Analistas y Gobierno estiman que esta semana será clave para que se estabilice el impacto del nuevo tipo de cambio en los precios de la economía. En 2018, el IPC sería 26%.
En los últimos días las remarcaciones de precios movieron hacia arriba las proyecciones de inflación para este mes y las estimaciones anualizadas, que ya tienen un piso de 26% y en algunos casos llegan hasta 30%. Esto es 11 puntos porcentuales por encima de la meta anual del 15%, «recalibrada» el pasado 28 de diciembre, e incluso más que toda la inflación de 2017, que fue 24,8% según la medición oficial. Esta aceleración inflacionaria se debe, en parte, a la fuerte devaluación del peso, que supera el 16% en lo que va de mayo, pero también por la arraigada memoria inflacionaria argentina, que lleva a que los precios suban independientemente de los cambios en la estructura de costos. En esa lógica, los precios de alimentos y productos de consumo masivo son los que más preocupan hoy a la población, y también al gobierno.
Según algunas estimaciones privadas, los precios de los alimentos ya acumulan aumentos de entre el 3 y el 8%, dependiendo de las diferentes categorías, y hay consenso entre los analistas en que en las próximas semanas habría que esperar nuevos ajustes a medida que avance el pass through (traslado a precios) de la suba del tipo de cambio.
Aunque es prematuro evaluar el impacto de los aumentos de precios, las previsiones indican que el consumo ya estaría acusando el golpe. Pese a ello, no se espera un retroceso pronunciado en el consumo por la inflación.
«Hasta abril teníamos variaciones interanuales del 19% en alimentos y productos de consumo masivo, pero a partir de ahí el año cambió significativamente», señaló Juan Manuel Primbas, directos de Kantar Worldpanel. Explicó que aún no hay números sobre el traslado de la devaluación a precios, pero «la expectativa es que mayo muestre los mayores aumentos del año, sobre todo en alimentos y productos básicos». Consultado sobre el nivel de aumento que podrían tener los alimentos este mes, Primbas dijo que es difícil estimarlo «pero si venían creciendo al 1,5 / 2% mensual, esperaría entre 3 y 3,5%». No es difícil imaginar, en este escenario el impacto en el consumo. «Para el bimestre mayo-junio esperamos una caída del 2%», precisó.
Para Miguel Calvete, director del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM), «ya hubo impacto en precios, que está entre 5 y 8 puntos porcentuales en los listados de precios de alimentos, y en el caso de productos de limpieza e higiene personal de 14 a 16%».
Aclaró que la suba del tipo de cambio «todavía no se trasladó a las bocas de proximidad, sí a los mayoristas y a los distribuidores», de modo que los aumentos «pueden ser entre 2 y 3 puntos más, en productos de consumo masivo». Así, para Calvete la «inflación anualizada va a estar entre 26 y 27%».
Por su parte, Osvaldo Del Río, director de Scentia, destacó que «la inflación acumulada a abril en la canasta de productos empaquetados (alimentos, bebidas, cosmética y limpieza) está en 7,6% interanual», sin embargo, aclaró que «en mayo seguramente vamos a tener el mes más complicado de los que tuvimos hasta ahora. Si le sumamos 2 o 2,5% más, ya vamos a estar cerca de 10 puntos de inflación en consumo masivo, con mayo adentro».
«La estrategia del Gobierno para frenar el traslado a precios es correcta, en tanto y en cuanto las mesas sean multisectoriales y haya un monitoreo permanente», indicó Calvete. Pero consideró que hay que analizar las cadenas valor y lo que ocurre con insumos como polietileno, tetrapack, vidrio u hojalata, porque «el proveedor de insumos, por lo general, está cartelizado o tiene posición dominante, con más del 70% del mercado», indicó Calvete.