Estrategas cambiarios sostienen que la volatilidad estará centrada en el peso argentino y el real brasileño. Pero este año golpeará también al peso mexicano y el colombiano, además del sol peruano.
Las monedas de la región tendrán otro año complicado impulsado por el persistente declive económico y la caída de los precios de las materias primas, consignó un sondeo de la agencia Reuters, que identificó a Brasil y Argentina como posibles focos de volatilidad.
En general, se espera que las divisas latinoamericanas continúen golpeadas también por la creciente inflación en varias de las economías de la región y los temores a una devaluación competitiva de China. Pero tampoco habrá que perder de vista las subas de tasas de interés que lleve a cabo Estados Unidos este año, que también son una fuente potencial de inestabilidad, dijeron los especialistas consultados.
Por su parte, el devenir del peso argentino está rodeado de dudas, luego de la devaluación de 27% que experimentó la moneda tras el fin del cepo – cuyo valor cerró ayer en $ 14,20 – que fue considerada una medida exitosa para liberar las restricciones cambiarias del país.
Los analistas ahora se preguntan cuál es realmente el «valor justo» del peso en Argentina, tras haber sumado una devaluación mayor al 38% en un año. «Todavía hay muchas distorsiones», dijo Pedro Tuesta, economista de la firma de investigación Cast. Las 14 estimaciones sobre el peso para fines de 2016 varían entre una devaluación de 3% a 18%, lo que podría ubicar la moneda argentina cerca de $17,36 en diciembre.
Asimismo, el real brasileño, uno de los mayores perdedores del mundo el año pasado con una devaluación de 33%, caería un 7% más en 2016 a R$ 4,25 por dólar en 12 meses, de acuerdo con la mediana de las proyecciones de 25 estrategas cambiarios.
En Brasil, los analistas revisaron sus estimaciones para incluir en ellas el impacto de una profunda recesión – que ahora prevén que será la peor desde 1901- y de la turbulencia política local, mientras la oposición busca concluir el mandato de la presidenta Dilma Rousseff mediante un juicio político.
«Se espera que el real se deprecie más si el panorama macro sigue deteriorándose», sostuvo Alberto Ramos, co-director de investigación económica latinoamericana de Goldman Sachs. Destacó que el proceso de juicio político contra Rousseff generó un desgaste institucional que contribuyó aún más a la incertidumbre política.
En tanto, el peso mexicano, que refleja a una economía mucho menos expuesta a los precios de las materias primas, probablemente continuará siendo la excepción y tendría un comportamiento superior al de sus pares regionales, apuntalado por la recuperación económica estadounidense.
El peso de México llegaría a un valor de 17 unidades por dólar en 12 meses, todavía dentro de su actual rango de cotización. El peso cayó ayer a un mínimo histórico de 17.74 unidades por dólar y viene de cerrar el 2015 con su peor desempeño anual en siete años.
En cambio, los bajos precios del petróleo y el cobre pesarían sobre las monedas de Colombia, Chile y Perú más tiempo de lo que se anticipaba anteriormente, sostienen los estrategas del Scotiabank, en un informe reciente.
En ese grupo, el peso colombiano tuvo su peor revisión a la baja en la proyección a 12 meses, comparado con diciembre, con una estimación actual de 3,30 unidades por dólar para fines de 2016.