Tras la fuerte caída de este año, las actividades agrícolas buscan la revancha y podrían convertirse en el principal motor de la economía en un año electoral
Mientras suenan algunas alarmas por el clima seco en el sur de Córdoba, que pueden complicar la actividad, el campo está en las apuestas oficiales y de los analistas como el eje central del crecimiento de la economía 2019.
Tras restarle al PBI de este año un punto por la cruenta sequía que diezmó la cosecha gruesa, la renovada inversión y expansión en el área sembrada de trigo, que puede dejar una cosecha récord de 20 millones de toneladas, y perspectivas positivas para la próxima campaña gruesa, cuya implantación arrancará con fuerza hacia mediados de octubre, tanto dirigentes rurales como el propio Gobierno y economistas apuntan a que el campo tendrá su «revancha» en el nuevo ciclo 2018/19 y que el derrame apuntalará el PBI.
En ese marco, y «si el clima acompaña», el sector agropecuario puede aportar hasta un máximo de 1,5 puntos para el crecimiento económico del año próximo. Ese techo, explicaron en la consultora, obedece a que el cálculo macroeconómico parte de estimaciones de producción granaria, ganadera y de economías regionales, que seguramente pueden ser modificadas a medida que avance el ciclo productivo propio del sector.
Los cálculos de Ecolatina se efectuaron sobre la base de estimaciones realizadas por Globaltecnos, una consultora especializada en negocios agropecuarios, que apuntó que el ciclo agrícola 2018/19 puede dejar una producción de 130 millones de toneladas, siempre que el clima acompañe. Si se llega a ese volumen, el alza interanual será de 30%.
Esas previsiones dan cuenta de un crecimiento de 5% en la producción de trigo hasta 19,6 millones de toneladas. Otras estimaciones privadas apuntan a que la campaña triguera podría incluso superar las 20 millones de toneladas.
Con una buena campaña fina, tras la sequía que dejó a muchos productores desfinanciados, se podrá reinvertir el dinero en la próxima cosecha gruesa para la que se espera un alza de 14,7% para el maíz, hasta 50 millones de toneladas; y un salto para la producción sojera de hasta 54,7%, con 58 millones de toneladas.
A los tres principales cultivos argentinos, Ecolatina le suma una recuperación para 2019 de las economías regionales, de 5%; y de 2% para la ganadería bovina. Desde la consultora, explicaron a El Cronista que, sobre la base de esas estimaciones, el campo se constituiría en prácticamente el único sector de la economía con crecimiento.
Estas perspectivas positivas son acompañadas desde los despachos oficiales. Luego del año complicado, la «revancha de trigo», con una siembra de 6,26 millones de hectáreas, se perfila para ser una realidad y dejar desde fines de año una producción en torno a 20 millones de toneladas, de la mano de un clima frío y con lluvias adecuadas y una alta fertilización.
El reporte mensual de Estimaciones Agrícolas de Agroindustria indica un alza. En ese sentido, refuerzan que en el primer semestre, el despacho de fertilizantes subió 20% contra el mismo lapso del año previo, que ya había sido récord.
«En esta campaña se verá que no solo se suma área sino también tecnología, lo que fortalece los rendimientos. El productor hoy tiene una relación ingreso/gastos que le permite apostar fuerte», indicaron a El Cronista voceros oficiales. Y se entusiasmaron con que a la revancha del trigo se le acople «un mar de maíz» y que se de un incremento importante en el área sembrar con soja, impulsada por la baja mensual de retenciones.
Dentro del derrumbe de la economía en lo que va de año, el impacto de la sequía se empezó a evidenciar en los resultados de actividad de abril: ese mes el sector registró una baja de casi 30%. Se sumaron los de mayo y junio, por 33,6% y 31%, respectivamente.