La Reserva Federal, el banco central estadounidense, incrementó en un cuarto de punto las tasas de referencia. Los analistas estiman que el ciclo de alto costo del dinero en EEUU podría acercarse a su fin ¿Vuelve el ‘viento de cola’ para los emergentes?
Los mercados bursátiles se mantienen sujetos al último aumento de la tasa de interés de la Reserva Federal (Fed) en Estados Unidos para enfriar la inflación.
Tal como suponían los analistas, la Fed aumentó su tasa en 25 puntos básicos, lo que fue menos agresivo que el aumento de medio punto de diciembre, ya que la inflación en las principales economías comienza a disminuir desde los niveles más altos registrados en décadas.
El encuentro de la Fed terminó este mediodía del miércoles y se confirmó que el banco central norteamericano subió por séptima vez consecutiva sus tasas de interés, que actualmente se ubican en un rango de 4,50 a 4,75% anual.
Luego de varias alzas importantes, de tres cuartos y de medio punto porcentual últimamente, la Fed debería retornar a un incremento más pequeño y habitual dentro de su política de ajuste, de 25 puntos básicos, estiman los especialistas.
¿Qué significa para la Argentina?
1) Cambio de ciclo con las tasas. Un alza de tasas más moderada en los EEUU podría anticipar que este proceso alcista para los tipos de interés podría estar llegando a su fin. Esto es porque la desinflación de la economía norteamericana es un hecho y la Fed está consiguiendo su cometido. De ser así tendería a reducirse el impacto que el elevado costo del dinero tiene sobre los niveles de actividad y, por lo tanto, la posibilidad de una recesión en la principal economía del mundo sería menos probable. En el caso de la Argentina, el país necesita un mundo en crecimiento y con mayor demanda para exportar más y generar divisas.
“Por el momento lo que domina es la percepción desinflacionaria contra la percepción de una recesión que se ve como más lejos. Esa quizás sea la historia del segundo semestre de 2023″, consideró Germán Fermo, asesor estratégico del Grupo IEB (Invertir en Bolsa). “Parece que todo lo que diga la Fed está totalmente ‘priceado’ (implícito en precios). La realidad es que hace tres meses que los datos en el frente inflacionario vienen saliendo todos bien y el mercado reacciona en consecuencia”, agregó.
“Wall Street está confiando lentamente en que el aumento de tasas de la Fed de esta semana podría terminar siendo el último en este ciclo de ajuste”, dijo Edward Moya, analista Senior del grupo comercial OANDA en Nueva York.
2) La economía global podría acompañar. “Cuando el mercado se vuelve a tranquilizar y ‘tradea’ (opera) macro (expectativa de crecimiento de la economía real), el dólar se vende. Este es un año de dólar dovish y esa es una buena noticia para emergentes pero también para la Argentina, que tiene un montón de problemas de cara a 2024, pero tiene una buena: muy probablemente tengamos viento de cola en favor de emergentes de la mano de China creciendo fuertemente, commodities rebotando y la Fed dovish”, agregó.
“No es un detalle trivial. Normalmente a los gobiernos no peronistas les toca una Fed hawkish (más agresiva), y si no pregúntenle a los radicales durante el gobierno de (Raúl) Alfonsín, que tuvieron que soportar una Fed con tasa de referencia cercana al 8%. Por lo tanto ahora vamos a ver una Fed con tasa en baja, esa es una buena noticia. Ojalá que el próximo (Presidente de Argentina) pueda utilizar ese viento de cola a nuestro favor”, evaluó Fermo.
Subir un cuarto de punto la tasa directriz es “prudente considerando la moderación de la inflación” y “cifras débiles de actividad” económica, resumió Steve Englander, responsable de macroeconomía de Estados Unidos en Standard Chartered y ex economista de la Fed, en una nota de análisis.
3) Volatilidad bursátil. Tal como ocurrió a partir del 2020, las definiciones de la Fed y las declaraciones de su presidente, Jerome Powell, van a acarrear períodos de mucho movimiento de precios, justamente en un 2023 donde las proyecciones están puestas en una recuperación de los precios de las compañías cotizantes tras un año históricamente malo en Wall Street, el de mayores pérdidas desde la crisis financiera en 2008.
Basta recordar que los principales indicadores de Nueva York registraron en 2022 la caída más fuerte, del 33%, en el índice tecnológico Nasdaq, que aglutina a las empresas tecnológicas más grandes de Estados Unidos. Fue seguido por el selectivo S&P 500, que perdió un 19% acumulado, y por el Dow Jones de Industriales, que descendió un 9 por ciento.
“Tenemos la decisión de la Fed y los mercados están sumamente expectante acerca de los que pueda decir. Una vez que la Fed habla la volatilidad va a estar al día, se va a poner indudablemente complicado el mercado al menos en términos de volatilidad”, sintetizó el analista técnico Rubén Ullúa.
En ese marco, las acciones y los bonos de la Argentina podrían caer presos de esa inestabilidad en las plazas internacionales. El S&P Merval trepó 138% en pesos y 40% en dólares el año pasado, mientras que ganó solo en enero de este año un 26% en pesos y 18% en dólares.