Ayer comenzó la reunión de dos días de la Reserva Federal (Fed) de EE.UU. sobre política monetaria de la cual el mercado espera con ansias el comunicado final para descifrar cuándo será el incremento de la tasa de interés.
Los inversores se mostraron cautos sobre los resultados del encuentro, dado que prevén que el incremento será de forma más gradual que lo anticipado por la debilidad que vienen mostrando los indicadores del país.
En definitiva, crece la preocupación sobre un estancamiento de la economía estadounidense y así se desvanecen las expectativas de un alza en junio. La mayoría de los analistas espera que la Fed lo haga en septiembre.
Ayer el dólar tocó mínimos de ocho semanas tras un reporte inesperadamente débil de la de confianza del consumidor. Luego de un cierre de 2014 exitoso, la economía estadounidense parece haber perdido algo del ímpetu al inicio de 2015, con indicadores de desempleo menos positivos que lo esperado y una inflación que no despega.
Hace apenas un par de meses, la Fed parecía preparada para anunciar, en el corto plazo, su primer movimiento de tasas -que se ubican entre el 0 y el 0,25 % desde fin de 2008- en un reconocimiento explícito de la recuperación de la economía tras la «Gran Recesión».
La presidenta del organismo, Janet Yellen, había justificado la eliminación de la palabra «paciente» del comunicado de la Fed, lo que abría la puerta un alza de tasas tan pronto como en junio.
Sin embargo, el final del dinero barato en EE.UU. parece que se postergará unos meses, al menos hasta septiembre, aunque los analistas coinciden en que ocurrirá antes de que termine el año.
Cabe recordar que en esta ocasión no habrá rueda de prensa de Yellen al final del encuentro y después de la presentación del comunicado.
«Los datos han sorprendido a la baja. Es razonable pensar que el umbral se ha elevado» para una posible suba en junio, aseguró William Dudley, el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, uno de los miembros de la Fed más cercanos a Yellen.
Ciertamente, el primer trimestre de 2015 fue decepcionante si se tiene en cuenta que la sólida creación de empleo se ralentizó. En estos tres meses se agregaron una media de 197.000 empleos mensuales a la economía, frente a una media de 260.000 mensuales en 2014.
Asimismo, la inflación lleva ya tres años por debajo del objetivo del 2% a medio plazo de la Fed; y en los últimos doce meses se ubicó en marzo en el -0,1%.
Los miembros del banco central coinciden en ver esta situación como temporal, y la relacionan con la caída en los precios del petróleo y la apreciación del dólar, pero apuntan a que obliga a retrasar la anticipada alza de tasa.
De hecho, el dólar se ha apreciado cerca de 15 % respecto a otras monedas desde el verano pasado; mientras que el barril de crudo cayó 50% en los últimos nueve meses.