El «fuerte» crecimiento de las importaciones en un contexto de estancamiento de las exportaciones genera un «significativo» deterioro del frente externo, por lo cual este año la balanza comercial podría cerrar con un déficit de u$s 6.000 millones, según un informe privado.
«Pese a la clara mejoría de la economía, preocupa el creciente deterioro del sector externo», sostuvo la consultora Ecolatina.
En ese sentido, subrayó que «la demanda interna está creciendo a un mayor ritmo que la producción ya que en el segundo trimestre de 2017 está trepó 4,4% contra 2,7% del PBI».
«El fuerte crecimiento de las importaciones en un contexto de estancamiento de las exportaciones genera un significativo deterioro del frente externo», alertó.
Puntualizó que la entidad calcula que en 2017 «el rojo del intercambio de bienes superaría los USD 6.000 millones», lo cual representa «un rojo de 1% del PBI».
Así, el déficit de la Cuenta Corriente, que incluye el intercambio de servicios y el saldo de la cuenta rentas, superaría los USD 24.000 millones.
Alertó sobre el «incremento de las importaciones» y argumentó que, en el segundo trimestre, las compras externas de bienes y servicios, medidas en cantidades, aumentaron poco más de 9% interanual, y 4,2% en términos desestacionalizados.
«Mientras que en el segundo trimestre las cantidades exportadas de bienes y servicios cayeron 1,2% interanual», apuntó, al tiempo que consideró que «los datos del Intercambio Comercial Argentino de julio y agosto muestran que esta tendencia se profundizó».
Además, señaló que «el aumento de las compras externas responde en parte a la recuperación de la actividad, la expansión del consumo y la inversión en el país, pero también, al abaratamiento relativo de los bienes y servicios del exterior porque el tipo de cambio real no es competitivo».
Advirtió que «el problema del déficit es que hay que financiarlo, ya sea reduciendo un activo externo o aumentando un pasivo».