El dólar minorista cerró el viernes a $ 41,88, con una suba del 4%. Desde hoy, vía suba de encajes, retira $ 60.000 millones para quitarle presión a la plaza cambiaria
Desde que se conocieron los detalles sobre los planes del flamante presidente del Banco Central (BCRA), Guido Sandleris, para la política monetaria local, el dólar mayorista saltó $ 1,19 el jueves y $ 1,55 el viernes, lo que dejó en evidencia que el tipo de cambio todavía no termina de encontrar un nivel en el que se encuentre cómodo. Para los expertos, una parte de la escalada hasta $ 41,25 tuvo que ver con el cierre del mes, y otra parte, con un testeo de la banda superior, con los $ 44 que marca el tope en la zona de no intervención (el mínimo es $ 34).
El anuncio del BCRA que llegó a última hora del viernes, que implica cambios en los plazos fijos y una nueva suba de los encajes, no modificó demasiado las expectativas de los analistas consultados. Si bien reconocen que los $ 60.000 millones que no estarían disponibles para adquirir dólares le quitarían algo de presión a las ruedas cambiarias, los flujos de capitales extranjeros que entran y salen del país nada tienen que ver con estas medidas. «Los movimientos importantes hoy en día están más atados al carry trade que a la parte local», resumió Claudio García, de Oubiña Cambios.
El BCRA anunció formalmente la iniciativa el viernes, tras el cierre del mercado de cambios. «El Comité de Política Monetaria (Copom) resolvió comenzar en el día de la fecha la implementación del nuevo marco de política monetaria anunciado el miércoles 26 de septiembre pasado», dijo en un comunicado. Así, la entidad confirmó lo que se sospechaba durante la rueda, que iba a adelantarse al lunes, día en que arrancaba la medida, y que estaba listo para intervenir si el dólar pasaba los $ 44.
También explicitó que «la meta monetaria será instrumentada mediante operaciones diarias de Letras de Liquidez Leliq) con las entidades financieras. La tasa de política monetaria pasa a ser definida como la tasa promedio resultante de estas operaciones, computándose con frecuencia diaria. De esta manera, al establecerse la cantidad de dinero de forma exógena, la tasa de política monetaria será determinada por la oferta y demanda de liquidez».
«Creo que lo que vimos fue un poco de todo. Hubo demanda de fin de mes, aunque con un volumen muy flojo (casi u$s 429 millones), entonces con nada se lo están llevando para arriba. El viernes estuvo vendiendo el Banco Nación en muchos precios, pero no lo pudo contener demasiado, y con las ventas de futuros algo de oferta genera el Central; no es la gran cosa. Creo que lo están probando», expresó en o the record un corredor de cambios de la plaza porteña. En la misma línea, remarcó: «El problema es que a nadie le gusta vender cuando hay subas de $ 1 por día».
Por su parte, Gustavo Quintana de PR Corredores de Cambio, sostuvo que «el fin de mes presionó por el cierre de posiciones, aunque ya algo se había comenzado a cerrar desde el miércoles», sin embargo aclaró que, «por otro lado, el mercado está buscando un nuevo rango de fluctuación que todavía expresa cierta insuficiencia de dólares en el mercado».
También Claudio García, operador y apoderado de Oubiña Cambios, indicó que «la sensación es que los números no están acomodados». El experto cree que la presión va a seguir: «Tenés un Banco Central que dijo que va a intervenir en zona fuera de $ 34 a $ 44. Si la demanda se mantiene firme, de a poco la sensación que tiene el mercado es que el dólar va a ir a buscar la banda superior».
De hecho, esa es una de las críticas que se escucha en la City sobre el plan de Sandleris: haber informado los valores en los que flotará el dólar sin intervención. «La idea de explicitar las bandas es para, supuestamente, en lo que es la teoría, atenuar la volatilidad del tipo de cambio. El tema es que, en primer lugar, las bandas son muy amplias y, en segundo, el monto con el que intervendrían no es muy grande, y está dicho, son u$s 150 millones», señaló Eric Ritondale, director de la consultora Enconviews.
Asimismo, el economista subrayó que, además, la intención de controlar los agregados monetarios hace más volátil la tasa: «Hoy (por el viernes) la Leliq (que es la actual tasa de referencia) está en 65%; era previsible que subiera. Entonces vas a empezar a tener, al final, no solo volatilidad en el tipo de cambio, sino que también en la tasa de interés».
Según Ritondale, muchos países utilizaron este método, pero sin explicitar las bandas ni el monto de intervención. Igual cree probable que, por el acuerdo con el FMI, el Central tiene que darlo a conocer, si no tendrían que consultarlo en forma permanente. «Es necesario que el mercado se convenza de que ya son valores razonables y que los activos en pesos empiecen a recuperarse; recién ahí el tipo de cambio puede ceder», dijo.