrante por exceso de oferta monetaria. Este sobrante de dinero (4,6% de la base monetaria a fin agosto), señala.
Elypsis y Economía y Regiones no están solas si se tiene en cuenta el relevamiento de expectativas de mercado REM que elabora la entidad conducida por Federico Sturzenegger. Desde mayo pasado la expectativa del REM para 2018 no para de subir y agosto no fue la excepción.